La Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA-TCP), celebrará el próximo 24 de junio, la XIX cumbre de jefes de Estado, en Caracas-Venezuela, con motivo del Bicentenario de la Batalla de Carabobo, que supuso la independencia definitiva de Venezuela.
“El 24 de junio, en conmemoración de la gesta de Carabobo, se celebrará la XIX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobiernos del ALBA. La nuestra es una alianza por la vida y por la independencia”, dijo el Secretario Ejecutivo de la Organización, Sacha Llorenti, en un mensaje en Twitter.
Agregando y reiterando: El Secretario Ejecutivo aseveró, que la ALBA-TCP tiene como misión solidificar las relaciones de hermandad con los pueblos de la región, “nosotros somos una alianza por la vida, para la vida, y prioriza la situación de los pueblos, de la unidad, antes que la mera integración aduanera, comercial, como se suele hacer”.
“Trabajamos para afianzar aún más nuestra Alianza y dar un salto cualitativo hacia la unidad, en un panorama donde Estados Unidos, aliado con las oligarquías regionales, genera un boicot a los esfuerzos de integración”.
La última Cumbre de Jefes de Estado de la ALBA, se celebró de forma virtual, el pasado 14 de diciembre 2020, cuando se conmemoraron los 16 años de la creación del bloque bolivariano, donde se ratificó el compromiso con el fortalecimiento de la unión y solidaridad en la región en tiempos de pandemia.
Los Estados miembros reflejaron en el Documento Declaratorio del Encuentro, la apuesta por el bloque integracionista, basado en el diálogo, la cooperación, la solidaridad y complementariedad desde los diferentes países que lo componen.
En dicho evento los mandatarios de los países miembros, abordaron estrategias frente a la pandemia de la Covid-19, como un plan de vacunación masiva.
El bloque, además, reiteró, en ese momento, su apuesta por el fortalecimiento de la alianza como mecanismo de integración.
La ALBA reúne a Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Antigua y Barbuda, Dominica, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Granada y San Cristóbal y Nieves.
La alianza fue fundada en 2004 en La Habana, y promovida por los fallecidos exmandatarios de Cuba y Venezuela, Fidel Castro y Hugo Chávez, respectivamente.
El ALBA TCP, se mantiene vivo con la semilla que sembraron los invictos el Comandante Fidel Castro y Hugo Chávez, que ahora continua bajo el liderazgo de nuevos líderes como Miguel Diaz-Canel y Nicolás Maduro, que le dan impulso y continuidad a las ideas integracionistas que necesita Nuestra América en un mundo complejo, bajo los efectos de la Pandemia del Covid-19 y de un agresivo capitalismo que golpea a los más desfavorecidos.
Creemos que, en esta Cumbre, la Solidaridad y el Pensamiento en el ser humano, signaran los debates.
Es el momento de marchar unidos, ya que solo así se podrán vencer pandemias y enemigos por muy fuertes que sean.
El conclave muestra la voluntad de continuar impulsando la construcción de un nuevo orden internacional, democrático, justo, inclusivo y equitativo, en el que sea efectiva la igualdad soberana entre los Estados y el respeto a la libre determinación de los pueblos; un orden que promueva la cooperación y el multilateralismo, al mismo tiempo que repudie el intervencionismo y las acciones coercitivas unilaterales.
Es imprescindible la necesidad de fortalecer la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños CELAC, como mecanismo de concertación política regional, basado en la estricta observancia y defensa de los principios del derecho internacional, incluidos la solución pacífica de controversias, la prohibición y la amenaza del uso de la fuerza, el respeto al libre valor, a la soberanía, la integridad territorial, y la no injerencia en los asuntos internos de cada país.
Así mismo, las medidas coercitivas unilaterales son contrarias a la Carta de las Naciones Unidas y al Derecho Internacional, ya que vulneran las reglas internacionales del comercio, amenazan la paz y la seguridad internacional, restringiendo el disfrute de los Derechos Humanos de la población de los Estados contra los cuales se aplican.
La Cumbre resalta por la plena vigencia de las palabras del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el 18 de octubre de 1995 en la oncena Cumbre del Movimiento de Países no Alineados, cuando expresó: “No somos simples espectadores. Este mundo es también nuestro mundo. Nadie puede sustituir nuestra acción unida, nadie tomara la palabra por nosotros. Solo nosotros, y solo unidos, podemos rechazar el injusto orden político y económico mundial, que se pretende imponer a nuestros pueblos”.
