La guerra del gas entre Rusia y Ucrania mantenía ayer sin carburante a media Europa. A más de una semana de que estallara la crisis, se espezaba a hablar de soluciones. El presidente de la rusa Gazprom anunció que el suministro se reanudaría «inmediatamente después» de la firma de un protocolo para crear un mecanismo internacional que vigile el tránsito del gas. Ucrania, finalmente, se mostró favorable a aceptar dicha supervisión.
La reanudación del suministro de gas ruso a través de Ucrania parecía estar más cerca ayer después de tres días de interrupción total. Pero, la solución a la crisis seguía tropezando con la firma formal de un acuerdo que posibilite el despliegue de observadores internacionales en la frontera entre Rusia y Ucrania. Su misión sería supervisar el tránsito del gas, ya que Moscú acusa a Kiev de apropiarse de él ilegalmente. El primer ministro checo, Mirek Topolanek, presidente de turno de la Unión Europea, llegó el viernes por la noche a la capital ucraniana para apoyar la presencia de observadores. A continuación tenía previsto viajar a Moscú para entrevistarse hoy con su homólogo ruso, Vladimir Putin.
El objetivo de la doble visita es «discutir los detalles concretos del funcionamiento del grupo de observadores de la Comisión Europea y garantizar su despliegue en los puntos importantes para el tránsito».
La misión contará en total con 22 expertos, incluidos 18 técnicos de compañías de gas y 4 funcionarios. A ellos se sumarán representantes ucranianos y rusos para verificar los volúmenes de gas ruso que pasa por Ucrania. Pero, los detalles técnicos seguían en el aire. De hecho, el ministro checo de Energía y Trabajo, Martin Riman, afirmó en declaraciones a la agencia CTK que la parte ucraniana ayer todavía no había dado su beneplácito para que un representante ruso forme parte del equipo de observadores.
En su opinión, la aceptación de Ucrania de esta condición impuesta por Gazprom sería «un gran éxito».
El consorcio ruso mandó una carta a SPP Transgas, distribuidora eslovaca, y a la checa RWE Transgas para que formen parte de dicha comisión, en la que también deberían estar Gazprom, la gasística nacional ucraniana Naftogaz, Bruselas y otras empresas energéticas de la UE. En su visita relámpago a Kiev, Topolanek incidió, al igual que su ministro de Energía, en que «quedaban algunos detalles técnicos por limar de forma que se aclaren las últimas dudas y se sustituya una crisis de confianza por una confianza en que el gas que los rusos quieren enviar y para el que Ucrania quiere servir de tránsito, llegue a su destino».
Por su parte, Putin se comprometió en una conversación telefónica con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, a reanudar el abastecimiento en cuanto esta misión esté operativa.
Pia Ahrenkilde, portavoz de Bruselas, celebró el acuerdo «verbal» alcanzado y consideró «imperativo» que el suministro se reanude «sin ninguna dilación». «Las condiciones ya se han dado para que el gas empiece a fluir de nuevo. Ya es hora de encender los grifos».
El comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, y su portavoz, Ferrán Tarradellas, afirmaron en rueda de prensa que «el trabajo debe empezar incluso si no hay acuerdo. Tarradellas precisó, eso sí, que desde que Rusia reanude el abastecimiento hasta que el gas comience a llegar a los consumidores europeos pasarán «al menos tres días».
Para Bruselas, «la principal condición» para que esta crisis no se vuelva a repetir «es que haya condiciones estables en la relación comercial entre Ucrania y Rusia».
El presidente de Gazprom, Alexei Miller, mostró su confianza en la pronta firma del protocolo y, al igual que Putin, aseguró que «inmediatamente después» darían luz verde al abastecimiento».
El presidente ruso, Dmitri Medvedev, también se pronunció al respecto. Reunido con Miller en el balneario de Sochi, a orillas del mar Negro, responsabilizó del bloqueo a la negativa de Kiev a aceptar expertos de Rusia. «Naturalmente estamos interesados en que el tránsito de gas se reanude lo antes posible. Sin embargo, quisiera que usted -dirigiéndose a Miller- se guíe por otra instrucción mía: todas estas acciones sólo pueden emprenderse después de la firma del protocolo. De otro modo, nunca pondremos fin al robo», manifestó Medvedev.
Aunque con lentitud y tira y afloja, el problema del tránsito del gas ruso por Ucrania, por donde pasa el 80% de las exportaciones de Rusia a Europa, se acerca a su solución, no parecía ocurrir lo mismo con los suministros rusos directos a su país vecino, suspendidos desde el pasado día 1. «En esto no hay ningún avance», remarcó Miller.
A este respecto, Medvedev advirtió que si Ucrania quiere gas ruso tendrá que pagar precios de mercado y no preferenciales como ha sido hasta ahora. «Si hay un precio, éste debe ser normal, equilibrado, europeo, también para Ucrania, sin rebajas ni preferencias», insistió.
Horas después de que el ministro checo de Energía comentara que el cierre ayer de un acuerdo «no era muy realista», la primera ministra ucraniana, Yulia Timoshenko, aseguró que firmarán el protocolo.
Pese a la postura de Timoshenko, el presidente Víctor Yushenko se mostró muy crítico con Rusia subrayando que «el grifo debe abrirlo el país que lo cerró» y que este incidente «ha sido planeado de antemano».
Pese a la ola de frío, el calentamiento existe
Aunque la ola de frío que azota a Europa occidental ha sorprendido a los científicos, éstos advierten que no se debe olvidar el calentamiento global del planeta desde 1850. «El tiempo que hace no debe confundirnos. No debe haber duda alguna de que la principal tendencia es el recalentamiento», manifestó Michel Jarraud, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Recordó que desde la mitad del siglo XIX, la temperatura de la superficie ha aumentado un grado. «Si se observa esta tendencia en los últimos 160 años, ha habido periodos de mucho frío, lo que lleva a la confusión».
Para la meteórologa estadounidense y miembro del grupo de expertos intergubernamental sobre la evolución del clima (GIEC) Susan Solomon, «el problema es que la gente confunde el tiempo con el clima. El tiempo es importante a nivel local, pero si se queremos comprender la evolución del clima en toda su dimensión, debemos tener una mayor escala en el espacio y en el tiempo». Según un estudio publicado en abril por la revista de medioambiente «Nature», el calentamiento del planeta podría experimentar una pausa en la próxima década debido a la evolución natural de las corrientes oceánicas.
«Los escépticos se escudan en el frío para avalar sus tesis. También nosotros debemos tener cuidado en no decir que un verano caluroso es consecuencia del calentamiento. Es tarea de los meteórologos explicar que no se trata de un fenómeno lineal», dijo el experto francés Jean Jouzel.