Siempre me impresionó Puerto Rico. No solo por el aroma a Caribe, la alegría de su gente o la salsa de Héctor Lavoe o Gilberto Santa Rosa sino por su historia y de cómo la música está ligada a la política. Un ejemplo del pasado fue el guerrillero y artista de la Sonora Ponceña, Filiberto […]
Siempre me impresionó Puerto Rico. No solo por el aroma a Caribe, la alegría de su gente o la salsa de Héctor Lavoe o Gilberto Santa Rosa sino por su historia y de cómo la música está ligada a la política. Un ejemplo del pasado fue el guerrillero y artista de la Sonora Ponceña, Filiberto Ojeda, acribillado por 200 agentes del FBI. Quince años después, la música y la política, se vuelven a expresar en una inspiradora rebelión popular, que ha conmovido al mundo, esta vez de la mano de Bad Bunny, Calle 13 y Ricky Martin, entre otros.
Y no es para menos. El #telegram gate (800 páginas de chats difundidas por el Centro de Periodismo Investigativo -CPI-), donde el gobernador Ricky Roselló y su entorno, expresaron declaraciones misóginas, homofóbicas, de burlas al drama humano post huracán María y de corrupción, produjo un movimiento de indignación de miles de ciudadanxs, que después de dos semanas, terminó con el mandato del líder político del Partido Nuevo Progresista (PNP). Pero este proceso no se dio como un rayo repentino en cielo sereno.
Responde, por un lado, a la recesión que vive hace diez años con la fuga de capitales gracias al retiro del «régimen de exenciones tributarias empresariales» y que en combinación con la corrupción de políticos locales y norteamericanos, conllevaron al default de la administración boricua con una deuda de $70 000 millones (con los bonos buitres) y $30 000 millones (con fondos de pensiones), generando a la vez, decenas de miles de despedidos y una pobreza que bordeaba el 52.3% hasta antes del desastre (según el CIC de la Univ. Puerto Rico, diario Nuevo Día, 27/11/17), sin que su dependencia colonial a EE.UU. haya originado un salvataje.
Y por otro, al huracán María del 09/17, una catástrofe humanitaria sin precedentes con más de 4 mil muertos, que «recibió» un presupuesto de $40 000 millones por parte del gobierno federal para la reconstrucción y que los políticos pro burgueses aprovecharon para enriquecerse, produciendo a la vez la captura de varios funcionarios y empresarios/contratistas del entorno de Roselló por orden del FBI en el 2017 (una versión peculiar parecida a Lavajato en Perú), profundizando la bancarrota del pseudoestado boricua y poniendo la economía bajo «supervisión» de una Junta de Control Fiscal nombrada por el Congreso yanqui.
Las movilizaciones, que tuvieron su punto más álgido en el Paro del 22 de julio, con un promedio de un millón en las calles (de cerca de 4 millones de pobladores), tienen una composición heterogénea combinando el neonacionalismo (independentistas y opositores del mismo partido de Roselló), así como agrupaciones de izquierda (Partido del Pueblo Trabajador, etc.), movimientos juveniles, feministas y LGBTI.
Un factor importante jugó la música comola de Calle 13, con rimas como » Según este compadre, mi mai junto con todas las mujeres / Son igual de putas que su madre… La hipocresía del país en general/Tirar piedras en Venezuela está bien, pero en Puerto Rico está mal/Esto va pa’ los artistas internacionales:/ ¿Y las banderitas de Puerto Rico en las redes sociales?… Si el pueblo entero quiere que te vayas, caradura/Y tú te quedas, entonces estamos en dictadura…» o de Bad Bunny como, » El pueblo no aguanta más injusticias/Se cansó de tus mentiras y de que manipules las noticias…/Arranca pa’l carajo y vete lejos/Y denle la bienvenida a la generación del «Yo no me dejo»…/ Vandalismo es que siempre voten por los mismos/Y se roben to’s los chavos de educación/Mientras cierran escuelas y los niños no tienen salón…».
El ascenso de Roselló al poder tuvo como una de sus banderas el rechazo a las posiciones independentistas y más bien convertir a la tierra de J Lo en el Estado 51 de EE.UU. (el Partido Popular Democrático plantea el Estado libre asociado mientras que el partido independentista plantea la independencia respecto a EE.UU. teniendo su mayor auge en 1952 con el 20% y 15 legisladores). Una vez en el poder su régimen ingreso en un proceso de descomposición acelerada e impresionante.
No obstante, la crisis política pareciera que no acaba ahí y más bien ingresa a una nueva fase (es diferente un derrocamiento por la movilización social como en Perú/Bolivia/Ecuador/Argentina que una salida «ordenada»). Y es que Roselló declaró que abandonaría el cargo todavía el 2 de agosto y que en el mismo dejaría a la cuestionada secretaria de justicia, Wanda Vásquez, lo que ha producido el rechazo por las redes sociales con el hashtag #wandarenuncia y la convocatoria a otras marchas. «… Me reitero, no tengo interés en ocupar el puesto de Gobernadora. Es un dictamen Constitucional. Espero que el señor Gobernador identifique y someta un candidato para el puesto de Secretario/a…», dijo la funcionaria (Primera Hora, 28/07/19).
Para algunos analistas, la crisis puede acabar con el bipartidismo del PNP (que tiene la mayoría de legisladores) y el PPD, y puede ser capitalizada por independientes como el movimiento Victoria Ciudadana de la empresaria Alexandra Lúgaro (que obtuvo el 16% en el 2016) o el socialdemócrata partido independentista que tiene un senador y algunos legisladores, ya que si bien es verdad, antes, el status colonial de la Isla, beneficiaba al puertorriqueño, pues, ahora, ad portas de una nueva recesión de la economía mundial, el mismo status se convierte en un problema.
Por su lado, el analista Juan Duchesne-Winter, escribió, «…Una significativa mayoría del electorado puertorriqueño es muy consciente de la importancia de los fondos federales. También es consciente de que Puerto Rico, con deuda, bancarrota y huracán María, sigue siendo el país del Caribe con más alto nivel de vida (posibilidades de consumo, de movilidad, etc.)…Ello conlleva, en términos inmediatos, a que la increíblemente rápida destrucción y autodestrucción de Ricky Roselló (cual un libreto de Bertolt Brecht) podría contribuir al advenimiento del «infierno tan temido» para los soberanistas, que es la anexión…», («¡Ricky, renuncia!»¿Por qué estalló Puerto Rico y qué escenarios se abren?, Nueva Sociedad, julio/2019).
Pase lo que pase, Puerto Rico, no será el mismo. Contra todo el sistema reaccionario en contra (Jaime Bayli apoyó a Roselló), así como en el Perú de la Marcha de los 4 Suyos (punto más álgido de un proceso de acumulación de fuerzas), el pueblo boricua dijo Basta ya y puso su sello en la historia conquistando una victoria parcial. Pero, la intensa espontaneidad del movimiento, a la vez que es una fuerza poderosa también puede ser un punto débil, si es que no se sacan las conclusiones políticas correspondientes: Un recambio político dentro del marco del mismo régimen político, una izquierda popular dividida, y la ausencia de un Plan de Lucha. Más aún cuando lo que se viene para lxs trabajadorxs puertorriqueños es más Planes de ajuste, despidos y desigualdad social.
César Celada, director de la revista La Abeja (teoría, análisis y debate).
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