El violento choque entre los poderes del Estado en Italia trepó ayer otro dramático escalón al pedir los fiscales de Milán que, por «pruebas evidentes», se inicie de inmediato el procesamiento del primer ministro Silvio Berlusconi, acusado de prostitución de una menor y de abuso de poder. El jefe del gobierno rechazó indignado como «repugnante» […]
El violento choque entre los poderes del Estado en Italia trepó ayer otro dramático escalón al pedir los fiscales de Milán que, por «pruebas evidentes», se inicie de inmediato el procesamiento del primer ministro Silvio Berlusconi, acusado de prostitución de una menor y de abuso de poder.
El jefe del gobierno rechazó indignado como «repugnante» la decisión de la magistratura milanesa y dijo que los jueces tienen «objetivos subversivos», mientras que en los medios de comunicación predomina una «difamación mediática» contra él. Berlusconi se dijo «totalmente inocente», acusó a los jueces de «inventar completamente» el caso y anunció que enjuiciará al Estado por daños y perjuicios.
El «rito del proceso inmediato» saltea la llamada «audiencia preliminar» que, tras varias sesiones, concluye con la decisión judicial de iniciar o no un proceso. En este caso, la jueza de Investigaciones preliminares, Cristina Di Censo, tiene cinco días para decidir el comienzo de la causa, aunque puede tomarse más tiempo.
Desde fines de abril de 2009, cuando su ex esposa Verónica Lario lo acusó de «frecuentar menores» y de organizar festines en sus lujosas residencias, Berlusconi ha sufrido un lento pero continuo deterioro por varios escándalos sexuales y de corrupción.
El llamado «Rubygate», por la joven marroquí Karima El Mahroug, ha superado a todos los otros y amenaza poner fin a la carrera política de Berlusconi, quien se niega a dimitir y asegura contar con el apoyo de los italianos en caso de elecciones anticipadas.
Los fiscales de Milán afirman tener las «pruebas evidentes» de que Berlusconi tuvo relaciones sexuales pagadas con «Ruby Robacorazones» entre febrero y mayo del año pasado, cuando la chica marroquí tenía 17 años.
Además, Berlusconi es acusado de abuso de poder porque hizo liberar a Ruby, detenida por hurto, con llamadas telefónicas a las autoridades policiales de Milán. Su argumento decisivo fue que Ruby «es sobrina del presidente egipcio Hosni Mubarak y hay que evitar un conflicto diplomático», una historia falsa.
Los policías largaron a Ruby pese a que una magistrada de menores había dispuesto internarla en una comunidad especializada.
Los magistrados italianos enviaron más de 500 páginas al Parlamento con los resultados de numerosas intercepciones telefónicas que comprometen a Berlusconi por las festicholas en su villa San Martino de Arcore, un suburbio de Milán, donde tras la cena había al parecer encuentros colectivos de índole sexual llamados «Bunga Bunga».
Ruby contó, según las intercepciones telefónicas de sus encuentros sexuales con Berlusconi, que le había pedido 5 millones de euros por su silencio. Pero la joven ahora dice que la relación con el premier fue totalmente casta.
La Cámara de Diputados, a la que pertenece Berlusconi como parlamentario, devolvió el «dossier» de los jueces que pedían autorización para allanar oficinas privadas del premier y argumentó que era el Tribunal de Ministros el que debía ocuparse del caso.
Tres allegados a Berlusconi bailan en la cuerda floja, acusados de favorecer la prostitución. Ellos son la consejera regional lombarda Nicole Minetti; el director del noticiario del Canal 4, Emilio Fede; y el productor televisivo Lele Mora. Los tres comparecerán en un proceso paralelo.
Fuente: http://www.clarin.com/mundo/justicia-italiana-inicie-juicio-Berlusconi_0_424757589.html