Carga con el sambenito de ser el hombre que en 1998 hizo caer el Gobierno de Prodi, tras retirar su apoyo parlamentario. Berlusconi le ha conjurado durante la campaña electoral, alertando a los ciudadanos de la eventualidad de que, en caso de una victoria del centro izquierda, Prodi no consiga mantener unidos a sus aliados […]
Carga con el sambenito de ser el hombre que en 1998 hizo caer el Gobierno de Prodi, tras retirar su apoyo parlamentario. Berlusconi le ha conjurado durante la campaña electoral, alertando a los ciudadanos de la eventualidad de que, en caso de una victoria del centro izquierda, Prodi no consiga mantener unidos a sus aliados y su Gobierno vuelva a caer. Una posibilidad que Bertinotti niega ardientemente: «Si ganamos, Prodi gobernará durante cinco años».
Pregunta.- Los sondeos dan como vencedora a la coalición de centro izquierda pero no por una gran ventaja. ¿Ganarán ustedes finalmente las elecciones?
Respuesta.- Sí. En este largo viaje del pueblo italiano creo que la proporción de los que quieren el cambio es netamente superior a los que no lo quieren. Las consecuencias negativas del Gobierno Berlusconi son mucho más graves y mucho más profundas de lo que en un principio se pueda imaginar.
P.- Y para usted, ¿cuáles son los peores efectos de cinco años de Gobierno Berlusconi?
R.- La precariedad. La difusión de la precariedad, de la incertidumbre, del miedo al futuro. Todo ello es resultado de la aplicación de políticas neoliberales, políticas que estos días en Francia están siendo contestadas a través de manifestaciones y revueltas juveniles y que en Italia lo serán por medio del voto.
P.- Muchos italianos piensan que una coalición como la que lidera Prodi, que engloba a 11 partidos muy diversos, no podrá permanecer unida mucho tiempo…
R.- Por desgracia, en un sistema electoral mayoritario como el que ahora tenemos, las grandes coaliciones son obligatorias. Para ganar, para conquistar el poder, es necesario acudir con una coalición amplia. Y lo mismo vale para el centro izquierda que para el centro derecha. Lo que ocurre es que la coalición de centro izquierda tiene asegurada su unidad porque tenemos un programa común.
P.- Un programa común que, sin embargo, deja fuera alguna de las cuestiones que ustedes consideran fundamentales. Como, por ejemplo, el reconocimiento de las parejas de hecho en igualdad de condiciones que los matrimonios heterosexuales.
R.- Yo estoy muy contento con el programa. Por supuesto es un programa consensuado entre todos los miembros de la coalición, y como tal no puede recoger todas las propuestas de todos los partidos. Pero es un programa que está marcado por una clara impronta reformadora. No le oculto que para nosotros es un sufrimiento el que no estén recogidas las parejas de hecho, pero el programa en conjunto creo que es bueno.
P.- En 1998 su partido, Refundación Comunista, fue el responsable de la caída del Gobierno Prodi al retirarle su apoyo parlamentario.Berlusconi ha tratado constantemente de asustar al electorado de que la historia se puede repetir en caso de una victoria del centro izquierda ¿Qué puede decirles a las personas que temen esa posibilidad?
R.- Lo primero que esas personas deben de saber es que en 1998 no teníamos un programa en común, sino que cada uno de nosotros concurrió a las elecciones con un programa diverso y que no hubo una alianza sino un pacto de supervivencia. Refundación Comunista tenía un programa absolutamente diverso del de la coalición de centro izquierda de entonces, y apoyamos por un acto de generosidad a un Gobierno que sin embargo no supero la prueba y defraudó nuestras expectativas. Esta vez, por el contrario, tenemos un programa común y una alianza que no es sólo electoral sino programática.Son dos situaciones completamente diversas. Si ganamos Prodi gobernará por cinco años.
P.- ¿Il Professore no le guarda rencor por haber hecho caer su Gobierno? ¿Cual es su relación personal con él?
R.- Muy buena. Incluso en los momentos más difíciles, nuestra relación personal jamás se ha visto afectada por nuestras diferencias políticas.
P.- Si gana el centro izquierda las elecciones ¿cuáles serán los principales desafíos a los que tendrá que enfrentarse?
R.- Por un lado, contribuir con una Italia diversa a una Europa que sea protagonista del diálogo en el Mediterráneo y de una política de paz en el mundo. Y abandonar las políticas neoliberales que ha impulsado el Gobierno de derechas.
P.- ¿Y para ello será necesario subir los impuestos?
R.- Esa es una pregunta a la que en Italia no se puede responder, porque la respuesta no tendría ningún valor. Italia tiene una evasión fiscal de 100.000 millones de euros al año, y una invasión contributiva de 25.000 millones de euros al año. Ante esos datos cualquiera puede entender que hablar de media en Italia no tiene ningún sentido.
P.- Berlusconi ha utilizado los impuestos para atacar a la izquierda…
R.- Sí. Pero si uno analiza los datos se da cuenta de que el problema del fisco es sobre todo un problema de redistribución de la riqueza.
P.- ¿Es posible un empate técnico, es decir, que la izquierda gane en el Congreso y la derecha controle el Senado?
R.- Es un resultado que no creo que se produzca, porque estoy convencido de que la Unión vencerá netamente tanto en el Congreso como en el Senado. Pero si ocurriera habría que acudir nuevamente a votar.