Sin lugar a dudas, Estados Unidos ha echado mano de su antiguo instrumento mediático y subversivo, la Voz de las Américas (VOA), despojándolo de sus telarañas y de su dudosa eficacia de ayer, cuando fue creada en 1942 bajo el soporte de las estaciones de onda corta de la Columbia Broadcasting System (CBS) y de […]
Sin lugar a dudas, Estados Unidos ha echado mano de su antiguo instrumento mediático y subversivo, la Voz de las Américas (VOA), despojándolo de sus telarañas y de su dudosa eficacia de ayer, cuando fue creada en 1942 bajo el soporte de las estaciones de onda corta de la Columbia Broadcasting System (CBS) y de la National Broadcasting Company (NBC), para usarlo en su actual arremetida contra las naciones progresistas de América Latina como Venezuela, Bolivia, Cuba (quien le ha padecido e ignorado durante cinco decenios), Ecuador y Nicaragua.
Si bien se empleó para atacar a la Alemania de Adolph Hitler, posteriormente fue uno de los principales voceros de la guerra ideológica contra el desaparecido campo socialista europeo y, particularmente, contra la Unión Soviética, contra la cual empezó a transmitir infundios desde el 17 de febrero de 1947.
Estados Unidos ha comenzado una enorme batalla por recuperar el terreno perdido en cuanto a su pasada y exclusiva dominación en América Latina y la VOA parece ser una de sus cartas de triunfo para enfrentar la creciente lucha de nuestros países por despojarnos de su yugo neocolonial y de la heredada dependencia a sus designios.
Nuevo papel de la VOA para América Latina
Distorsionar la realidad y las transformaciones que experimentan los pueblo de gobiernos progresistas en Latinoamérica (entiéndase Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia y Nicaragua), satanizar la esencia independentista y unificadora del ALBA, usando el manido argumento de supuestas violaciones de la democracia y los derechos humanos, tildar de terroristas a quienes realmente sufren a causa de otros el peso doloroso de ese flagelo, son varios de los argumentos esgrimidos por los detractores de la VOA.
Estados Unidos centra su atención en los procesos revolucionarios y progresistas y usa la VOA como instrumento ideológico para confundir y para minar las bases de estos movimientos. Con un extenso y abarcador conglomerado mediático, la VOA opera hoy 319 estaciones radiales de onda corta y FM afiliadas en Sudamérica y 95 canales de televisión, televisión por cable y satélite, así como mediante varias páginas de internet.
Sus principales focos de atención son:
– Bolivia: Cuenta con 199 emisoras afiliadas dedicadas a desestabilizar al gobierno de Evo Morales, alentar los intentos fraccionalistas de la burguesía, confundir y demonizar al gobierno y sus acciones a favor de la mayoritaria población de origen indígena. Dentro de estos medios a través de los cuales difunde su veneno ideológico se encuentran las emisoras radiales San Miguel AM, Centenario FM, Maria Auxiliadora, Los Andes, RTC Deportiva de Cochabamba, Kollasuyo de Potosí, Once de Octubre, La Plata SRL de Sucre, ABC Noticias de Santa Cruz, Maria de Los Angeles de Ivirgarzama, Caranavi, Luis de Fuentes de Taraija, Digital Sur de La Paz, Radio Yungas y la Estrella 93.1 de Cochabamba.
La estrategia subversiva y desestabilizadora de Estados Unidos en Bolivia tiene como protagonistas, tal como denunció oportunamente la analista Eva Golinger, a la USAID y a la Oficina de Iniciativas para la Transición (OTI) en Bolivia, inaugurada en marzo de 2004, así como a Casals & Asociados, quienes abastecer de medios financieros a los más de 300 organizaciones y proyectos desestabilizadores contra el gobierno de Evo Morales.
Casals & Asociados, apoyándose en la OTI y la VOA han dirigido sus ataques con vistas a minar la base popular del presidente Morales, entorpecer el trabajo de la Asamblea Nacional y exacerbar el separatismo de de las regiones más ricas como Santa Cruz y Cochabamba.
– Ecuador: Opera la VOA con casi una decena de medios y programas que transmiten su emisión insidiosa contra el gobierno de Rafael Correa, entre los que se destacan La Voz de los Caras. Radio Quito, Bolívar FM. Organización Radio Centro, El Telégrafo y la Prensa, la Voz del Tomebamba, Luz y Vida, Ecos del Oriente. HCJB World Radio, C.R.E. y Melodia, y las Ondas Azuayas de Cuenca.
