La última trinchera en la defensa de Europa contra la extrema derecha se encuentra en Alemania. No en vano, el vicepresidente Vance (después de pronunciar una conferencia al estilo de Goebbels sobre la libertad de expresión ante los europeos) se reunió con Alice Weidel, la líder del AfD (extrema derecha de Alemania), en Múnich la semana pasada. Del mismo modo, Elon Musk apareció recientemente en la conferencia de su partido para animarlos y afirmar que los alemanes no tenían nada de qué avergonzarse de su pasado. Después del discurso de Vance, el chiste negro que circulaba por Múnich era que los estadounidenses habían participado en la desnazificación de Alemania después de 1945, ¡pero ahora estaban muy involucrados en su renazificación!
Las encuestas de opinión muestran que la AfD ocupa el segundo lugar, con la conservadora CDU a la cabeza. Los partidos del gobierno actual (SPD, Los Verdes y FDP) han experimentado un colapso catastrófico en sus niveles de apoyo. En Alemania, con una economía que se considera de bajo rendimiento, la creciente angustia por el coste de la vida y la sensación de que la antigua potencia de Europa ha perdido el rumbo, existe un sentimiento de malestar.
La inmigración es un tema importante
Dos grandes temas dominan estas elecciones, que muchos consideran fundamentales tanto para el futuro de Alemania como para el de Europa: la inmigración y la guerra en Ucrania. En cuanto a la inmigración, Alemania, junto con Suecia, fue el país que más abrió sus puertas a las personas refugiadas sirias en 2015 y el eslogan de Merkel Wir schaffen das (Lo conseguiremos) pretendía indicar la voluntad de Alemania de acoger e integrar a la gente refugiada. [La acogida] también era vital para la economía alemana, ya que las empresas alemanas necesitaban más mano de obra debido a una tasa demográfica en descenso; por eso las grandes empresas acogieron a muchas personas de las recién llegadas, gran parte de las cuales pasaron a realizar prácticas y a incorporarse a la población activa. Sin embargo, las cosas han ido muy mal estos últimos años. Con el aumento del desempleo y, en particular, los problemas de la gran industria alemana del sector del automóvil, la alfombra roja para los inmigrantes ya no está extendida. Las encuestas de opinión muestran que la migración es el gran tema para mucha gente votante.
La reciente serie de ataques de solicitantes de asilo y migrantes rechazados, incluido el de un refugiado afgano islamista la semana pasada en los mercados navideños de Múnich, ha sido aprovechada por la AfD y la prensa de derecha, lo que ha aumentado aún más la temperatura política. El ataque de Múnich se produjo en una manifestación sindical y en la cadena de televisión Deutsche Welle, uno de los sindicalistas cuyos compañeros resultaron heridos en el ataque, hizo un llamamiento a los votantes alemanes para que no dejaran que la extrema derecha utilizara el ataque para una mayor caza de brujas y propaganda contra los inmigrantes y las minorías étnicas. El AfD, en su propaganda electoral, ha dicho que apoyará las deportaciones forzadas de todas las personas inmigrantes de Alemania. Lo completó con un vídeo propagandístico que recuerda a algo del Reich de Hitler: azafatas y pilotos rubios cantando sobre la deportación mientras acompañan a personas con tez más oscura por la pasarela de un avión.
Sarah Wagenkneckt lidera la corriente rokiparda
Esta posición ha sido apoyada por el llamado partido de izquierda Bundnis Sarah Wagenknecht, que también es profundamente antimigrante, y que defiende la postura de que Alemania está llena. El BSW lo hizo muy bien en las recientes elecciones estatales en el antiguo Este y muchos comentaristas creyeron que superarían a sus antiguos camaradas de Die Linke, para convertirse en la principal oposición de izquierda en el parlamento alemán, ya que estaban obteniendo más del 5 % en las encuestas (5% es el umbral electoral para obtener escaños). Wagenknecht llegó a amenazar con emprender acciones legales contra las emisoras cuando se le negó a su partido participar en el debate de líderes y añadió, como parte de su afirmación, que BSW podría desempeñar el papel de futuros hacedores de reyes con la AfD en el gobierno. El apoyo de su partido, al igual que el de la AfD, se concentra en la antigua Alemania Oriental. No lo clasifico como un partido de izquierdas, sino como parte de la corriente rojiparda, que siempre ha existido en Alemania, ya que es profundamente conservador en cuestiones sociales y roza el racismo. Su única posición correcta ha sido oponerse enérgicamente al genocidio de Gaza y apoyar a Palestina.
