Recomiendo:
0

La presión de las petroleras compromete los objetivos climáticos de la UE

Fuentes: La Marea

Las grandes compañías petroleras están utilizando las negociaciones comerciales entre la Unión Europea, Canadá y Estados Unidos para rebajar las regulaciones ambientales sobre la contaminación de los combustibles. Así lo denuncia un informe realizado por la ONG Amigos de la Tierra, que señala que las corporaciones se han valido de su influencia en los gobiernos […]

Las grandes compañías petroleras están utilizando las negociaciones comerciales entre la Unión Europea, Canadá y Estados Unidos para rebajar las regulaciones ambientales sobre la contaminación de los combustibles. Así lo denuncia un informe realizado por la ONG Amigos de la Tierra, que señala que las corporaciones se han valido de su influencia en los gobiernos norteamericanos para evitar el freno a la entrada de petróleo procedente de arenas bituminosas -mucho más contaminantes que el petróleo convencional- que establece la Directiva de Calidad de los Combustibles que se encuentra en trámite en Europa.

Esta organización, junto a Ecologistas en Acción y Transport & Environment, alerta de la insistencia del lobby petrolero internacional, integrado entre otras compañías por Repsol, para imponer el consumo de petróleos sucios. El crudo procedente de arenas bituminosas, afirma el informe, es un 23% más contaminante que el convencional, pero las compañías petroleras han realizado ya una importante inversión para hacer viable su extracción y comercialización. En términos generales, recoge el estudio, se han invertido 112.000 millones de euros en arenas bituminosas canadienses entre 2001 y 2012.

Y es que uno de los mayores yacimientos del mundo se encuentra en Alberta (Canadá), donde desde 2001 han puesto el ojo multinacionales como Shell, ExxonMobil, BP, Sinopec, Chevron, Conoco Phillips y Total S.A. Por su parte, Repsol ha destinado importantes sumas de dinero a las refinerías de petróleo españolas para permitir el refinamiento de este tipo de petróleos. Hace sólo un mes, la refinería situada en Muskiz (País Vasco) recibió el primer cargamento de prueba para testar su correcto funcionamiento. Las arenas bituminosas canadienses son uno de los escasos grandes recursos petrolíferos a los que estas empresas tienen acceso sin trabas, pues han perdido el control sobre las reservas de muchos países hasta el punto controlar apenas un 6% de las reservas mundiales, por el 85% que tenían en los años 60.

Lejos del aumento de la contaminación que lleva aparejada este tipo de combustibles, los objetivos climáticos de la Unión Europea caminan en sentido contrario. En 2009, la institución comunitaria aprobó reformar la Directiva de Calidad de los Combustibles, que busca que en 2020 el petróleo consumido en el sector del transporte tenga un 6% menos de emisiones asociadas a su consumo respecto a las que tenía en 2010. Ello debería suponer una de las herramientas que permitan a la UE cumplir el objetivo de una reducción del 20% de las emisiones de efecto invernadero en 2020 respecto a las de 1990.

Pero la reforma, cinco años después, todavía no se ha llevado a cabo. La Comisión Europea todavía tiene pendiente de aprobar el contenido de la misma, así como los mecanismos y procedimientos para ponerla en práctica. Según las organizaciones ambientales, las negociaciones entre Europa y Estados Unidos sobre el Tratado de Comercio e Inversiones (TTIP), y las de la UE con Canadá sobre el Acuerdo Económico y Comercial Global (CETA), están poniendo en peligro que la reforma finalmente se lleve a la práctica.

Estrategia de lobby

El informe, realizado en base a documentos oficiales, desvela las medidas de presión que las grandes compañías petroleras están llevando a cabo para tratar de frenar la regulación ambiental. Envíos de cartas y reuniones con los técnicos encargados de las negociaciones y los respectivos gobiernos, múltiples declaraciones públicas, y amenazas de llevar el caso a la OMS son algunas de las estrategias de presión utilizadas por las multinacionales. Entre los diferentes agentes implicados se encuentran, entre otros, los gobiernos de Canadá y Estados Unidos, la Cámara de Comercio de EEUU, la patronal Bussiness Europe de la UE, la Organización Mundial del Comercio y los técnicos encargados de las negociaciones.

Pese a la enorme opacidad con las que se están llevando a cabo las negociaciones del TTIP -una filtración a través del portal Filtra.la publicada en La Marea permitió conocer que la entrada de multinacionales a los servicios públicos europeos es una de las cartas que se han puesto sobre la mesa durante la negociación- la documentación a la que han tenido acceso los autores del informe pone de manifiesto el interés por eliminar una Directiva que vetaría la entrada masiva del petróleo sucio procedente de las arenas bituminosas de Canadá.

Amigos de la Tierra destaca que «si la presión del sector petrolero es tan grande es porque la única manera de hacer viable la explotación del petróleo de las arenas bituminosas de Canadá es a través del mercado europeo, ya que el mercado de EEUU se encuentra saturado». Tras conocer estas informaciones, las ONG exigen a la UE que «en ningún caso» se utilice la normativa ambiental como moneda de cambio en las negociaciones comerciales.

Fuente: http://www.lamarea.com/2014/07/20/la-presion-del-lobby-petrolero-compromete-los-objetivos-climaticos-de-la-ue/