Traducido del ruso para Rebelión por Josafat S. Comín
A los pollos se les cuenta en otoño, y a los oligarcas rusos, al término de este duro año de crisis. Lo que son las cosas; en el 2008 había en Rusia 49 multimillonarios en dólares, pero ha sido estallar la crisis, y al cabo de un año el país ha presentado al mundo a 77 multimillonarios en dólares. ¡Ese es el auténtico milagro del capitalismo ruso!
Putin, Medvedev y sus domesticados analistas y economistas nos han estado inculcando las penalidades de la crisis. Al pueblo se le dio la orden de comprender las dificultades, de soportar el desempleo, la escasez, los sueldos de miseria, los precios y tarifas en aumento, de apretarse el cinturón hasta que llegue el día en que remita el cataclismo provocado por nuestros «socios» usamericanos… ¿Y qué es lo que ha resultado de esto? Que mientras unos aguantaban obedientes, aguzando los oídos, las exhortaciones del «duunvirato», otros, «los elegidos», vivían a pierna suelta, recogiendo la cosecha de miles de millones del campo de la crisis.
Los diputados del PCFR Serguei Shtroguin, elegido por la región de Jabárovsk y Nikolai Razvorotnev de la región de Lípetsk, explican a nuestra corresponsal G. Platonova el secreto de la levadura que ha hecho enriquecer a los millonarios de la lista de la revista Finans (entre los que encontramos a 16 parlamentarios de Rusia Unida y a 2 de Rusia Justa).
-¿Cuál es el origen de los capitales de los que aparecen en la lista, Serguei Ivanovich?
-Las incalculables riquezas de los oligarcas rusos son los sueldos que no han pagado a los trabajadores que tienen contratados. Si comparásemos la parte correspondiente a salarios en una tonelada de petróleo noruego y de petróleo ruso, veríamos que en Noruega es seis veces mayor. En nuestro país nuestros magnates petroleros pagan como mínimo seis veces menos. Lo que se ahorran en salarios va a sus bolsillos. Esto es algo aplicable a toda la economía rusa. A todos los ciudadanos nos congelaron los salarios desde finales del 2008 y durante todo el 2009. Mientras, las grandes compañías, amparadas por esa supuesta «lucha contra la crisis», no tardaron en recortar los programas sociales. También se redujeron las aportaciones a los programas benéficos, la financiación de partidas y compromisos sociales. Los dineros que se han ahorrado han ido a parar a los bolsillos de los dueños de las compañías.
-¿Qué cuentas son las que más han engordado?
-Las de de los que se dedican a la extracción de oro y metales preciosos, cuyos precios no han parado de crecer durante todo este año de crisis. La onza de troy (31,1034768 g) de oro pasa ya de los mil dólares. Lo mismo ha ocurrido con el platino y la plata. Tienen una gran demanda en los mercados mundiales. Los precios del petróleo también se han mantenido altos. Se ha recuperado el precio de los laminados de minerales ferrosos. Por eso V. Lisin, director del Combinado Metalúrgico de Novolipetsk (NLMK), ha pasado a encabezar el listado de los hombres más ricos, superando a Abramovich.
-¿Y dónde está la responsabilidad del mundo de los negocios ante los presupuestos del gobierno ruso? Pagan «modestamente» el mismo 13% de IRPF, lo mismo que el que cobra el salario mínimo. Todas las prestaciones sociales se han visto afectadas en la financiación presupuestaria, se recorta en salud, educación, vivienda protegida. ¿Acaso Putin y Medvedev no lo ven? ¿Dónde está el impuesto para las rentas más altas?
-Ya el año pasado, junto con mis compañeros de grupo, presentamos un proyecto de ley que aumentaba la imposición fiscal a los beneficios, principal renta de los ricos. Ni Abramovich ni Lisin necesitan tener un sueldo. No saben lo que es eso. Son los beneficios obtenidos por la posesión de acciones de unas u otras compañías lo que les hace aumentar sus beneficios. Pues bien, quiero poner en conocimiento de los lectores del periódico que para esos súper ingresos el impuesto que rige es del 9%, inferior incluso que el de la renta, fijado en el 13%.
