1- No descubrimos nada nuevo si decimos que la lucha que viene librando este resuelto grupo de familias campesinas de Medio Queso de Los Chiles, choca frontalmente contra las políticas del salvaje desarrollo capitalista en el agro costarricense. Tres décadas de implantación de Programas de Ajuste Estructural (PAEs) sellados con los más entreguistas Tratados de […]
1- No descubrimos nada nuevo si decimos que la lucha que viene librando este resuelto grupo de familias campesinas de Medio Queso de Los Chiles, choca frontalmente contra las políticas del salvaje desarrollo capitalista en el agro costarricense. Tres décadas de implantación de Programas de Ajuste Estructural (PAEs) sellados con los más entreguistas Tratados de Libre Comercio han terminado por destruir las bases productivas agro-alimentarias históricas del país al tiempo que la devastación ambiental se lleva a cabo a ritmos vertiginosos. La presión de los capitales imperialistas sobre la tierra ha sido y sigue siendo hoy tremenda: agro-industrias a gran escala, grandes desarrolladores turísticos e inmobiliarios, inversionistas del extractivismo depredador tras los recursos naturales del país. Es decir, la lucha campesina en Medio Queso por ese modesto pedazo de tierra en los recónditos de la Frontera Norte, es a todas luces por su contenido una lucha directamente anti-imperialista y anti-capitalista. Hoy se sabe de los fuertes intereses que existen sobre esas tierras por parte de grandes productores piñeros. A los mercadólogos del capitalismo (y por supuesto que al terrateniente usurpador de esas tierras que viene desalojando a los campesinos) no se les escapa tampoco el gran potencial turístico-inmobiliario y el valor de esas tierras ubicadas en una zona donde se proyectan grandes negocios a ambos lados de la frontera ( canales interoceánicos, extracciones mineras, consorcios bio-tecnológicos del «capitalismo verde», mega-proyectos hidroeléctricos, etc.) favorecidos en este caso por la inversión pública (más endeudamiento externo) en infraestructuras, incluida la vulgar «Trocha» del Gobierno de Laura Chinchilla que ha destilado por demás corrupción a diestra y siniestra. Tal es la dimensión económica (capitalista) y de clase (campesina) de esta lucha en Medio Queso que a la postre, nos compele a la actualización de las tareas y el programa de lucha contra un capitalismo costarricense semi-colonial y profundamente dependiente del imperialismo. Atrás han ido quedando aquellos gamonales y hacendados criollos. Hoy el latifundio y los nuevos terratenientes se han inevitablemente globalizado y eso da en efecto, otra dimensión más compleja, mas vasta, más feroz y represiva aún, a las luchas por la tierra del campesinado pobre en Costa Rica.
2- El aislamiento que rodeaba esta lucha campesina en Medio Queso se rompió en estos últimos días. Antes han transcurrido más de 18 meses durante los que se han tenido que resistir no sólo los embates y operativos de contingentes de la Fuerza Pública sino la violencia criminal de los grupos paramilitares a sueldo de un terrateniente usurpador que pretende esas tierras. Antes se han tenido que pasar momentos dramáticos de violencia física y psicológica contra esta familias, intentos de asesinatos con armamento pesado en los cuáles aún no ha habido muertos pero sí campesinos heridos de gravedad; ya puede decirse que esta lucha tiene a sus dos primeros mártires no-natos de aquella muchacha campesina a la que se le provocó el aborto de sus gemelos como efecto de «la gaseada» que le echó encima la Fuerza Publica; una y otra vez ha imperado la ley de tierra arrasada y de matar por hambre en cada desalojo… pero se resistió, se resiste y sin duda, se seguirá resistiendo. El aislamiento gubernamental e institucional ha sido sistemático. El Gobierno sólo ha atendido el conflicto enviando a las huestes antimotines armadas de garrotes y bombas lacrimógenas para hacerle el trabajo sucio al terrateniente. Los campesinos no eran atendidos entonces por el IDA, se les «atendía» eso sí en los calabozos del Comando de Los Chiles y en prácticamente todos los tribunales penales de aquel circuito judicial al mejor estilo criminalizante del Estado democrático-burgués costarricense. Obviamente Medio Queso apenas era una noticia esporádica y marginal en los grandes medios. Sin embargo, es claro que hoy esa heroica resistencia y movilización campesina, así en el campo como en la ciudad, está logrando revertir ese aislamiento. El «destape» ocurrido la semana pasada de un audio atribuido a un alto jefe de la Fuerza Pública de Los Chiles, paradójicamente le vino a dar un espaldarazo a esta lucha y especialmente en lo que a romper el aislamiento se refiere. Como se sabe, se trataba de un escalofriante plan e instructivo para asesinar «legalmente», con escenas del crimen pre-fabricadas y a mansalva, a los campesinos de Medio Queso, impartido presuntamente por ese oficial a los paramilitares del terrateniente. Esto ha conmocionado a la opinión pública nacional y ha sacudido el ánimo más elementalmente democrático en todos los sectores sociales. Cuando entonces esta última vez los campesinos de Medio Queso se vienen a la ciudad y bloquean y se plantan con dignidad durante 9 horas consecutivas frente a Casa Presidencial y son objeto de preocupación del Gobierno y de atención de los medios, eso, como ya vimos, «sí tiene precio».
