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La crisis económica aumenta el descontento social en Europa

Fuentes: El Universal

La austeridad ha impulsado el crecimiento del euroescepticismo

El balance de la economía de la Eurozona en el primer trimestre del 2013 indica que por décimo quinto mes consecutivo ésta se contrajo, y por primera vez en cuatro años Francia entró en recesión.

Para Rafael Antolínez, economista y docente de la Universidad Central de Venezuela (UCV), «la situación en Europa se sigue agravando porque las políticas restrictivas que han sido establecidas por la troika -Banco Central Europeo (BCE), Fondo Monetario Internacional (FMI), y Comisión Europea (CE)- generan un saldo negativo tan profundo desde el punto de vista social que no hay manera de solventar eso en el corto plazo», explica.

Luis Esteban Manrique, politólogo y director del semanario Política Exterior de España, afirma que la crisis económica que se extiende desde 2008 «es un círculo vicioso porque las expectativas no apuntan al crecimiento. La demanda ha caído y lo que está haciendo es aumentar más el paro, y como el Gobierno no recauda más impuestos, sigue recortando el gasto público».

«Están improvisando, haciendo las cosas sobre la marcha e intentando encontrar soluciones, pero está tardando mucho», recalca Manrique.

Peligro de radicalización

Ambos analistas coinciden en que la profundización de la crisis está ocasionando no solo un sentimiento antialemán debido a que las políticas de austeridad son impulsadas por la canciller alemana Angela Merkel, sino también un movimiento de euroesceptimismo.

«La gente que se ve cada vez más marginada, que pierde su empleo, que se ve cada vez más pobre, vota por partidos populistas y partidos nacionalistas que han escogido como chivo expiatorio de todos sus problemas a la Unión Europea (UE)», asevera Manrique.

«Lo que está surgiendo son organizaciones ultranacionalistas euroescépticas, que además son profundamente racistas», señala Antolínez, quien teme el retorno de actitudes proteccionistas que sienten las bases «para el desarrollo de pesadillas fascistas» y xenófobas.

Ruptura de la UE

Diversos sectores advierten sobre la necesidad de adoptar soluciones diferentes a la austeridad, razón por la que países como Francia e Italia han planteado renegociar sus condiciones y reconsiderar el sentido del euro; y Reino Unido replantea su permanencia a la UE.

Sin embargo, la posibilidad de que la UE como entidad se fracture no es factible en un corto plazo. La construcción europea «tiene 60 años, eso no se va a deshacer en cinco ni 10 años, pero ya los primeros síntomas están ahí», expone Manrique.

Además, la troika ha flexibilizado lapsos de cumplimiento de objetivos, razón por la que Antolínez descarta «que dentro de la UE existan tendencias claras que propugnen la expulsión de un país, de un grupo de naciones o una individualidad».