Empleados de las plantas de toda Italia, 15.000 según los convocantes, han participado en la manifestación. Preocupa que el acuerdo de fusión con la estadounidense Chrysler y la posible compra de la alemana Opel implique la pérdida de empleos. «Somos 5.000 familias, 25.000 contando con la industria auxiliar, directamente implicadas y sin futuro» decía un […]
Empleados de las plantas de toda Italia, 15.000 según los convocantes, han participado en la manifestación. Preocupa que el acuerdo de fusión con la estadounidense Chrysler y la posible compra de la alemana Opel implique la pérdida de empleos.
«Somos 5.000 familias, 25.000 contando con la industria auxiliar, directamente implicadas y sin futuro» decía un trabajador. «En Pomigliano, en Nápoles, tras la FIAT sólo queda la Camorra. Si FIAT cierra, no podremos asegurar el futuro de nuestros hijos porque la Camorra se aprovechará de la situación» aseguraba.
«Como estamos negociando acuerdos con Chrysler y Opel, queremos saber qué futuro espera a las fábricas italianas» añadía otro manifestante.
La vertiginosa expansión de FIAT podría implicar el cierre de varias plantas en Italia, Reino Unido, Austria y Alemania, según fuentes sindicales.
El consejero delegado de la automovilística de Turín, Sergio Marchione, intentaba ayer calmar los ánimos: «Los trabajadores pueden estar tranquilos porque vamos a cumplir nuestros compromisos y haremos todo lo posible para evitar los perjuicios relacionados con la actual crisis del mercado».
Si, como parece, FIAT llega a un acuerdo con General Motors y el Gobierno alemán para la adquisición de Opel y otras unidades de negocio del constructor de Detroit, el grupo se convertirá en la segunda automovilística del mundo aunque será necesaria una importante reestructuración.