Hay temas que son difíciles de analizar al separarlos de la carga emotiva que generan, temas en los que los sentimientos se ven pincelados por expectativas con las que vivimos hasta el momento en que descubrimos que son mentiras. Hay personas en las que depositamos un voto de confianza por motivos diametralmente opuestos a los […]
Hay temas que son difíciles de analizar al separarlos de la carga emotiva que generan, temas en los que los sentimientos se ven pincelados por expectativas con las que vivimos hasta el momento en que descubrimos que son mentiras. Hay personas en las que depositamos un voto de confianza por motivos diametralmente opuestos a los que hoy nos hacen cuestionarlas.
No se si los equivocados y equivocadas somos los que vemos con tristeza y bronca algo que nos parece una metamorfosis de quienes en otro momento fueron compañeras y compañeros, nuestros referentes y hoy se sitúan al otro lado de la acera. O simplemente nos «comimos la pastilla» y no vimos lo que era evidente. Lo importante es que somos muchos los que nos encontramos en esta situación, creo que es bueno trasmitir lo que siento y veo, para no incurrir nuevamente en el error de reconocer solo a la máscara y no al rostro de la verdad. Por supuesto no todos llegamos a las mismas conclusiones frente a estos hechos, pero por lo menos espero que sean cuales sean esas conclusiones, lleguemos a ellas con los ojos abiertos. Tampoco estaría de más que nos preguntemos si estamos de acuerdo con muchas de las cosas que están sucediendo en nombre de la «izquierda» y sobre todo que decidamos si vamos a dejar que estos hechos transcurran mientras callamos y miramos para otro lado, o vamos a decir lo que pensamos al respecto. … «Las paredes se caen a pedazos, humedad en todos los pisos, mugre, baños clausurados, jeringas tiradas, un panorama dantesco que tiene que ver más con una imagen de un país en guerra y no uno de primera como el eslogan del gobierno.» «Se suspenden operaciones por esta causa y por falta de personal. Los trabajadores reclaman por como están trabajando y los pacientes se quejan de las cucarachas que deambulan por los pasillos.» (extraído del Blog Atea y sublevada, referido al Hospital de Clínicas).
Diego Fischer escribe en el País Digital sobre la denuncia formulada por la Cámara de Emergencias Móviles acerca de los problemas y demoras que deben soportar los equipos médicos de las ambulancias, a la hora de internar a un paciente grave en un hospital. Afirma que al menos tres personas murieron en lo que va de este año porque ASSE demoró horas (más de seis en algunas situaciones) en encontrarles lugar a estos enfermos en un centro asistencial estatal.
«Mil mujeres están en lista de espera para realizarse exámenes en el hospital de Colonia, al tiempo que los usuarios de ese establecimiento se movilizaron por la «mala» situación edilicia, sin rubros asignados en infraestructura y ante la demora en la construcción del nuevo hospital prometido durante la administración de Tabaré Vázquez. La semana pasada se realizó una marcha reclamando el comienzo de la construcción del nuevo centro hospitalario, así como el mantenimiento del viejo hospital con 100 años de existencia y que atiende a 40.000 usuarios.» (Ultimas Noticias).
«Las explicaciones de una crisis. La denuncia de las emergencias móviles de que pacientes mueren aguardando lugar en hospitales movilizó al sistema de salud Un censo da las claves del problema. Hay cerca de 630 camas de CTI en el país.» «Aunque los estándares internacionales indican que la cifra sería suficiente, cuando las infecciones respiratorias se disparan, el sistema falla por una desigual distribución: solo el 25% de los CTI son públicos.» (País Digital)
En lo que va del año fallecieron al menos tres pacientes graves aguardando ingresar en un hospital de Montevideo, la demora ocurre en también en otros departamentos. Una mujer con traumatismo de cráneo debió esperar en Cerro Largo 36 horas para acceder a una cama de cuidados intensivos. Según la coordinadora de CTI, no había ninguna cama disponible en ningún lugar del país.
Se habla de «alerta roja» con nada más ni nada menos que el 75% de las camas ocupadas. Obviamente el 25% restante puede llegar a ocuparse en un día, además debemos tener en cuenta los tiempos de esterilización y mantenimiento de los equipos.