3- Como igualmente se sabe, los campesinos de Medio Queso ya anteriormente habían hecho dos movilizaciones a San José, específicamente al IDA. Estas movilizaciones hicieron que el IDA por fin interviniera asumiendo el conflicto. Cuando ocurre ese último y escandaloso desalojo de la semana pasada, ya el IDA venía en pleno proceso de calificación de las familias campesinas y en negociaciones para la compra de la finca con los empresarios holandeses propietarios registrales de la misma. Como se ve, el terrateniente usurpador que ha provocado tanto atropello, no es en rigor aquí más que un parásito usurpador que pretende con esas tierras cobrarse una deuda que supuestamente tienen los holandeses con él (supuesto pago de mejoras). El punto aquí es que aquellas movilizaciones campesinas al IDA demandaban también que este instituto interviniera en la suspensión de los desalojos. Y hay que reconocer que el IDA en efecto se apersonó y solicito a los tribunales y al propio Ministerio de Seguridad la suspensión de los desalojos. Esto significa que ya estos últimos desalojos administrativos – que además de ilegales por sí mismos – los ejecuta el Ministerio de Seguridad temerariamente contra lo resuelto y solicitado por el IDA. Esto no es más que una aberrante contradicción política y jurídica de dos entes de un mismo Gobierno. Por eso hoy, cuando ya se conocen los acuerdos a que llegamos la representación campesina con el IDA en el marco de la manifestación en Casa Presidencial, puede decirse que no estamos sino ante un eslabón más de esa cadena de movilizaciones y reivindicaciones, sólo que esta vez en un plano más elevado, ya fuera de aquel ostracismo político y mediático en que se hallaba esta lucha, a tal punto que ya se requiere la intervención de la Asamblea Legislativa a efecto de allegar el presupuesto extraordinario para la compra de la finca en conflicto (tampoco hemos dejado de plantear la expropiación directa de la finca, asunto que facultativamente puede promover el IDA y decretar el Gobierno). En este aspecto de la parte política y agraria de esta lucha, puede entonces decirse que la movilización campesina de ayer en Casa Presidencial fue un gran logro, un gran avance.
No podemos decir lo mismo del otro aspecto, de la parte urgente y concerniente al Ministerio de Seguridad. La alta jerarquía de ese Ministerio no llegó (no quiso, no le dio la gana, lo pensó, ¡vaya uno a saber¡) a la reunión conjunta que se tendría con el IDA. El tema de los desalojos, de los planes criminales para asesinar campesinos, de la existencia de grupos paramilitares armados con armas pesadas (como se evidencia en el mismo audio que trascendió a la opinión pública), de la política criminal y represiva del actual Gobierno y su aplicación a este caso en particular, fueron temas que entonces quedaron pendientes. El compromiso es que se promoverá esa reunión en un día de la próxima semana. Una gran lección que extraemos de todo esto es que queda claro que si nos es a través de la presión, la resistencia y movilización en el campo y la ciudad, sin la más mínima confianza en la institucionalidad del Estado democrático-burgués costarricense y su Gobierno, sin esos elementos, sin esos métodos, muy probablemente esta lucha no habría podido avanzar hasta donde ha avanzado. Es de obligado continuar acompañando.
Fuente: http://revista-amauta.org/2012/12/la-lucha-por-la-tierra-en-medio-queso/