Los cultivadores clandestinos de cannabis en Holanda producen unas 625 toneladas anuales, con unas ganancias de 2 millones de euros, más de un tercio de todo lo que obtiene, en comparación, el sector hortícola del país.
El cultivo de marihuana aporta 2.000 millones de euros por año a los cultivadores clandestinos holandeses, afirmó este sábado un comisario de la policía en el diario NRC Handelsblad.
El diario indica a manera comparativa que la cifra de negocios de todo el sector hortícola en Holanda gira alrededor de los 5,500 millones de euros anuales.
«La demanda es importante en Inglaterra, Bélgica, Alemania, Francia, países escandinavos y ahora los países bálticos», dijo el comisario Max Daniel, encargado de la lucha contra la marihuana en Holanda.
«Sabemos que por lo menos 80% de la producción está destinada a la exportación. En Holanda hay 400,000 consumidores de hierba y de hachís. Si sólo fueran ellos el asuntos estaría controlado», añadió el comisario.
«Tenemos todavía la imagen del pequeño productor que cultiva unas plantas en su granero para pagar sus vacaciones en Benidorm (costa española)», pero la realidad es muy diferente, según el comisario, que habla de «profesionales».
Considera que tras los principales casos de asesinato, tráfico de armas y droga, hay cannabis en juego.
Además, fuentes policiales mencionadas por el comisario hablan de bancos que otorgan préstamos a los cultivadores, laboratorios ligados a las universidades, que los ayudan a incrementar su producción.
El 10 de julio, Holanda se dotó de un organismo de reflexión y concertación sobre la lucha contra el cultivo de marihuana que aumenta y es cada vez más profesional.
Durante la ceremonia para crear el organismo, el ministro holandés de Justicia, Ernst Hirsch Ballin, consideró que se trata «de un sector de actividad (…) que genera todo un circuito criminal».