Los gobiernos de la nueva derecha regional tienes sus propios gurús, «influencers» variopintos que disponen gabinetes, estrategias electorales y claves discursivas.
Todo líder político tiene a su alrededor una o más figuras que ejercen influencia sobre su accionar político y electoral. Sin embargo, algunos de ellos se erigen como un horizonte de referencia, de consulta, de oráculo imprescindible. En nuestra región, caracterizada por una mayoría de gobiernos de derecha, nuevos gurús han comenzado a dejar su impronta en los giros que han ido adoptando los gestores políticos de lo que se percibe como «nueva derecha». El panorama es variopinto: desde grises CEOS de think-tanks, líderes místicos, cientistas sociales -cualitativistas y cuantitativistas-. Todos ellos han logrado construir candidatos competitivos apelando a la explotación de un claro diagnóstico del imaginario de sus respectivas sociedades.
Vendedores de ideas que ganan su vida encontrando la promesa perfecta para ser proyectada electoralmente y como impronta de gobierno. Su rol como evangelizadores al servicio de los valores impuestos por la revolución cultural neoliberal engarza perfectamente con el statu quo, logrando una gran difusión de ideas y servicios de coaching. A continuación, analizaremos a algunos de los fabricantes de candidatos para el mercado electoral.
Olavo de Carvalho (Brasil)
Es, tal vez, a quien actualmente le cabe mejor el calificativo de «gurú», concepto que posee un sesgo que comúnmente se asocia a un componente «espiritual» de la actividad de guía y orientación. Su biografía es tan llamativa como el ideario que ha madurado con los años y hoy es sentido común impreso en el Gobierno del país más grande de Suramérica: Brasil.
Hasta la victoria de Jair Bolsonaro, poco se sabía de Olavo por fuera de ciertos círculos intelectuales y religiosos; sin embargo, el hecho de que en su primera aparición pública como presidente electo, Bolsonaro exhibiera 4 libros de cabecera entre los que se encontraba su última publicación, «Lo mínimo que usted debe saber para no ser un idiota», catapultó su figura en los medios de comunicación y entre quienes se vieron intrigados por conocer más sobre quien aparecía como un referente del nuevo presidente.
Olavo Luiz Pimentel de Carvalho, referenciado como filósofo, periodista y escritor, hoy de 72 años y autoexiliado en Virginia, EE. UU. en 2005, comenzó su producción «intelectual» escribiendo y dictando clases sobre astrología, a la que vinculaba con su pertenencia a una orden espiritual musulmana sufí. Al poco tiempo renegó de ella tras convertirse al catolicismo, del cual es un acérrimo defensor; el mismo viraje ocurrió con su tendencia política: de sus simpatías con el Partido Comunista pasó a ser un anticomunista furioso y militante.
Ningún comunista merece consideración, ningún comunista es una persona decente. Son todos la escoria de la especie humana. Debemos respetar su derecho a la vida y a la libertad, como respetamos la de los perros y la de las lagartijas, pero no debemos concederles más que eso.
Así, estos dos lineamientos ideológicos -la defensa a ultranza de los valores judeocristianos occidentales y el anticomunismo, que él identifica con todo aquello que no sea conservador y ultraliberal-, son los pilares de su influencia en la gestión Bolsonaro. A ellos hay que añadir otro elemento importante en su pensamiento: un profundo desprecio por la academia y los medios de comunicación hegemónicos que, según él, están atravesados por el «marxismo cultural» y son funcionales a los intereses globales de la izquierda. A tono con su antiacademicismo, es un férreo defensor del terraplanismo, el creacionismo y el geocentrismo; también entiende que el calentamiento global, el combate al tabaquismo y las vacunas obligatorias son conspiraciones de intereses permeados por la izquierda global.
