En la imagen, un bombero trata de apagar un auto incendiado durante el domingo en las afueras de París. Reuters París. Las autoridades francesas detuvieron a 270 personas, y 367 vehículos fueron incendiados en las últimas horas, tras el anuncio de la victoria del conservador Nicolas Sarkozy como presidente electo de Francia. Según informó […]
En la imagen, un bombero trata de apagar un auto incendiado durante el domingo en las afueras de París. Reuters
París. Las autoridades francesas detuvieron a 270 personas, y 367 vehículos fueron incendiados en las últimas horas, tras el anuncio de la victoria del conservador Nicolas Sarkozy como presidente electo de Francia.
Según informó la Dirección General de la Policía Nacional (DGPN), las 270 personas fueron detenidas en todo el país por participar en enfrentamientos tras la victoria del candidato conservador.
De los vehículos destruidos, 172 fueron quemados en las afueras de París y una decena en distritos del interior de la capital, según el balance policial de este lunes, el cual precisó que 28 policías y gendarmes resultaron heridos durante los incidentes.
La policía minimizó sin embargo el balance de autos quemados, que según las fuentes equivale al que se registró en el Día Nacional de Francia, el 14 de julio, y es menor al de cualquier noche de San Silvestre, el 31 de diciembre.
En cuanto a los detenidos, 136 fueron arrestados en incidentes ocurridos fuera de París, mientras que en la capital la policía detuvo a 46 personas, y 88 más en los barrios periféricos de la capital.
La policía precisó que se produjeron manifestaciones o actos de violencia en las principales ciudades francesas: Marsella, Nantes, Rennes, Lyon, Toulouse, Lille, y Burdeos, entre otras.
En París, la policía empleó gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a un grupo de manifestantes contrarios a Sarkozy en la Plaza de la Bastilla, que participaron en los incidentes.
En los barrios periféricos de París, en donde estalló en el otoño de 2005 una ola de violencia sin precedentes, también se produjeron disturbios esporádicos pero de escasa consideración.
Sarkozy, quien era ministro del Interior en 2005, fue uno de los actores de aquella ola de violencia que se vivió en los barrios periféricos de las ciudades francesas, y que tras varias semanas se saldó con más de diez mil vehículos incendiados.