Profesores y estudiantes salieron este viernes a las calles en varias ciudades de Italia para protestar por la decisión del Gobierno de Silvio Berlusconi de recortar en 1.500 millones de euros el presupuesto dedicado a las universidades para los próximos cinco años. La polémica ley 133, aprobada el 29 de octubre, abre la puerta a […]
Profesores y estudiantes salieron este viernes a las calles en varias ciudades de Italia para protestar por la decisión del Gobierno de Silvio Berlusconi de recortar en 1.500 millones de euros el presupuesto dedicado a las universidades para los próximos cinco años.
La polémica ley 133, aprobada el 29 de octubre, abre la puerta a la posibilidad de transformar las universidades en fundaciones privadas. La norma establece la supresión de más de 87.000 puestos docentes, el bloqueo de contratos a los maestros temporales y la reducción de 44.500 empleos administrativos.
La medida señala que sólo el 20% de los puestos vacantes por jubilación serán reemplazados por profesores, lo que también preocupa al mundo universitario, pues la decisión repercutirá directamente en la calidad de la enseñanza.
En Roma se celebraron las mayores protestas, con tres manifestaciones diferentes, incluida la que convocaron dos de los principales sindicatos, CGIL y UIL, ya que la rebaja de fondos afectará también a los funcionarios.
Sin embargo, el opositor Partido Demócrata, que encabeza el ex alcalde de Roma Walter Veltroni, no se ha sumado a las protestas, que según los convocantes han reunido a 200.000 personas en la capital.
Numerosos lemas iban dirigidos con ironía contra los miembros del Gobierno, como uno que se refería directamente al primer ministro: «Berlusconi, debes tu pelo a la investigación».
Además de Berlusconi, los políticos más satirizados fueron la ministra de Educación, Maria Estella Gelmini, y el ministro de Economía, Giulio Tremonti, a quienes muchos estudiantes acusaron de matar la educación.
Las manifestaciones se extendieron a otras ciudades del Italia, como Nápoles, Palermo, Milán y Génova, donde se reprodujeron las críticas contra el Gobierno. Además, estudiantes italianos secundaron las protestas en varias ciudades europeas, como París, Londres, Copenhague, Bruselas o Sevilla.
‘Un motor roto’
Mientras tanto, la ministra de Educación rechazó las críticas en una entrevista concedida al diario ‘La Repubblica’ en la que explicó que el Gobierno no cederá ante las protestas. «La escuela en Italia es como un motor roto. Es inútil añadir gasolina, es decir dinero, si el motor está averiado», declaró.
Por su parte, jóvenes de Acción Identitaria Romana -movimiento político de extrema derecha próximo a Alianza Nacional, uno de los partidos que integran el Partido de la Libertad de Berlusconi- llevaron a cabo una manifestación alternativa en Roma y bloquearon el tráfico frente al Ministerio de Educación, a cuya titular apoyaron con sus gritos.