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Los comicios regionales confirman el auge de la izquierda de Die Linke

Fuentes: Gara

La alegría en la casa del SPD se debe más a que el plan A de la CDU, su alianza con el FDP, está en peligro que a una verdadera subida de sus fuerzas.

Las elecciones regionales en Sarre, Turingia y Sajonia han dejado en evidencia, a menos de un mes de las elecciones generales, que la CDU de Angela Merkel tiene difícil conseguir la mayoría absoluta, mientras que la izquierdista Die Linke experimenta un crecimiento sostenido.

El domingo se acabó en Alemania el aburrimiento que hasta ahora ha dominado la campaña electoral en los comicios generales el 27 de setiembre. Aunque la reelección de la canciller Angela Merkel, a la sazón presidenta de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), no corre peligro, sus estrategas sí tienen que pensar en un plan B porque es muy probable que podrán faltar los votos necesarios para el deseado bipartito con el Partido Liberal Democrático de Alemania, el FDP. En su sede, la casa Konrad-Adenauer de Berlín, la CDU tiene que tener en cuenta que el tripartito será la forma de gobernar tanto a nivel federal como también en los estados federales. Ésta es la principal conclusión que hay que sacar de los comicios del domingo.

En tres de los 16 länder tuvieron lugar elecciones regionales que confirman a grandes rasgos lo que los sondeos vienen augurando para el 27-S: la CDU se sitúa por encima del 30 por ciento más equis y su principal rival, el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) por debajo de los 30 puntos menos equis. Además a nivel regional el SPD ha dejado de ser un partido de masas y se está convirtiendo en una fuerza política que se mueve entre el 10 y 25 por ciento. A su alrededor se sitúan el FDP, los Verdes y el socialista Die Linke (La Izquierda). Los tres últimos son las fuerzas que según la característica de cada land van a decidir la composición del respectivo ejecutivo regional. La CDU sigue el camino del SPD pero a un ritmo más lento: hace diez años reunía el 58% de los votos en Sajonia, ahora son sólo 41 puntos. En el País de Sarre y en Turingia, los democristianos perdieron el 13 y el 12 por ciento, quedándose en 35 y en 31 puntos, respectivamente.

Tras el cierre de los colegios electorales, el candidato principal del SPD a canciller y actual vicecanciller de Merkel, Frank-Walter Steinmeier, y su secretario general, Franz Müntefering, salieron ante las cámaras como si hubieran ganado los comicios: pero en el País de Sarre, Turingia y Sajonia obtuvieron 25, 15 y 10 puntos. La euforia se explica con que en Colonia el candidato a alcalde del SPD logró el 55%, pero sólo porque la elección era directa y que su competidor de la CDU venía «de fuera», en concreto de Berlín. Ante este fondo la mayoría de los colonienses prefirieron votar por «el malo conocido, que por el bueno por conocer»

La alegría en la casa Willy Brandt, el cuartel general del SPD en Berlín, se debe por lo tanto más a que el plan A de Merkel -su alianza con el FDP- está en peligro que a una verdadera subida de fuerza. Ante esta situación la CDU tiene que decidir «sólo» cómo va a reaccionar a la nueva coyuntura. Puede reactivar el discurso anticomunista de la Guerra Fría, tal y como lo profesó el secretario general del FDP, Dirk Niebel, el domingo a la noche.

Sin embargo, con ello fracasó en el País de Sarre y Turingia, donde Die Linke subió. Por lo tanto le queda la posibilidad de inclinarse por una campaña con argumentos y por los liberales como sus socios, dejando la puerta abierta para los Verdes. En los últimos días el FDP y sectores de la CDU discutieron el reparto de las carteras de un futuro ejecutivo que aún no habían logrado.

El SPD tiene el dilema de que ya no puede ofrecer ninguna alternativa programática y que sólo puede actuar de forma táctica. No puede atacar a Merkel, porque más del 60% de los alemanes la quiere como jefa de Gobierno, mientras que Steinmeier llega sólo al 24%.

Entonces al SPD le queda el ataque al FDP para quitarle los votos necesarios para un bipartito esperando que la CDU vuelva a repetir la actual coalición. A su vez el partido de Steinmeier pierde credibilidad por su indefinición frente a Die Linke. En Turingia el partido socialista es la segunda fuerza con el 27% de los votos. Junto con los 15 puntos del SPD podría acabar con el ejecutivo de la CDU. Pero el SPD pretende aún poner al ministropresidente.

La CDU intentará formar una coalición con los socialdemócratas o un tripartito con el FDP y los Verdes. Estos últimos están en la muy cómoda situación de que pueden venderse al mejor postor. No les resultará difícil porque los ecologistas ya no disponen de ningún principio político que les podría obstaculizar la colaboración con la derecha desde que los pacifistas dejaron de serlo al llevar a Alemania a la guerra en Yugoslavia y Afganistán.

En el País de Sarre decidirán si la CDU continuará gobernando pero con la ayuda del FDP y la de ellos o si entregan el bastón de mando al SPD y al Linke.

En Saarbrücken los socialistas de Die Linke protagonizaron un insólito avance de 18 puntos, situándose en el 21% y a sólo cuatro puntos-o dos escaños- del SPD. El éxito se debe exclusivamente a la popularidad de su candidato Oskar Lafontaine y a la idiosincrasia del País de Sarre. En Renania Die Linke se quedó en cuatro puntos y los buenos resultados en los dos estados del Este alemán son fruto de su arraigo que data de los tiempos cuando su partido antecesor era mayoritario en la República Democrática Alemana (RDA, 1949-90).

A nivel nacional Die Linke se mueve al rededor del 11%. Puede aprovecharse de la debilidad e indefinición del SPD por un lado y por el otro de su capacidad de absorber a grupos a su izquierda para integrarlos en el actual sistema político y económico.

http://www.gara.net/paperezkoa/20090901/154373/es/Los-comicios-regionales-confirman-auge-izquierda-Die-Linke