Bajo este paraguas ideológico-místico, el «gurú» brasileño fue encargado de señalar quiénes ocuparían dos importantes carteras en el Gabinete. En el Ministerio de Educación colocó a Ricardo Vélez Rodríguez y como Canciller a Ernesto Araújo. El primero sólo duró tres meses en el cargo, aparentemente por sus polémicas medidas y dichos, como la autorización de que los textos escolares carezcan de referencias bibliográficas, o señalar a Pablo Escobar como un ejemplo de lo que debe hacerse para alejar a los jóvenes de las drogas. Posiblemente, su alejamiento obedezca a otras razones, en tanto son varios los ministros de Bolsonaro que no cesan de generar fuertes polémicas. Ernesto Araújo es diplomático de carrera, profundamente simpatizante de la Administración Trump y, en sintonía con el ideario de Olavo, ha afirmado que su misión en la Cancillería es «ayudar» al mundo a librarse de la «ideología globalista», porque ella es contraria a los valores cristianos y humanos; en su concepción, el globalismo (globalización económica) está conducida por el «marxismo cultural».
Axel Kaiser y Cristián Larroulet (Chile)
Ambas figuras dirigen dos de los think tanks de derecha más importantes del país andino y su influencia sobre Sebastián Piñera ha conseguido moldear su actual Gabinete. Kaiser es abogado, magister en inversiones, comercio y arbitraje, y doctor en filosofía, también es asiduo columnista en importantes periódicos chilenos y autor de varios libros, entre los que destacan «La miseria del intervencionismo», «La tiranía de la igualdad» y «El engaño populista», en coautoría con la guatemalteca Gloria Álvarez.
Es, también, la figura principal de Fundación para el Progreso (FPP)[1], fundada y financiada por el expropietario de los supermercados Líder. Esta fundación promueve una ideología ultraliberal en lo económico y la «descontaminación» del ideario de izquierdas enquistado en las instituciones, mediante un «cambio cultural».
«Los derechos sociales son un mito, un derecho social es un derecho a la plata de otro» (Áxel Kaiser)
Coincidiendo en la radicalidad de algunas ideas del gurú brasileño, el énfasis puesto por Kaiser en la importancia del cambio cultural antiizquierda -nacional y global- fue lo que motivó a Sebastián Piñera a colocar tres miembros de su fundación en el Gabinete: Gerardo Varela en el Ministerio de Educación, Mauricio Rojas en el de Culturas, Artes y Patrimonio, y Roberto Ampuero en Cancillería[2]. Al parecer, la importancia otorgada por el presidente a la «batalla cultural» colisionó con otra de sus anheladas improntas de gestión: la sobriedad y los modos republicanos, de los que carecen los miembros de FPP.
Cristián Larroulet fue dirigente estudiantil durante el pinochetismo -actividad que lo acercó a reconocidas figuras de la derecha chilena como Joaquín Lavín y Jaime Guzmán-, y realizó estudios de posgrado en Economía en Chicago. Alternó su vida académica con algunos cargos en el Estado durante el «tercer mandato» de Pinochet y durante la gestión de Eduardo Frei. En 1990 inauguró su fundación, Libertad y Desarrollo, un think tank neoliberal que aparece hasta moderado en contraposición con el de Kaiser. Diez años después fue nombrado ministro secretario general de la primer Presidencia de Sebastián Piñera.
A partir de allí se convirtió en un referente para el actual presidente, incluso durante el «interregno» de Michelle Bachelet. Sin llegar a tener una amistad, el trabajo conjunto durante casi una década llevó a que hoy sea un influyente miembro del Gobierno de Sebastián Piñera, como jefe de asesores presidenciales. En La Moneda señalan que Larroulet es un ineludible canal para llegar al presidente[3].
De estilo sobrio y perfil bajo, ha conseguido el nombramiento de varios ministros provenientes de su fundación, más «ideólogos» que figuras experimentadas en sus áreas respectivas. Éstos son: Juan Andrés Fontaine (Ministerio de Obras Públicas), Susana Jiménez (Ministerio de Energía y Vicedirección de Libertad y Democracia), José Ramón Valente (Ministerio de Economía, Fomento y Turismo), Marcela Cubillos (exministra de Medio Ambiente y ahora ministra de Educación en reemplazo de Varela) y Alfredo Moreno (Ministerio de Desarrollo Social).
