No lo escondemos: somos soñadores. Queremos impedir que la potencia militar más grande del mundo se instale en el patio de nuestra casa. Es verdad, incluso somos un poco cabezotas; nos lo han dicho de todas las maneras: «queridos vicentinos, dejadlo, los intereses de la guerra serán más fuertes que vuestras juntas permanentes». ¿Locos? Puede […]
No lo escondemos: somos soñadores. Queremos impedir que la potencia militar más grande del mundo se instale en el patio de nuestra casa. Es verdad, incluso somos un poco cabezotas; nos lo han dicho de todas las maneras: «queridos vicentinos, dejadlo, los intereses de la guerra serán más fuertes que vuestras juntas permanentes». ¿Locos? Puede ser, por otra parte ¿quién habría montado un festival-acampada en 10 días?
Sin embargo, estamos aquí. En estos días hemos redoblado nuestra Junta Permanente; alrededor, un silencio ensordecedor de los diarios y los informativos que, después de asediar Vincenza con motivo de la gran manifestación del 17 de febrero, ahora no tienen nada que decir sobre un movimiento que continúa vivo, con pasión y determinación. Un movimiento que se afianza entre y con la gente de Vincenza a través de iniciativas y continuas manifestaciones: hemos cortado los conductos que servían a la nueva base Usa, hemos ocupado la Basílica Palladiana, hemos plantado 150 árboles en el interior del Dal Molin; hemos bloqueado, durante tres días y tres noches, las mejoras del terreno para las instalaciones bélicas -iniciadas hace un mes- necesarias para la construcción de la base militar, y las mujeres de la Junta han ido a Florencia para boicotear a la ABC -la empresa encargada de las mejoras- y continuar con la campaña de los bloqueos.
Con los primeros bloqueos de los trabajos hemos aprendido, todavía más, a ser una comunidad y, desde muchas partes de Italia, hemos sentido la solidaridad y el apoyo de muchas mujeres y muchos hombres a la lucha vicentina.
También hemos pedido que los 170 parlamentarios que se han declarado en contra de la construcción de la nueva base Usa mantengan su promesa: plantear inmediatamente en el Parlamento una moratoria de los trabajos a la espera del desarrollo de la Segunda Conferencia sobre las servidumbres militares y pedir que se levante el secreto sobre los acuerdos militares bilaterales.
Esto, hasta hoy, no ha sucedido: ya hemos visto como el gobierno promete escuchar a la comunidad vicentina y la traiciona después: ¿hay alguien que quiera imitar a Prodi? En efecto, no haber llevado inmediatamente la moratoria al Parlamento significa comportarse del mismo modo que el Presidente del Gobierno que, después de prometer que consideraría la situación a la luz de la voluntad de la comunidad local, declaró en el extranjero que no se oponía a las peticiones estadounidenses, malvendiendo nuestra ciudad.
El pasado 17 de febrero, todos juntos, demostramos lo grande que es el movimiento que lucha contra la guerra y la militarización del territorio, por la defensa de la tierra y la construcción de nuevas prácticas de democracia; pero Vincenza sola no es suficiente para sostener esta lucha que, sin embargo, une a la mayor parte de la población local: Vicenza sólo es un pueblo dentro de la gran comunidad que cree en otro mundo posible. Tenemos necesidad, una vez más, de vuestro apoyo, vuestra participación, vuestra solidaridad.
Hemos convocado, para diciembre, una manifestación europea de tres días de debate, contaminación, estudio; queremos ensanchar nuestros horizontes, conocer nuevas comunidades, compartir otras luchas. También queremos demostrar que la situación de Dal Molin sigue en pie: por eso, el 15 de diciembre, una gran manifestación atravesará las calles de nuestra ciudad. Siempre hemos dicho que «si se sueña solos, sólo es un sueño; si se sueña juntos es la realidad que se pone en marcha». Os pedimos, una vez más, que compartáis nuestro sueño para que una tierra sin bases de guerra pueda ser realidad.
Si no es ahora, ¿cuándo? Vicenza os llama una vez más: y estamos seguros de que responderéis muchísimos. Porque Vincenza ya vive fuera de sus fronteras.
Junta Permanente [Presidio Permanente], Vincenza 27 de noviembre de 2007
Para leer el llamamiento de los tres días europeos: www.nodalmolin.it
Para informaciones y adhesiones; [email protected]
Antonia Cilla es miembro de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y la fuente.
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Traducido por Antonia Cilla