Algo pasa en Serbia. Los sindicatos han obligado al gobierno a retirar su proyecto de reforma laboral, y una «nueva izquierda» está renaciendo de las cenizas de la «transición». Marxistas, anarquistas, sindicalistas, están convencidos de que los discursos que durante años manejó la «Serbia ciudadana» – democracia, rechazo del nacionalismo – se han quedado obsoletos […]
Algo pasa en Serbia. Los sindicatos han obligado al gobierno a retirar su proyecto de reforma laboral, y una «nueva izquierda» está renaciendo de las cenizas de la «transición». Marxistas, anarquistas, sindicalistas, están convencidos de que los discursos que durante años manejó la «Serbia ciudadana» – democracia, rechazo del nacionalismo – se han quedado obsoletos y que el futuro está en la lucha de clases. Se trata pues de descifrar este nuevo planeta radical.
Manifestación en Belgrado contra la nueva ley laboral
La elección de Tomislav Nicolić y la llegada al poder en 2012 de una coalición dominada por el Partido Progresista Serbio (SNS) y el Partido Socialista de Serbia (SPS), había producido un debilitamiento de la oposición socialdemócrata, dibujando un espectro político desequilibrado, donde las voces de una izquierda desunida parecían marginadas.
Sin embargo, estas últimas semanas, mientras que el país se encuentra todavía bloqueado a la periferia europea, abrumado por las privatizaciones, el rechazo a la proposición de reforma laboral ha puesto en primer plano a la izquierda radical, marginada durante mucho tiempo. Los anarcosindicalistas de la ASI /1, los redactores de la revista Crvena Kritika /2 y la asociación Ravnopravsnost (Igualdad) /3, se han unido a los sindicatos para manifestarse contra las medidas propuestas por el Ministro de Economía, Saša Radulović.
Reafirmar una herencia
¿Qué puede querer decir en Serbia ser de izquierdas? ¿Ser «titista? ¿Pro-Yugoslavia? ¿Pro-Milošević? ¿Anarquista? ¿Las asociaciones instantáneas que el término evoca hacen a menudo alusión a una «confianza traicionada» de un pasado próximo. La ambivalencia de la política del SPS en los años 1990 ha dejado fuertes huellas en la memoria de la población. Especialmente los gobiernos demócratas, en el poder desde el cinco de octubre, que no han dudado en utilizar esta confusión para desacreditar las ideas de la izquierda social.
Según Goran Musić, doctorando en economía, militante de Crvena Kritika y especialista en sindicalismo, el restablecimiento de la confianza de los ciudadanos y el combate contra un escepticismo profundamente arraigado es uno de los primeros retos de la izquierda en Serbia. Éste sostiene que «la izquierda no tiene nada que ocultar, que no tiene motivos para avergonzarse de su historia». Según él, Milošević era la personificación de una minoría privilegiada en el seno del aparato del Estado. Una minoría que se esforzaba en copiar el estilo de vida y las aspiraciones de la burguesía antes de la guerra y que poco a poco dejó caer el proyecto de construcción modernista socialista, para volcarse en la construcción del Estado-nación capitalista. «Estas personas y estas tendencias históricas no tienen nada que ver con la izquierda y el movimiento obrero, al contrario, ellos son parte necesaria de la presión del imperialismo y de las clases privilegiadas. La tarea de la izquierda en Serbia es explicar todo esto a la gente».
El colectivo de estudiantes de filosofía Gerusjia /4, también organiza una serie de encuentros que tendrán lugar a lo largo de 2014 con el tema «La izquierda en Serbia: construcción de una posición política».
Desmarcarse de la «Serbia ciudadana»
Mientras que esto que llamamos «la nueva izquierda» está histórciamente asociaciado a los movimientos altermundialistas, antiguerra, ecologistas o al combate por los derechos de las minorías, la nueva izquierda serbia hace referencia a una definición más amplia, una izquierda que une todas las fuerzas sociales que tienden a la colectivización de los recursos.
Según Tadej Kurepa, militante anarcosindicalista, esta nueva izquierda se caracteriza ante todo por un desapego de la acción política «ciudadana»: «hoy, la nueva izquierda polemiza con la acción política, a la que califica de burguesa y de la que busca desmarcarse». Los militantes buscan desmarcarse de un sector no gubernamental: «en los años 1990 y 2000, la izquierda ciudadana no tenía posibilidades de entrar en la lucha parlamentaria y esta es la razón por que ésta aceptó un compromiso: dejar de lado las cuestiones sociales y económicas, renunciar a su orientación política original e integrarse en el sector no gubernamental. De este modo, es el sector civil el que está en el centro de sus preocupaciones», explica Tadej Kurepa.
La «Serbia ciudadana» impuso el combate contra el nacionalismo como cuestión principal, que canalizara todos los problemas sociales a los que el país debía plantar cara. Aleksandar Stojanović, del colectivo Gerusija, explica que contrariamente a estos últimos años, el campo de acción de la nueva izquierda no debe focalizarse en el nacionalismo, ni tener la misma relación con la cuestión de la izquierda ciudadana.»En el desarrollo de un sesgo con respecto a la cuestión del nacionalismo, la izquierda toma parte en el consenso neoliberal y acepta los límites impuestos por la política ciudadana. La izquierda debe desmarcarse de los discursos que pretenden que vivamos en una sociedad guiada por ‘valores cuestionables’, una sociedad que no es la sociedad de la tolerancia y que por tanto debemos cambiar este sistema de valores. La izquierda debe decir hoy: debemos plantar cara al capitalismo, no debemos concentrarnos en la cuestión de los valores, debemos centrarnos en las cuestiones económicas». El militante anarcosindicalista Kale añade a la cuestión del nacionalismo que «la cuestión económica debe ser el punto central del combate de la izquierda. El nacionalismo es un problema que legitima a este sistema, nosotros debemos por tanto combatir el nacionalismo en tanto que instrumento del capitalismo en lugar de darle prioridad».