Jaime Durán Barba (Argentina)
El sociólogo ecuatoriano saltó a la fama hace treinta años, de la mano de la encuestadora Informe Confidencial. En su país fungió como secretario de la Administración Pública durante la Presidencia de Jamil Mahuad. Sin embargo, su rol más destacado comenzó con la asesoría a Mauricio Macri, actual mandatario argentino, con el que trabaja desde el 2005. Además, se autoadjudica haber asesorado a Lenin Moreno[4] en Ecuador, a Marina Silva en Brasil, a Miguel Ángel Mancera y su predecesor, Marcelo Ebrard, en México -exjefes de gobierno del D.F.-, así como a Federico Franco y Mario Abdo en Paraguay, o a Álvaro Noboa y Jaime Nebot en su Ecuador natal.
Durán Barba destaca por considerar obsoletos los clivajes de izquierda y derecha, y especialmente por bordear los límites de la legalidad. En 2012 fue procesado en Argentina por la jueza María Servini de Cubría por realizar una campaña sucia contra Daniel Filmus, y algo similar ocurrió en el 2015 con su rival de entonces, Daniel Scioli. Durán Barba fue acusado por «difamación» al viralizar en las redes sociales fotografías e imágenes falsas para perjudicar la imagen del gobernador bonaerense y candidato presidencial.
Otra de sus propuestas más recurrentes ha sido la construcción de distintos metrobuses en la región. La misma estrategia fue utilizada bajo la gestión de Jamil Mahuad, la alcaldía de Jaime Nebot y el Gobierno de Mauricio Macri en la ciudad de Buenos Aires. En sus propios términos: «A mí lo que me interesaba eran esas paradas grandotas y muy iluminadas, como si fueran carteles de publicidad que demostraban que el gobierno estaba trabajando»[5].
Los servicios del gurú del momento incluyen encuestas y grupos focales. También incluyen su perspectiva teórica: una crisis de representación política global con la clase dirigente. Según Durán Barba, este cambio hacia una mayor volatilidad ha modificado las reglas de juego. Mientras que antes, para ser candidato a presidente con posibilidades de ganar, se debía tener por lo menos el doble de imagen positiva que de porcentaje de rechazo, esto ya no es así, afirma el gurú. Actualmente se puede tener incluso un índice de rechazo superior al de aceptación y aun así ganar la contienda, siempre tomando como referencia el nivel de fragmentación de las otras fuerzas y el sistema electoral bajo el cual se elija.
El sociólogo ecuatoriano hace gala de un pragmatismo tragicómico que reniega de la política y construye liderazgos por fuera de las normas protocolares, lo cual puede verse explicitado en sus obras: «Mujer, sexualidad, internet y política» (2006), «El arte de ganar» (2010) y «La política en el siglo XXI» (2017), todas en coautoría con Santiago Nieto. Allí desmenuza las estratagemas para desmotivar psicológicamente a sus adversarios utilizando la difamación y escenarios creados per se. Su punto fuerte es transitar el borde de lo políticamente incorrecto, su marca distintiva que lo hace lucir jovial y fresco. También ha recurrido a técnicas comunicacionales como los relatos de historia de vida, cuyos montajes fueron develados[6][7][8][9][10].
Amante de la polémica, ha debido disculparse públicamente al homologar el nazismo y el chavismo, declarando «Hitler era un tipo espectacular»[11] en una entrevista con la revista argentina Noticias y en relación a la enorme adhesión popular de los venezolanos hacia la figura de Hugo Chávez. Desde su columna dominical en el diario argentino Perfil, el estratega de Pro vinculó a los votantes de Cristina Fernández de Kirchner con la economía informal, los subsidios o el narcomenudeo[12].
Hasta el momento imbatible en Argentina gracias a la creación de slogans de campaña como la «lucha contra el narcotráfico», la «unión de los argentinos» y «pobreza cero», no ha tenido la misma suerte en su Ecuador natal, donde su candidato Paco Moncayo, un exmilitar retirado, quedó en cuarto lugar en las elecciones presidenciales de febrero del 2017.
