El pasado 15, el Parlamento Europeo ha adoptado el texto enmendado de la Directiva de liberalización de Servicios, también conocida por Bolkestein. Han sido necesarios más de dos años para que la directiva de servicios completara su andadura por el Parlamento Europeo; al fin, parece que se ha llegado al final del trámite parlamentario de […]
El pasado 15, el Parlamento Europeo ha adoptado el texto enmendado de la Directiva de liberalización de Servicios, también conocida por Bolkestein. Han sido necesarios más de dos años para que la directiva de servicios completara su andadura por el Parlamento Europeo; al fin, parece que se ha llegado al final del trámite parlamentario de una de las piezas legislativas de más peso, con el voto del texto este miércoles en el Pleno. El compromiso negociado entre los dos grupos mayoritarios ha provocado la adopción del texto por una mayoría de votos a favor conformada por el PPE y el PSE y los votos en contra de, entre otros, el grupo de la Izquierda Unitaria Europea. La Cámara El Parlamento ha votado enmiendas de rechazo de la posición común, presentadas por los Grupos Verdes/ALE e Izquierda Unitaria Europea/ Izquierda Verde Nórdica que no salieron adelante. Tras la votación de las enmiendas, el texto final se declaró adoptado.
Francis Wurtz, Presidente de la GUE ha criticado la postura de estos 2 grupos mayoritarios, al hacer caso omiso a los compromisos adoptados por el PE el pasado mes de febrero, y ha hablado de la capitulación del PPE y el PSE ante los mandatos del Consejo: «¿Cómo llamar sino a la increíble decisión tomada por los grupos mayoritarios de ceder ante las órdenes del Consejo, aceptando retirar todas las enmiendas examinadas en la comisión de Mercado Interior del Parlamento Europeo?». Wurtz ha recordado que la CES (Confederación Europea de Sindicatos) había considerado enmendar puntos fundamentales del texto que juzga de «importancia capital» en el sentido de una a exclusión de aspectos relativos al derecho del trabajo o a los servicios sociales de la Directiva y un mayor respeto de los derechos fundamentales.
En el mismo sentido, Willy Meyer, eurodiputado de Izquierda Unida, ha remarcado que de hecho, el texto del Consejo supedita el derecho laboral en los Estados Miembros al respeto del Derecho Comunitario, fórmula, en su opinión, poco clara que remite a las normas de la competencia . A su vez, ha insistido en que «tras el acuerdo entre socialistas y populares lo único que se ha hecho es ‘maquillar’ el contenido y alcance del denominado ‘principio de país de origen’ con ambigüedades, ya que se delega al Tribunal de Justicia Europeo la interpretación de la legislación».
El Presidente de la GUE, en nombre de su grupo, ha lanzado una pregunta ante el pleno:»¿Queremos armonizar por ley las normas protectoras de nuestros conciudadanos que vayan en aumento, o aceptamos la armonización a la baja según las normas impuestas por el mercado?».
El texto resultante del debate y de la votación durante la sesión de hoy miércoles será enviado al Consejo, y probablemente la Directiva será adoptada, probablemente antes de que termine el año.
Como lección a aprender de la experiencia de hoy en el Parlamento Europeo, Willy Meyer ha remarcado la necesidad de involucrar a los ciudadanos y ciudadanas, a los activistas sociales, sindicatos y ONGs en el amplio debate sobre el futuro de Europa que tendrá lugar a principio de 2007 bajo la Presidencia alemana y el cual deberá concluir en un nuevo Tratado Europeo a finales de 2008. Leales a las movilizaciones sociales que tuvieron lugar en 2005, nuestro grupo debe reiterar su compromiso con otra Europa, en la que los trabajadores no compitan los unos con los otros, sino en la que se tracen lazos de solidaridad entre ellos.