La VOA y sus emisoras afiliadas en Ecuador trabajan sistemáticamente con vistas de confundir ideológicamente a las masas populares e indígenas, apoyada por el trabajo de zapa que realizan varias ONG. Como resultado de esta táctica han logrado crear conflictos diversos entre el gobierno y el movimiento indígena mediante el empleo de la mentira, la confusión y la detracción de los objetivos reformadores del gobierno de Rafael Correa.
– Venezuela: Varias emisoras asociadas a la VOA alientan a la conspiración anti chavista y tienden a confundir a las bases populares con una permanente programación cargada de desinformación y ataques ideológicos, tales como Nacional de Venezuela [1], Caracas Radio, Rumbos 15, KYS FM de Caracas, La Voz de Maraven de Lagunillas, Súper Estéreo de Porlamar e Industrial Guarenas. Globovisión también ha creado un sólido maridaje con la VOA.
– Nicaragua: Bluefields Estéreo, Hermanos de Matagalpa, Miskut/Bilwi de Managua, Radio Corporación de Managua, el Diario de Leon, la Voz del Pinar de Ocotal y Rumbos de Rivas.
Todo el andamiaje ideológico de la VOA y sus emisoras asociadas está dirigido a inculpar al gobierno sandinista de fraude electoral en la campaña de elecciones municipales de noviembre de 2008 y a satanizar al presidente Daniel Ortega. Al respecto, la VOA ha atacado la decisión de la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua de admitir la reelección de Ortega para un nuevo mandato presidencial.
Aunque la división en idioma español de la VOA cuenta con cerca de 20 empleados en su sede central y un presupuesto reducido de tres millones de dólares, el financiamiento total de su actividad permanece en absoluto secreto. Mucho dinero se reparte entre sus afiliados en América Latina para condicionar su programación para sus fines subversivos y contrarrevolucionarios. La planeada incorporación de las instalaciones de las fallidas e inútiles Radio y TV Martí en Miami, pretenden agrandar y enriquecer la actividad mediática de la VOA, de acuerdo con los actuales planes de injerencia de la administración Obama.
Tal vez la actividad más peligrosa que lleva a cabo la VOA dentro de su actual estrategia desinformativa y de difusión de terrorismo ideológico, es la creación de talleres de capacitación con el fin de preparar a decenas de periodistas independientes para que cumplan tareas quintacolumnistas dentro de sus países y se dediquen a sabotear las políticas progresistas de sus gobiernos, sobre todo en el caso de periodistas de Bolivia.
Reviviendo su rol siniestro de la Guerra Fría
La VOA ha sido uno de los principales detractores del gobierno de Hugo Chávez, empleando para ello (desde que éste asumió la presidencia venezolana en 1999), un sinnúmero de variados resortes mediáticos para satanizarlo ante la opinión pública internacional y ante sus seguidores. Desempolvando la Operación PB Success, empleada contra el presidente Árbenz en 1954 por la CIA, se ha venido acusando a Chávez de manera reiterada, tildándolo de dictador, narcotraficante, terrorista, violador de los derechos humanos, represor, guerrerista y otros inmerecidos epítetos.
Empleando su amplia cobertura, la Voz de las Américas, administrada por el International Broadcasting Bureau, a su vez dependiente de la Broadcasting Board of Governors y del propio presidente Obama, transmite a todo el mundo su mensaje mediático y desinformativo contra Venezuela. Un papel especial en cuanto a su agresividad lo han desempeñado las periodistas Patricia Dalmasy y Angélica Mora.
El 23 de octubre de este año, Patricia Dalmasy, en el segmento informativo de la VOA conocido Punto y Contrapunto, dirigió fuertes ataques contra Chávez, los países del ALBA y la supuesta difusión del terrorismo en América Latina por la República Bolivariana de Venezuela en alianza con Irán.
Por su parte, Angélica Mora, periodista chilena con un amplio historial al servicio de la actividad de guerra ideológica contra Cuba y las naciones progresistas de América Latina, pues laboró como jefa de corresponsales en Radio Martí, se ha dedicado a enfilar sus cañones venenosos contra Chávez desde su programa Ventana a Cuba, transmitido cada domingo a las ocho de la noche. Prueba de ello son unas declaraciones suyas en dicho programa en las que denomina al presidente venezolano como el Faraón Tut: «Antes de montarse de nuevo en su avión ya reparado hacia Quito se reunirá con el presidente electo de El Salvador. Mandatario recién electo, izquierdista hasta los tuétanos, que irá a pedir dinero de las maltrechas arcas de Venezuela para consolidarse en el poder. Total toda la campaña presidencial se la debe a Tut Chávez.»