Ucrania es una gran preocupación para las y los votantes
El otro tema importante en estas elecciones es la guerra en
Ucrania, y está claro que será noticia el día de las elecciones, debido a
los recientes acontecimientos en Múnich y la sensación creciente en
Europa de que los europeos y EE UU están tomando caminos diferentes en
este asunto. Históricamente, Alemania siempre ha estado más involucrada
en Europa del este y la política exterior alemana siempre ha
considerado importantes las relaciones con Rusia. El papel de cualquier
futuro gobierno alemán en la reacción de Europa al acuerdo de paz será
vital, ya que todavía tiene una gran base de fabricación de armas. Tanto
la AfD como el BSW quieren que Alemania no tenga nada que ver con la
guerra y que Ucrania quede abandonada a su suerte. De hecho, la AfD está
considerada como uno de los partidos pro-Putin en Europa y tiene un
programa social similar al del Kremlin: anti LGBTQ, etc. Inicialmente,
el BSW también obtuvo un gran apoyo por su oposición a la guerra y poner
fin al suministro de gas ruso barato a Alemania debido a las sanciones.
Wagenknecht argumentó de manera muy eficaz que los trabajadores
alemanes estaban pagando el coste de la guerra de Ucrania a través del
incremento de las facturas de gas. El AfD argumenta de forma similar que
la recesión de la economía alemana se debe a la falta de combustible
barato procedente de Rusia y al aumento de los costes de las formas de
energía sostenible después de que el gobierno de Merkel decidiera
abandonar la energía nuclear en favor de la energía verde.
La CDU, que probablemente gane las elecciones la semana que viene, había argumentado que formarían parte del cortafuegos contra la extrema derecha, pero debilitó gravemente su argumento al aceptar los votos de la AfD en el Bundestag para una medida sobre el cierre de las fronteras alemanas a las y los inmigrantes. La propuesta fue rechazada, pero esto demostró a los votantes que estarían dispuestos a trabajar con la extrema derecha a pesar de negar que lo harían.
Los Verdes, ahora en el gobierno, han sufrido la mayor caída en el apoyo y ese considera que es fruto de sus exigencias por medidas ambientales que son costosas para el ciudadano promedio; la derecha lo ha argumentado muy poderosamente, especialmente con respecto a las facturas de combustible.
¿Se recuperará Die Linke?
Die Linke, el partido tradicional de la izquierda, que irónicamente dominó hasta hace poco en la antigua Alemania Oriental, sufrió una enorme pérdida electoral y de afiliación, gran parte de la cual es mayor, y se consideraba que habían sido superados por BSW. También mantuvieron una posición desastrosa sobre Gaza, lo que les hizo perder mucho apoyo entre los votantes más jóvenes y migrantes. Sin embargo, de forma totalmente inesperada, han subido en las encuestas y han ganado miles de nuevos miembros. En un seminario reciente en Berlín, organizado por la Fundación Rosa Luxemburgo, había un ambiente realmente optimista y las últimas encuestas muestran que han superado al BSW y ahora logran un 6 % en las encuestas. En parte, esto puede deberse a que son uno de los únicos partidos que se oponen de todo corazón a los ataques contra los inmigrantes y abogan por la redistribución de la riqueza en una Alemania cada vez más pobre e insatisfecha.
Los mapas electorales muestran que prácticamente todo el antiguo Este caerá en manos de la AfD, mientras que Berlín se mantendrá para el SPD y Die Linke. Es probable que el sur, más rico, vaya a la CDU y que muchos de los antiguos baluartes industriales del oeste vayan al SPD. Die Linke sigue siendo fuerte en el extremo norte y en las ciudades de Bremen y Hamburgo.
Las encuestas de opinión han preguntado a los votantes alemanes con quién desean que la CDU forme coalición si llegan a gobierno. La mayoría ha respondido que con el SPD, con el AfD en segundo lugar. La gran pregunta es si la CDU mantendrá el cortafuegos y entrará en una Gran Coalición al estilo de la era Merkel con el SPD o intentará otra cosa. Otra gran coalición podría suponer la sentencia de muerte del SPD y el fin de la socialdemocracia allí donde nació.
Estas elecciones son realmente cruciales para Alemania y Europa y, como advirtió Brecht después de 1945, demostrarán que el fascismo está vivo y coleando y listo para renacer.
Texto original: ACR. Traducción: viento sur
Fuente: https://vientosur.info/las-elecciones-alemanas-un-acontecimiento-crucial-para-europa/