En el proyecto de ley se proponía aumentar el impuesto para los altos ingresos, por lo menos hasta el 12%, aunque todos los diputados y altos cargos sepan que esos súper ingresos deben estar gravados con un impuesto mucho mayor. Pero la respuesta del gobierno de Putin a nuestra moderada propuesta fue negativa, esgrimiendo que no se habían tenido en cuenta las consecuencias económicas de incrementar la presión fiscal sobre los beneficios, que podía conllevar riesgos.
– ¿Y el que se acumule la demora en el pago de salarios no es un riesgo? El Instituto de Estadística informa que esos retrasos acumulados en el pago de salarios se calculan ya en miles de millones de rublos; cientos de miles de trabajadores llevan tiempo sin cobrar. ¿Ellos no cuentan?
-Putin y Medvedev, digamos que piensan en otros «macroniveles». Para ellos, el que haya 200 o 300 mil sin cobrar es algo normal. Si visitaran a esas familias y viesen cómo vive esa gente, comprenderían qué significa lo concreto. Cuando te reúnes con tus electores, recorres las escuelas infantiles, las de primaria, escuchas las quejas de la gente en la calle, entonces entiendes: cien mil personas que no perciben su salario es algo inadmisible para un estado donde engordan 77 multimillonarios.
-¿Podemos creer al Instituto de Estadística, lo de que sean 200 mil a los que se les adeudan salarios?
-Esa cifra no incluye a los trabajadores que se han quedado en la calle tras la quiebra de sus empresas. Es un número de personas que no ha parado de crecer en los últimos tiempos. En el mismo Jabárovsk tenemos el ejemplo de la empresa Dalavia, a la que llevaron premeditadamente a la quiebra, y que no pagaba el sueldo a sus empleados. La gente protestó. Se vieron obligados a pagarles con cargo a los presupuestos de nuestra región autónoma, por mucho que estos no tuvieran ninguna relación con la actividad de esa empresa privada. Lo mismo puede decirse en el caso de la empresa de productos agrícolas Vostochnoye. Sobran ejemplos en nuestro territorio. En cualquiera de los sujetos de la Federación de Rusia hay decenas de casos en que miles de trabajadores están sin cobrar por su trabajo. Son precisamente los mismos que sufrieron las reformas, la crisis, y que siguen sufriendo a día de hoy. Pero a ellos no se les incluye en esos 0,2 millones que dice la estadística.
-Y eso que el gobierno lucha cada día contra la pobreza…
-Sí, nuestro gobierno lucha de palabra contra la corrupción, la pobreza y demás infortunios. El modo más sencillo y efectivo de lucha contra la pobreza es dar trabajo a la gente y un salario digno. Es tarea directa del estado. Pero lo que vemos son oligarcas cada día más ricos. Los datos de ese mismo Instituto de Estadística nos dicen que está creciendo la estratificación entre los más pobres y los más ricos: el 10% de los más ricos tiene unos ingresos 60 veces superiores al del 10% de los más pobres. Es una diferencia inimaginable. En los países normales esa diferencia no supera las 3 o 4 veces.
-¿Dónde está la salida de este callejón?
-En el cambio de gobierno.
-Le pregunto a usted, Nikolai Vasilievich. Su paisano, el magnate metalúrgico Vladimir Lisin se ha aupado a lo más alto de la lista de oligarcas. ¿Debemos felicitar a la provincia de Lípetsk por contar con el campeón de la riqueza?
-Sí, parece que mi provincia vuelve estar en el centro de atención. No hace mucho, los medios dedicaban mucho espacio a otra historia de Lípetsk. A comienzos de febrero fue detenido el vicepresidente del Sberbank de Lípetsk, Kiril Tormyshev, quién se las ingenió, junto a otros socios, para sacar al extranjero a través del banco 3.800 millones de rublos en cuentas de sociedades pantalla. La noticia causó estupor entre los habitantes de la provincia. Ante todo, por el hecho de que la mayoría de nuestros paisanos, al igual que gran parte de la gente de a pie en Rusia, apenas se las apañan para llegar a fin de mes, por no mencionar la calidad de vida, de la que tanto hablan el presidente y el primer ministro. Y de repente te das cuenta que han robado casi 4 mil millones. La gente no puede entender cómo se puede robar una suma así. Sin tiempo para asimilarlo, aparece otra noticia sensacionalista: el multimillonario Lisin. Dos temas que se funden en uno: los apetitos financieros, que desbocan nuestra imaginación.