«El presidente electo de El Salvador, Mauricio Funes, del izquierdista FMLN, llega con la mano estirada, disfrazado como para llevar a cabo discusiones en temas energéticos, de cooperación en salud, comercio y petróleo».
Esta irrespetuosa alabardera de la difamación, privilegiada dentro de la VOA por sus posiciones extremistas y contrarrevolucionarias, trabajó en Venezuela para Radio Caracas Televisión (RCTV). Posteriormente fue corresponsal de esta televisora y del diario El Nacional de Caracas en los EE UU, pasando posteriormente e ingresar la nómina de Radio Martí.
La labor actual contra Venezuela se hace sobre la base de revivir los añejos Proyectos Troy y Camelot, empleados por la CIA y la VOA contra el desaparecido campo socialista europeo y la Unión Soviética. Son estos proyectos la prueba de que Estados Unidos recurre a sus viejas armas ideológicas y de guerra sicológica en sus ataques mediáticos contra las naciones del ALBA.
En el caso del proyecto Troy, basado en la ofensiva desinformativa mediante el empleo de la radiodifusión, éste ha sido modernizado mediante el empleo de la televisión por cable y la Internet.
Según declaraciones de Dan Austin, director de la VOA, el pasado 4 de marzo de 2009 al sitio America.gov, su organización «continuará difundiendo noticias y programas informativos a más de 130 millones de personas en todo el mundo, a la vez que explora nuevos medios para comunicarse con este público». Avalando las ventajas de la VOA, según la vieja visión renovada del uso de la VOA, agregó: «Todo lo que he visto o escuchado de la nueva administración Obama y de la gente en el Congreso es que entienden que lo que hacemos es, dólar a dólar, una de las mejores inversiones que el contribuyente estadounidense puede hacer».
Con un presupuesto anual de cerca de 190 millones de dólares, la VOA modernizó sus transmisiones hacia Nicaragua, según reconoció la propia embajada estadounidense en Managua, mediante el empleo de la televisión por cable.
En el caso de Venezuela, la aplicación del modernizado proyecto Troy ha abarcado el empleo de todo el andamiaje mediático en manos de la burguesía venezolana, la que cuenta con varios canales de televisión y periódicos y revistas. La publicación de folletines y libros cargados de veneno y tergiversación ha sido otro de los mecanismos empleados por la VOA y sus cómplices en la guerra ideológica contra Chávez.
Dentro de las maquinaciones de la VOA relacionadas con el modernizado proyecto Troy se encuentra el trabajo con estudiantes universitarios, el sostén de una supuesta disidencia interna, la preparación de personas para participar en los procesos desestabilizadores en cursos de capacitación e intercambios universitarios, tal como lo ha hecho Isreal en Nicaragua y Estados Unidos con los venezolanos.
El trabajo realizado en Estados Unidos con un grupo de periodistas aliados al golpismo en Venezuela para convertirlos en usuales difamadores de la realidad en ese país, como Patricia Poleo y una amplia gama de periodistas aliados a las intentonas golpistas, la creación de organizaciones de contrarrevolucionarios como Orvex y American Democracy Watch, el trabajo con las mafias políticas en el exterior a las que reorienta para desarrollar ataques cargados de perfidia y desinformación, el monitoreo e interrogación a los viajeros procedentes de los países del ALBA, son práctica enmarcadas dentro del modernizado proyecto Troy.
Por su parte, el proyecto Camelot, desarrollado por la CIA y la VOA en 1963, está encaminado a la búsqueda de información de inteligencia, realización de modelaciones y para establecer la dirección de los ataques desinformativos. Puesto en práctica en varios escenarios como Cuba, el Congo y Chile, el vasto plan de espionaje contemplado en el proyecto Camelot está centrándose actualmente en Venezuela con una variedad de técnicas como la captación de estudiantes universitarios como entes desestabilizadores, empleo de diferentes técnicas de persuasión, reclutamiento de quinta columnistas, movilizaciones y marchas de contenido provocador y desestabilización, campañas desinformativas y otros artilugios.
La demonización mediante ataques en que se inculpa a los países del ALBA con vinculaciones al narcotráfico, armamentismo y espionaje, es otra variante de las campañas de difamación de la VOA. Así sucedió en la edición del 10 de noviembre de 2008, cuando esta vocera del imperialismo fustigó a los representantes diplomáticos cubanos en Washington por mantener supuestas actividades de espionaje dentro de los Estados Unidos.