Antifascismo y lucha de clases
Esta nueva izquierda quiere también cuestionar los discursos a los que es normalmente asimilada, por ejemplo el antifascismo. Cuando se le preguntó a Tadej Kurepa sobre el antifascismo éste respondió: «porque es anticapitalista y organiza la lucha directa por la mejora de las condiciones de vida y del trabajo, la izquierda es necesariamente igualitaria, antiautoritaria, antifascista y antinacionalista. No hay necesidad de insistir en el antifascismo. Es el discurso neoliberal el que pretende que el discurso ‘popular’ sea de derechas». La nueva izquierda rescata el recuerdo de las huelgas masivas de trabajadores contra el nacionalismo en la Yugoslavia de 1988. Ésta tienda a apoyarse en esta tradición y combatir el nacionalismo y el fascismo mediante la lucha de clases.
Tadej Kurepa evoca su colaboración con otros militantes de la región, contando una anécdota que ilustra bien esto. «Recientemente participé en un debate al que también fueron invitados ponenetes de Zadar. Estos artistas me preguntaron si cuando visité a mis amigos anarcosindicalistas de Zadar, les pedí disculpas por el bombardeo de Zadar por las fuerzas del Ejército Popular Yugoslavo y las fuerzas serbias. No tengo ninguna razón para pedir disculpas, no tengo nada que ver con eso. Estos son mis amigos, y cuando yo los visito, nosotros hablamos de nuestras actividades, de nuestras organizaciones, de nuestra lucha común. Esta idea según la cual yo debería tener vergüenza porque alguien de la misma etnia que yo haya cometido crímenes es del todo nacionalista. Debido a esta vergüenza deviene el sentimiento nacional, toda esta escenificación anti-antinacionalista es de hecho nacionalista por excelencia». Según él, el sentimiento nacional, que es consecuencia de la ideología liberal o de ideologías conservadoras, es ajeno a la izquierda.
Devolver la palabra a la clase trabajadora
La nueva izquierda serbia inscribe por tanto su acción en la cuestión económica, entendida como un catalizador de todos los problemas sociales. Contrariamente a los discursos de los años 1990 que venían a dividir la sociedad entre aquellos que querían una democracia y aquellos otros que la rechazaban, entre demócratas y nacionalistas, la nueva izquierda recupera el concepto de la lucha de clases. Según Tadej Kurepa: «nosotros pensamos que la sociedad está dividida en dos clases: la clase obrera y la burguesía. La clase burguesa es aquella que se apropia de la plusvalía. La izquierda es esencialmente un movimiento de trabajadores que pretende cambiar el orden político-económico establecido e imponer una nueva sociedad sin clases y sin Estado«.
Esta claro que esta tarea no es nada fácil. Como señala Andrea Jovanović del colectivo Gerusija, un gran numero de los aquellos que pertenecen a la clase trabajadora se han dejado «pacificar». En los procesos de privatización de las empresas públicas, «muchos trabajadores se han convertido en dependientes de los sistemas de protección social«.
Por tanto, para los militantes, el primer combate de la izquierda está en demostrar que de hecho vivimos en una sociedad jerárquica, una sociedad sin conciencia de clase, en un sistema donde reina una división objetiva basada en una lucha muy antigua. Serbia conoce ahora la dictadura absoluta del capital, la transición hace tiempo que finalizó. Los militantes están convencidos: un verdadero camino se abre ahora por la izquierda, ya que no hay nadie más capaz de explicar la crisis y la falta de paz social.
Esta nueva izquierda tiene mucho que decir, entre la reafirmación de su herencia y la sensibilización entorno a la cuestión de clases,
28/01/2014
http://balkans.courriers.info/artic…
Traducción: VIENTO SUR
Notas
1/ ASI se define como una organización sindical, revolucionaria y anarquista, que busca la liberación total de la clase obrera y de los individuos que la componen mediante la supresión del Estado y la destrucción del sistema capitalista. inicijativa.org.
2/ Crvena Krtika es la revista online de los jóvenes marxistas «Rojos», estudiantes y jóvenes trabajadores reunidos entorno a las ideas marxistas y que tienen como objetivo la creación de un partido de lucha para la clase obrera, clase que, según ellos, constituye la gran mayoría de la población de los países industrializados. crvenakritika.org.
3/ Movimiento independiente que agrupa a los trabajadores de las fábricas Jugoremedije, BEK, Sinvoz, Proleter, de las refinerías de azúcar y de Sloga-Mider de Zrenjanin, es decir, víctimas de las empresas privatizadas. ravnopravnost.org.
4/ Gerusija es una organización estudiantil que plantea prácticas teóricas radicales. Publican la revista trimestral Stvar. gerusija.com.