Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos.
Alégrate. Alégrate. Se ha roto la primera cadena del vasallaje. No hay duda de que la arreglarán, pero celebremos la independencia mientras dure. Por primera vez en cincuenta años la Cámara de los Comunes [británica] ha votado en contra de participar en una guerra imperialista. Consciente de la profunda y continua oposición dentro del país y entre la clase militar, los miembros del Parlamento decidieron representar la voluntad del pueblo. Los discursos de los tres líderes fueron bastante patéticos. Ni la enmienda de la oposición ni la resolución de guerra pudieron lograr suficiente apoyo. Es todo lo que necesitábamos. Los treinta raros disidentes conservadores que hicieron que fuera imposible la participación británica [en el ataque a Siria] votando en contra de sus líderes merecen nuestra gratitud. Quizá ahora la BBC empiece a reflejar la opinión popular en vez de actuar como la voz de los belicistas.
Dado el estatus que Gran Bretaña tiene en el extranjero como encarnizado edecán de Washington, esta votación tendrá una resonancia global. En el propio Estados Unidos la votación de Londres aumentará la inquietud, ya evidente en la instrucciones extraoficiales a la prensa que afirman que no existen pruebas sólidas que vinculen al régimen con el ataque con armas químicas. «¿Cómo?», se preguntarán unos a otros los ciudadanos estadounidenses, «¿nuestro seguidor más leal nos abandona justo antes de atacar?» ¿Qué significa todo esto?¿No deberíamos debatir el asunto? El lenguaje de Obama en las entrevistas de ayer [29 de agosto de 2013] no era diferente del de Bush. En realidad dijo que las razones de emprender el ataque eran que estas armas químicas «se podían utilizar contra Estados Unidos». ¿Quién podría utilizarlas? Al-Qaeda, etc. Perdone. ¿Acaso no está de su parte en este conflicto en particular y acaso el verdadero objetivo del ataque no es fortalecer a una de las partes en contra de la otra en esta horrible guerra civil?
Mientras, también en Europa la votación en el Parlamento británico tiene las repercusiones de una onda expansiva. La elite alemana (salvo su componente verde) tiende a temer la guerra. Esto deja a François Hollande como único partidario entusiasta de Washington de primera fila en la Unión Europea. ¿Quién es ahora la Mula de Troya en Europa? Cameron acusó a Blair y a la guerra de Iraq del escepticismo que reina en el país. Es cierto. Pero no olvidemos que los conservadores también respaldaron con firmeza esa guerra. Recuerdo ver al horrible [Michael] Glove debatiendo en televisión en aquellos días: era peor que la mayoría de los defensores de Bush en Estados Unidos.
Es cierto que al haber mentido una vez, la gente está menos inclinada a volver a creer al gobierno en estas cuestiones. Cameron adoptó una imitación aceptable de Blair, pero los tiempos están cambiando. No pudo convencer a su propio partido.
Mientras tanto, Washington está decidido a ir ahora solo con Francia. Por eso es prematuro celebrarlo demasiado. La coalición Stop the War en Gran Bretaña no tiene equivalente en ninguna parte de Europa o de Estados Unidos. Incluso en momentos aislados (la invasión y bombardeo de Libia, por ejemplo) se mantuvo la presión. La manifestación convocada mañana es aún más necesaria que antes, para celebrar nuestro triunfo aquí sin olvidar que Obama vuelve a salir a la guerra.
Fuente original: http://www.informationclearinghouse.info/article36033.htm