Cada dos años, el semanario «Unsere Zeit» del Partido Comunista alemán (DKP) celebra su «Fiesta de la Prensa» en Dortmund. Durante tres días miles de personas acuden a este feria izquierdista. Hace dos años reinaba un calor sofocante durante la fiesta del DKP. Esta vez, la lluvia y el viento casi se llevaron txosnas y […]
Cada dos años, el semanario «Unsere Zeit» del Partido Comunista alemán (DKP) celebra su «Fiesta de la Prensa» en Dortmund. Durante tres días miles de personas acuden a este feria izquierdista.
Hace dos años reinaba un calor sofocante durante la fiesta del DKP. Esta vez, la lluvia y el viento casi se llevaron txosnas y puestos de un evento que se considera, según su lema, una «Fiesta de Solidaridad». Los grupos que acudieron se sitúan a la izquierda del nuevo partido Die Linke. Este último sí estuvo presente con un stand y representado por algún diputado o funcionario, pero sus pesos pesa- dos, como Oskar Lafontaine, Lothar Bisky o Gregor Gysi, no se presentaron.
El presidente federal del DKP, Heinz Stehr, lamentó la ausencia de aquellas personas que habían sido invitadas. En una entrevista concedida al diario «Junge Welt» manifestó: «Hasta el momento los responsables (de Die Linke, IN) se comportan como si no existieran las demás agrupaciones izquierdistas».
En otro foro de debate, el lugarteniente de la comisión internacional del DKP, Günter Pohl, llegó a comparar la situación de su formación a este respecto con la de los comunistas venezolanos frente al Partido Socialista Unificado de Venezuela, encabezado e ideado por el presidente Hugo Chávez. El PC venezolano ha decidido no disolverse por el momento para integrarse en la nueva organización. Su diputado al Parlamento Latinoamericano, Carolus Wimmer -un venezolano de origen alemán- intentó explicar la decisión de su Comité Central, que causó un fuerte malestar en el seno del partido.
Sin embargo, su situación no es comparable en absoluto con la del DKP: Desde hace décadas el PC venezolano cuenta con una representación en la Asamblea Nacional, mientras que el DKP se mueve tanto a nivel nacional como regional por debajo del 1%.
Coalición con el SPD
Por el contrario, Die Linke roza el 9% en la elecciones nacionales y regionales. Además, los sondeos le auguran las simpatías del 24% del electorado. A este abismo matemático se añade también el hecho de que Die Linke considera posible una coalición con el partido socialdemócrata (SPD).
Recientemente, Oskar Lafontaine prometió su apoyo al SPD, si éste se compromete a cambiar las leyes antisociales, introducir el salario mínimo y retirar las tropas alemanas de Afganistán. «La oferta es ridícula», respondió el jefe del grupo parlamentario del SPD, Peter Struck, augurando que «el partido de izquierdas será la eterna oposición». De hecho, el DKP no representa una real alternativa política a Die Linke, ya que pidió el voto para aquel partido en las elecciones anticipadas de 2005.