Maximiliano Aguiar y Hernando Soto (Perú)
Consultor político y sociólogo argentino de la Universidad Nacional de San Juan, magister en la Universidad Pontificia de Salamanca, se desempeña actualmente como encargado de la comunicación gubernamental del presidente peruano Martín Vizcarra. Una vez más, se observa que el foco de las asesorías se corre de la gestión y las políticas públicas eficientes a la comunicación eficiente:«(Mi trabajo es) buscar una manera eficiente de comunicar a la sociedad las acciones de Gobierno, de tal manera que el contacto con el ciudadano sea adecuado, cercano. Mantener la legitimidad del Gobierno del Perú es mi trabajo«[13].
Al parecer, la construcción del sucesor de Kuczynski -quien presentó su renuncia luego de la propagación de material audiovisual que documentaba la compra y venta de votos en el Congreso- en el Capitán de la Liga de la Justicia rindió sus frutos. Aguiar fue premiado en Washington como el mejor consultor político del año, durante los Napolitan Victory Awards.
En sus orígenes el sanjuanino asesoró a Nelly Cuadros, candidata de Fuerza Popular por Cusco -irónicamente, el estratega que logró vencer a la lideresa naranja y ponerla tras las rejas se inició en la política peruana como asesor de una fujimorista-. Sin embargo, luego de la renuncia de Mario Elgarresta, el asesor cubano del ppkausismo, Mercedes Aráoz, hizo de nexo para acercar a Aguiar al partido.
Desde un comienzo la relación con Vizcarra fue estrecha ya que éste fungió como líder de la campaña de Kuczynski, realizando junto con la agencia Fahrenheit de Alberto Goachet y Ricardo Chadwick sus primeros spots. Frases como «se acabó el recreo» y el spot «me estoy haciendo viejo», al mejor estilo Fernando de la Rúa. Posteriormente, Aguiar sería desplazado de Peruanos Por el Kambio y reemplazado por el español Jordi Segarra. Aún así, Vizcarra decidió mantener el vínculo con el argentino y lo llamó a la hora de asumir el Gobierno. Actualmente, el asesor sanjuanino está contratado por intermediación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)[14].
Hernando Soto es un reconocido economista oriundo de Arequipa y cuenta con un posgrado en el Instituto Universitario de Altos Estudios Internacionales de la neutral Ginebra, Suiza. Como dato de color, fue asesor al final del primer Gobierno de Alan García y es primo lejano de Mario Vargas Llosa. Tuvo un breve paso por el mundo árabe asesorando al expresidente Hosni Mubarak en Egipto y al régimen de Muamar Gadafi en Libia. Allí, sus ideas fueron promovidas por presidentes estadounidenses como Bill Clinton y George W. Bush en el marco de la guerra contra los grupos islámicos.
Es presidente del Instituto Libertad y Democracia (ILD), uno de los centros de investigación de políticas públicas dedicado a diseñar e implementar programas de capital para los pobres de Asia, América Latina y Medio Oriente.
Soto fue uno de los principales asesores de Keiko Fujimori en 2011 y 2016, así como lo había sido de su padre, de quien finalmente se distanció a causa de la corrupción y de considerar que lo había «seducido» Vladimiro Montesinos[15]. No faltan quienes lo consideran como la fuente ideológica del fujimorismo, especialmente en el concepto de «cholo capitalista», es decir el mestizo peruano trabajador y emprendedor, el sujeto social al que interpeló el régimen. Luego de la caída del fujimorato se acercó al sucesor, Alejandro Toledo, quien nombró a Soto como su representante personal para diseñar e implementar un programa de libre comercio que sea atractivo para los Estados Unidos y que brinde a los pobres acceso a la economía globalizada.
Las condecoraciones internacionales del autor intelectual del fujimorismo continuaron. En 1999 la revista Time lo eligió como uno de los 5 principales innovadores de América Latina en el número especial sobre Líderes para el nuevo milenio y, durante el 2004[16], lo incluyó entre las 100 personas más influyentes del planeta[17]. La revista Forbes, en su edición especial por su 85 aniversario en diciembre de 2002, lo seleccionó entre las 15 personas «que reinventarán el futuro».