También destacan las palabras de Fidel Castro en el Discurso pronunciado en Caracas, Venezuela, el 5 de marzo de 2017, “Me atrevería a decir que estamos en una etapa crucial de nuestra historia, en la que un retroceso a escala regional tendría impactos muy negativos para nuestros pueblos”.
Recordemos igualmente, que los Programas Sociales del ALBA, han alfabetizado, por lo menos, a seis millones de personas, erradicado el analfabetismo en Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, reducido la mortalidad infantil en al menos 5.1 por ciento, en sus países miembros y formado, por lo menos, 21 mil médicos comunitarios, entre muchos otros logros.
A su vez, el modelo económico que el ALBA está institucionalizando difiere del neoliberalismo ortodoxo en forma significativa. Por ejemplo, se restablece el Estado en calidad de actor económico a fin de restringir las fuerzas de un mercado sin límites.
El ALBA reconoce la diversidad de sus miembros y destaca que conviene tomar un enfoque distintivo. Ni la supresión universal de las barreras protectoras, tarifas y subsidios, ni el carácter obligatorio de la adhesión a los programas del ALBA constituyen una condición para formar parte del ALBA.
ALBA ha prestado su apoyo a los pueblos y gobiernos que han solicitado la erradicación en sus territorios de las bases militares de Estados Unidos y el cese de sus operaciones militares y policiales. Tal es el caso con la eliminación de las tropas estadounidenses de la base militar de Manta, en Ecuador, y la expulsión de Bolivia del personal de los organismos de lucha contra la droga respaldados por Estados Unidos.
El ALBA ha fomentado entre sus miembros una expansión comercial en favor de una mayor autosuficiencia y reducción de la añeja dependencia de estos países de los mercados estadounidenses. Asimismo, el intercambio comercial dentro del ALBA ha sido complementado por una diversificación en los socios comerciales externos de los países miembros del ALBA. A través de la creación del Banco del ALBA y de una divisa regional nueva (el SUCRE), el ALBA está proporcionando una alternativa a la dependencia tradicional de América Latina a las instituciones financieras internacionales contrapartes del status quo, que tantos juzgan están bajo el control efectivo de Estados Unidos y Europa.
Consideramos que una de las características clave del ALBA, son la solidaridad y la oposición a las interferencias de Estados Unidos.
Tomemos el caso de Venezuela. Tras un encuentro celebrado el 14 de septiembre de 2015, el ALBA-TCP, emitió un comunicado especial intitulado “En defensa de la soberanía e independencia de Venezuela”, el cual cito integralmente a continuación:
“Los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, (Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), expresan su firme adhesión a los principios de independencia, autodeterminación de los pueblos, soberanía e igualdad jurídica de los Estados, los que permiten un armonioso relacionamiento de los miembros de la comunidad internacional.
“Los países del ALBA-TCP, no pueden aceptar actitudes que busquen interferir o constituir injerencia en los asuntos internos de un Estado, por parte de otro u otros Estados.
Expresan por ello su preocupación por valoraciones respecto de decisiones judiciales adoptadas en la República Bolivariana de Venezuela, por órgano del poder público correspondiente y en el marco de sus derechos y competencias soberanas, para enfrentar actos de naturaleza terrorista para la tutela efectiva de los derechos humanos de las víctimas.
“Determinados países que se han pronunciado sobre este hecho evidencian el doble rasero que atenta contra el orden jurídico internacional y favorece las condiciones políticas para derrocar gobiernos constitucionales a fin de apropiarse de sus recursos naturales estratégicos.
Estas altisonantes declaraciones pretenden ocultar graves violaciones de los Derechos Humanos en sus propios territorios y a la vez impedir la profundización de los procesos democráticos y redistributivos que los países del ALBA-TCP, vienen desarrollando en el ejercicio de su derecho de libre determinación.
“Los países del ALBA-TCP alertan a la opinión pública sobre la campaña de desprestigio y agresiones contra la República Bolivariana de Venezuela, por lo que estarán vigilantes ante las amenazas a su independencia y soberanía”. Caracas, 14 de septiembre de 2015.
Esto demuestra la importancia de confirmar nuestro apoyo a Venezuela en la actualidad. La meta del imperialismo de Estados Unidos es hacer fracasar la Revolución Bolivariana, liderada hoy por el Presidente Nicolás Maduro, electo constitucionalmente, para derrocar otros gobiernos progresistas, en especial a los de los Estados miembros del ALBA.
En el contexto actual, el apoyo a Venezuela y al ALBA implica pronunciarse en favor de la soberanía, autodeterminación y justicia social, no solo de los miembros del ALBA, sino también de la región más prometedora del mundo y del futuro del género humano: América Latina y el Caribe.