Traducido para Rebelión por Gorka Larrabeiti
La vida en la ciudad mata de verdad. El asesino es la contaminación. Un problema conocido desde siempre; desde siempre subestimado, de ser cierto que las medidas adoptadas para combatirlo siguen siendo esporádicas y poco efectivas. Las medidas parche, como la prohibición temporal de circular, no son suficientes para detener lo que se ha convertido en una verdadera tragedia, si se hace caso a los numerosos datos que ofrece la comunidad científica.
La OMS. La primera señal de alarma a propósito de la situación en Italia la lanzó en 2006 la Organización Mundial de la Salud. En el estudio titulado Impacto en la salud del PM10 y el ozono en 13 ciudades italianas, la OMS publicó los datos recogidos entre 2002 y 2004 en trece ciudades de la Península. La población total examinada es de 9 millones de personas, el 16% de los italianos. La media anual de las emisiones de PM10 oscilaba entre 26 y 61 microgramos por metro cúbico: el límite establecido por la ley en enero de 2005 es de 40. No se trata de un límite de tolerancia, sino de seguridad. En otras palabras, la superación de este límite no significa una posible amenaza, sino un peligro real para la salud.
Masacre. Al analizar estos y otros datos, la OMS registró 8.220 muertes al año por causas relacionadas con la contaminación urbana. Excluyendo los accidentes de tráfico, se trata de la primera causa de mortandad entre la población: el PM10 causa el 9% de las muertes entre las personas mayores de 30 años. Las víctimas a corto plazo son 1.372: el 1,5% de la mortalidad total de la población. Téngase en cuenta que el límite de 40 nanogramos por metro cúbico que establece la ley no excluye problemas de salud. El umbral que señaló la OMS para prevenir los problemas de las personas es 20 nanogramos. La ley italiana se ajustará a ese límite a partir de 2010.
Reclamación. Basándose en el informe de la OMS, en junio de 2007, Codacons decide presentar una reclamación a la fiscalía de la ciudad examinada en el informe. La ley italiana sobre la contaminación urbana prevé de hecho que los responsables de la vigilancia del PM10 son el alcalde y, en caso de omisión, el gobernador de la Región. La Fiscalía de Florencia abrió una investigación de inmediato. El ex alcalde Leonardo Domenici y el gobernador de Toscana, Claudio Martini, fueron imputados y actualmente están pendientes de juicio. Después de una segunda reclamación, presentada en octubre de 2009, también la Fiscalía de Milán decidió abrir una investigación a los administradores locales. ¿Qué fue lo que hizo cambiar de opinión a la fiscalía lombarda?
Po.e.mi. Lo que cambió la decisión de las autoridades en Milán son los datos del estudio Pollution and emergencies in Milan (Po.e.mi), encargado por el Ayuntamiento de Milán a cinco hospitales de la ciudad, que durante dos años han registrado las hospitalizaciones y las enfermedades relacionadas con la contaminación. Los datos resultantes son alarmantes: 53.514 hospitalizaciones debidas a la contaminación en el período objeto de examen. Un promedio de 73 al día. La cifra es aún más preocupante porque se ha realizado últimamente, cuando ya estaba en vigor la ley contra la contaminación. Por añadidura, estos casos son reales y no estimaciones.
Legambiente. El problema de la contaminación por PM10 es seguido de cerca por Legambiente, que publica anualmente su informe de Mal d’aria («Mal de aire»). Entre las iniciativas de la asociación figura la vigilancia continua de los niveles de polución en todas las capitales de provincia de la península. En el sitio La mia aria (Mi aire) se puede conocer la clasificación de las ciudades más contaminadas de Italia, basada en el número de superaciones del límite diario de PM10. Una supervisión constante de un problema en espera de solución.
Fuente: http://it.peacereporter.net/articolo/19252/Lo+smog+uccide