‘L’Espresso’ recoge los testimonios de personas sordas y sordomudas que sufrieron los supuestos abusos sexuales por parte de los sacerdotes de un colegio de Verona hace ya varias décadas. El obispo de la ciudad niega los hechos Más de sesenta antiguos alumnos sordos y sordomudos de un colegio religioso de la localidad italiana de Verona […]
‘L’Espresso’ recoge los testimonios de personas sordas y sordomudas que sufrieron los supuestos abusos sexuales por parte de los sacerdotes de un colegio de Verona hace ya varias décadas. El obispo de la ciudad niega los hechos
Más de sesenta antiguos alumnos sordos y sordomudos de un colegio religioso de la localidad italiana de Verona han denunciado, veinte años después, los supuestos abusos sexuales que sufrieron por parte de sacerdotes en un reportaje que el semanario italiano L’Espresso ha publicado este viernes.
La investigación periodística, que adelanta el diario italiano, recoge el testimonio de adultos que dicen haber superado el miedo y los recelos que les dejó como secuelas unos supuestos abusos sexuales cuando eran niños y alumnos del colegio Antonio Provolo de Verona, durante tres décadas hasta el año 1984.
Según L’Espresso, esos más de sesenta antiguos alumnos que ahora sacan a la luz los supuestos abusos no pretenden ejercer ningún tipo de acción judicial, pues el delito habría prescrito, pero sí quieren alertar a la población de que algunos de aquellos sacerdotes siguen hoy en dos colegios de Verona.
Por este motivo, «antiguos alumnos han enviado a al rotativo los testimonios -escritos y filmados- de su experiencia. Documentos escalofriantes que podrían arrojar luz sobre uno de los casos más graves de pederastia en Italia: los episodios implican a 25 religiosos, las víctimas podrían ser al menos un centenar», explica el semanario en su página web. Según la publicación, décadas después las supuestas víctimas de abusos sexuales por parte de religiosos se han reunido en la Asociación de sordos de Antonio Provolo y han enviado varias cartas a autoridades de la Iglesia Católica italiana.
«Juegos sodomitas»
En uno de esos documentos se puede leer: «En la sala establecida como confesionario de la iglesia de Santa María del Llanto del Instituto Provolo algunos sacerdotes aprovechaban para hacerse masturbar y tocar a la vez por niñas sordas (la puerta estaba en esos momentos siempre cerrada)».
«Las relaciones sodomitas tenían lugar en el dormitorio, en las habitaciones de los sacerdotes y en los baños», prosigue el texto que firman 67 antiguos alumnos del «Antonio Provolo».
Aquellos niños ahora tienen entre 40 y 70 años. Algunos cuentan que han sufrido abusos casi hasta su mayoría de edad
Aquellos niños ahora tienen entre 40 y 70 años y algunos cuentan que han sufrido abusos casi hasta su mayoría de edad, abusos que, afirman, también se produjeron en las duchas comunes. «Era 1959, tenía once años. Me sodomizó y propuso otros juegos sexuales. Fue una experiencia terrible que me ha generado graves problemas psicológicos de adulto», comenta Bruno, de 60 años.
En la actualidad, dice L’Espresso, el centro educativo está gestionado por manos laicas, aunque algunos de aquellos sacerdotes a los que estos más de sesenta antiguos alumnos acusan continúan aún trabajando allí.
Los obispos lo niegan
El obispo de Verona (norte de Italia), Giuseppe Zenti, negó hoy la veracidad de la denuncia de abusos sexuales. «Es un teorema sin fundamento, fabricado para conseguir los bienes de la congregación» religiosa del colegio «Antonio Provolo», especializado en niños y niñas sordos y mudos, dijo Zenti durante una rueda de prensa en Verona para salir al paso de las denuncias de abusos sexuales que recoge una investigación que publica hoy la revista L’Espresso. «Pido pruebas, no cuentos inverosímiles. Son banalidades construidas por mentes aberrantes y aberrante es que Dalla Bernardina instrumentalice a estos sordomudos», dijo el obispo de Verona.
«Pido pruebas, no cuentos inverosímiles» Zenti pidió a la asociación de antiguos alumnos que retiren las acusaciones que hacen a 25 religiosos del colegio veronés, en caso contrario, está dispuesto a emprender acciones legales.
«No tenemos ningún temor de que se investigue», comentó el religioso, quien aseguró que todas las acusaciones y los testimonios -incluso cartas enviadas a las autoridades eclesiásticas de Verona- que recoge en sus páginas el semanario L’Espresso no son más que «mentiras».