Muchos contrarrevolucionarios y agentes de CIA como Carlos Alberto Montaner han encontrado un espacio dentro de la VOA para atacar y denigrar a Cuba, así como los entrañables vínculos de ésta con Venezuela. No ha faltado tampoco la presencia de escuálidos como el golpista Manuel Rosales, quien pidió a través de la VOA el 15 de octubre de 2007 una condena de la OEA a Venezuela por pretendidas violaciones a los derechos humanos.
En otra noticia difundida por la VOA el 25 de junio de 2003 se acusó a Cuba y a Venezuela de falsas inculpaciones sobre violaciones a las instituciones democráticas. Es una reiteración permanente en sus ataques ideológicos.
La VOA contra Cuba
Apenas triunfó la Revolución Cubana, el I 21 de marzo de 1960, la VOA inició sus agresiones radiales contra la Isla, mediante un programa en español dirigido a fomentar la desestabilización interna y a desinformar al pueblo cubano. Radio Swam, ubicada en un islote ubicado en el Golfo de Honduras nombrado Isla Swam, y que comenzó a transmitir el 17 de mayo de ese mismo año, sería la encargada de difundir a todo el territorio cubano su veneno desinformativo. La CIA no tuvo reparo en usar a esta emisora clandestina sin registrarla ante el Registro Internacional de Frecuencias de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), ni registrada tampoco ante el North American Regional Broadcasting Agreement.
El discurso ideológico de Radio Swam contemplaba la incitación al terror, el sabotaje y la desobediencia civil. Hizo una apología desenfrenada a la persecución del comunismo y a favor del asesinato de los principales líderes del proceso revolucionario.
Tras el bochornoso fracaso de la Brigada 2506 en las arenas de Playa Girón y Playa Larga, a la que ayudó durante la invasión mercenaria, Radio Swam se transformó, por obra y gracia de sus jefes de la CIA, en Radio América.
Según expresó el profesor Arnaldo Coro Antich el 3 de mayo del 2007, perteneciente al Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en una ponencia en el Coloquio Libertad de Prensa contra la mentira imperial, los años subsiguientes al fracaso de Playa Girón fueron el espacio ideal para un incremento de la agresión radio eléctrica contra Cuba.
Según Antich, «Entre 1962 y 1985 se mantuvieron las transmisiones contra Cuba por ondas medias y cortas mediante la Voz de América, así como una gran cantidad de emisoras supuestamente «clandestinas» que eran financiadas por la CIA, como parte de los paquetes de programas encaminados a dotar a los grupos contrarrevolucionarios de su propia «identidad radial», como el caso de Alfa 66, La Voz del Cid y otras muchas. Igualmente las emisoras de habla hispana de Miami fueron dotadas de permisos especiales de la Comisión Federal de Comunicaciones, FCC, para que aumentaran la potencia de sus transmisores, y cambiaran los patrones de radiación de sus antenas direccionales.»
Fue precisamente en 1985, cuando el 20 de mayo de ese año nació Radio Martí como un servicio de la VOA, la que pasó a usar la frecuencia usada hasta ese momento por la Voz de las Américas en sus agresiones ideológicas contra Cuba, de acuerdo con el aval de la ley publica 98-111 de 1983, conocida como Ley de Transmisiones hacia Cuba.
Con la creación de Radio y la TV Martí, el programa de agresiones ideológicas contra Cuba alcanza su cenit, destinándose millonarias cifras con este propósito por la Casa Blanca y buscando diversas soluciones técnicas para hacer llegar su señal a la Isla. George W. Bush hizo todo lo posible durante su mandato para lograr la erosión del proceso socialista en Cuba al precio que fuera necesario.
Con el surgimiento de Radio Martí y la TV Martí, no desapareció el papel asignado a la VOA, que ha mantenido su programa Ventana a Cuba, como un espacio para difundir las mentiras de sus lacayos de la contrarrevolución interna, los supuestos periodistas independientes y otros lidercillos y vividores sobredimensionados por la propaganda mediática.
Sin lugar a dudas, repito, Estados Unidos ha emprendido una guerra informativa sin cuartel contra los países del ALBA, particularmente contra Cuba y Venezuela, así como contra los movimientos progresistas en América Latina. Solo contra la Isla de la Libertad trasmiten actualmente 15 emisoras, usando 34 frecuencias diferentes y con más de dos mil horas de agresión contrarrevolucionaria.
Nota de Rebelión:
[1] El autor se disculpa por el error involuntario de haber incluido a la Radio nacional de Venezuela entre los medios opuestos al proceso revolucionario en Venezuela. Ver: Disculpas de Percy Francisco Alvarado Godoy a Radio Nacional de Venezuela
Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.