-¿Cómo se las ha ingeniado el multimillonario Lisin para ocupar el primer puesto?
-Como en todas las competiciones deportivas, esprintó al final y llegó primero a la meta.
-¿Y en qué consistió ese «sprint»?
-En poder acumular impunemente. Es una empresa enorme. En la época soviética se llamaba Fábrica Metalúrgica Novolipetsk -ahora complejo NLMK-, creada en 1934. Todo el país participó en su construcción. Significó el surgimiento de un gigante metalúrgico, como base experimental en el sector de la metalurgia. En ella trabajaban científicos, ingenieros, obreros altamente cualificados. Y de repente, en un visto y no visto, pasó de las manos del estado a las de una sola persona.
-¿Fue este el principal mecanismo del enriquecimiento original del señor Lisin?
-Sí. A eso se le llamó reformas, que nos condujeron de vuelta al capitalismo. Y en él, como comprendieron los nuevos propietarios de las antiguas empresas estatales, podían hacer lo que quisieran. Las leyes se adecuaron para permitir a estos propietarios dejar a una enorme cantidad de gente sin medios para la subsistencia. Los mismos propietarios que demostraron sus excepcionales cualidades para el enriquecimiento.
Muchos me han preguntado si me he alegrado de que un representante de nuestra provincia encabece la lista de oligarcas. Me alegraría si Vladimir Sergueyevich invirtiese una cantidad importante en la modernización de NLMK, y aumentase el salario a la gente. Pero el Sr. Lisin guarda silencio.
-¿Qué tal le iba la empresa antes de la llegada de Lisin?
-En la época soviética en el complejo trabajaban más de 50 mil personas. El director era Iván Vasilyevich Frantseniuk, Héroe del Trabajo Socialista. Su sueldo era apenas 50-60 rublos mayor que el de un obrero de alta cualificación. Era lo normal. El sueldo que percibían los trabajadores de NLMK era más que suficiente para alimentar a la familia, ir de vacaciones al sur y adquirir lo necesario. La gente recibía vivienda gratuita, la fábrica contaba con su propio centro de salud profiláctico, su balneario, su campamento para los pioneros Prometeo, que era el tercero en importancia en toda la Unión Soviética, después de Artek y Orlionok. Los directivos del complejo, el comité sindical, se preocupaban por comprobar cómo se encontraba la gente en su puesto de trabajo, por el salario, por cómo pasaban las vacaciones.
Hoy la situación es completamente distinta. En NLMK quedan trabajando 31 mil, los 20 mil restantes se ha ido a la calle gracias a los administradores de Lisin. Es el modo que tienen los oligarcas de aumentar la productividad, para poder ganarse el respeto a los ojos de sus colegas extranjeros. Los despedidos han acabado como la mercancía en el rastro. Su destino no le preocupa al señor Lisin.
-¿Qué fue de los equipamientos de ocio y salud?
– Ya no dependen de NLMK, Lisin no invierte un céntimo en su conservación. Está centrado en incrementar su fortuna personal. Y por lo que podemos ver, no se le da mal. Así que no puedo alegrarme por Vladimir Sergueyevich. Entre otras cosas, porque el que antaño fuese un presupuesto con superávit en nuestra provincia, ahora ha pasado a ser deficitario. Lisin supera al resto de multimillonarios rusos y la provincia pasa a ser presupuestariamente dependiente, porque el aporte de NLMK ha pasado del 50% al 28%. Se ha creado en los presupuestos un agujero de 4 mil millones. Es una desgracia para las organizaciones que dependen de los presupuestos, para la esfera social. En la provincia se cerraron 75 escuelas en el 2009. Una cifra récord. Como contrapunto a ese récord, el señor Lisin ha puesto su «récord» de enriquecimiento personal. Conociendo todas estas peripecias y situaciones, no puedo estar para nada contento, ni felicitar por su pírrica victoria al señor Lisin.
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