Soto ha sido miembro del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), presidente del Comité Ejecutivo de la Organización de Países Exportadores de Cobre (CIPEC), director-gerente de Universal Engineering Corporation y miembro del Swiss Bank Corporation Consultant Group. Asimismo copresidió con la exsecretaria de Estado de los Estados Unidos, Madeleine Albright, la Comisión sobre Empoderamiento Legal de los Pobres, del Proyecto de Justicia Mundial (World Justice Project)[18].
Autor de «El otro sendero. La respuesta económica al terrorismo» (1986) y «El misterio del capital: ¿Por qué el capitalismo triunfa en occidente y fracasa en el resto del mundo?» (2000), los cuales le valieron reconocimiento internacional. Ambos libros son considerados best sellers y han sido traducidos a 20 idiomas. Su tesis principal busca cambiar la perspectiva del capitalismo en países en desarrollo: considerar que la economía informal más que un problema es la solución para construir una economía de mercado, así como el motor del emprendedurismo de todas las clases sociales. De esta forma, la economía informal es vista como una rebelión productiva y pacífica contra el Estado.
Ya en democracia, Soto desempolvó el imaginario del enemigo interno, ahora encarnado en los militantes sociales contra los proyectos mineros en el país. De acuerdo con Soto, detrás de estos movimientos están exsenderistas convertidos en ecologistas[19]. «Con los que yo he hablado, vamos a darle un nombre, ‘sendero verde'[20], son exterroristas que ya han cumplido sus penas. No tienen armas, todos son ecologistas»[21]. Aunque desopilante, su visión persiste en el modelo económico consolidado desde la Constitución de 1993 y la progresiva criminalización de la protesta social contra el negocio extractivista.
Reflexiones finales
La profesionalización de la política es un hecho innegable en el siglo XXI. En Latinoamérica los asesores y expertos en comunicación adquieren cada vez mayor relevancia en detrimento de los diseños de políticas públicas. Este pasaje de la gestión a la comunicación se dio a la par de una lenta transformación histórica por el que hemos pasado de ser ciudadanos a individuos-consumidores.
Los políticos de probeta son vendidos como un combo que incluye plataformas electorales, ideas clave e incluso las características personales y morales diseñadas por las encuestas y comercializados en el mercado electoral. Las estrategias de marketing, los grupos focales, las encuestas y los mensajes segmentados para un público específico vía redes sociales han sido un arma poderosa. Cada uno de estos gurúes ha sabido interpretar los tiempos modernos y sus subjetividades, los climas, las idiosincrasias, los temores y las pasiones ciudadanas.
Notas:
[1] La Fundación para el Progreso está asociada con think tanks estadounidenses como el Ayn Rand Institute y Atlas Society.
[2] De los tres hoy sólo Ampuero se mantiene en el cargo, los otros dos fueron dimitidos por las polémicas en las que se vieron involucrados.
[4] https://www.larepublica.ec/blog/politica/2017/10/29/duran-barba-dice-asesora-lenin-moreno/
[5] https://gatopardo.com/perfil/jaime-duran-barba/
[7] https://www.pagina12.com.ar/177046-la-amiga-pobre-de-maria-eugenia-vidal
[8] https://www.pagina12.com.ar/177253-los-enganos-de-cambiemos
[11] https://noticias.perfil.com/2013/11/08/duran-barba-desatado-hitler-era-un-tipo-espectacular/
[14] https://elcomercio.pe/politica/fuego-maxi-perfil-maximiliano-aguiar-noticia-550698
[16] http://content.time.com/time/specials/packages/article/0,28804,1970858_1970909_1971683,00.html
[17] https://www.cato.org/friedman-prize/hernando-desoto/biography
[18] http://www.hernandodesoto.pe/biografia/
[19] https://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/article81810672.html
[20] https://www.ocmal.org/sendero-verde/
[21] https://elcomercio.pe/politica/elecciones/hernando-soto-hay-diversos-tipos-ex-terroristas-395785
Fuente: http://www.celag.org/los-gurus-de-la-derecha-regional/
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