Sin embargo y como era previsible, Eleuterio Fernández Huidobro está sumamente preocupado porque el Hospital Militar atraviesa una gravísima crisis, el resto de las situaciones críticas que atravesamos no son tan importantes, ya que los ciudadanos civiles se han convertido en ciudadanos de segunda desde que en nuestro país se determinó por la base de los hechos que no todos somos iguales ante la ley, encubriendo y suavizando las condenas de los delincuentes militares con cárceles especiales o como en el caso del ex dictador Bordaberry, que murió rodeado de su familia, cómodamente recluido en su domicilio, de forma muy distinta a la que murieron nuestras y nuestros compañeros en los vuelos de la muerte, en la tortura o en las cárceles de la dictadura.
Sin sorpresa leo en La Diaria que hay un aumento destinado a la ANEP (973 millones), a la Udelar (243 millones), al Hospital Militar (154 millones) y al Banco de Tumores (cerca de 1,3 millones), nada se dice del Clínica y otros hospitales de la capital y el interior del país. La Diaria nos informa también, de que «Luego de entregar en mano el proyecto de ley al vicepresidente Danilo Astori, Lorenzo dijo que en la propuesta no hay más incrementos presupuestales que los previstos para Educación y el Hospital Militar y que, como en todo presupuesto, «quedan demandas insatisfechas». Creo que es importante echar un vistazo a las «demandas insatisfechas» y observar hacia donde se inclina la balanza cuando de dar prioridad a las necesidades básicas de nuestro pueblo se trata.
¿Qué ha estado haciendo Huidobro estos últimos meses?
Fernández Huidobro ocupó durante este período su banca en el Senado hasta el 6 de mayo, luego de que renunciara a ella por no estar de acuerdo con la iniciativa del Frente Amplio de anular la ley de Caducidad, fiel y consecuente con la política que llevó a cabo dentro de la Cap L desde antes de que se plebiscitara por el SI rosado. Huidobro votó el proyecto de ley por disciplina partidaria pero al mismo tiempo anunció su renuncia. «No me quiero hacer responsable de un error político», argumentó. Tenían la jugada bien definida, no había peligro de que saliera un resultado adverso a lo que tan bien se calculó. Se contaba con comodines como Saravia, Semproni (y algún otro que no necesitó salir a luz) y por supuesto, el doble discurso de Mujica. La renuncia y la sustitución de Rosadilla (oportunamente enfermo), por un recuperado Huidobro que se encuentra en su «salsa». Según las declaraciones que hizo a Búsqueda: «Cuando habla sobre cuestiones militares se entusiasma. Lee revistas sobre armamento y tácticas, libros, conoce las últimas novedades sobre asuntos bélicos». Sin ninguna duda se entusiasma, como si ser ministro de defensa fuera lo que siempre quiso ser.
Siento vergüenza ajena al escuchar a Huidobro hablar sobre los militares y sobre los DDHH, no tiene el menor respeto por los compañeros y compañeras muertas ni por sus familiares, o por las y los compañeros que, al igual que él, pasaron por el infierno de cárcel, persecución y tortura y sin embargo no piensan como él. A mi entender, a esta altura perdió el respeto por si mismo como luchador y ser humano coherente. Creo que sencillamente se dio cuenta de que se equivocó de bando y nosotros le dimos la oportunidad de poder dar el salto hacia lo que realmente admira y respeta. A nadie le es ajena su posición frente a los intentos por anular la Ley de Caducidad y castigar a los responsables de los crímenes cometidos durante el Terrorismo de Estado. A nadie le quedan dudas de cual ha sido su forma de pararse frente a los militares e incluso el vínculo personal que ha desarrollado con algunos de ellos.
Por eso no nos sorprende, aunque nos da rabia, cuando declara en conferencia de prensa que trabajará para «mejorar la relación de las Fuerzas Armadas con la ciudadanía». «Vamos a propugnar que esta relación sea cada día más íntima», «que el pueblo sienta propias a las Fuerzas Armadas y las Fuerzas Armadas se sientan parte del pueblo». Se olvida sin embargo de la deuda por saldar que los militares tienen con la sociedad uruguaya, evita recordar el papel de las FFAA durante el período de dictadura.
Fue víctima de las arbitrariedades y barbaridades cometidas, no solo hacia el, sino hacia un significativo número de uruguayos, su compañera, su hija… Sin embargo redime a sus verdugos, admira a sus carceleros. ¿Es esto normal? Cuando se refiere al incendio que afectó la semana pasada a una dependencia de la Armada ubicado en la calle Misiones entre 25 de Mayo y Rincón, lo hace como un «hecho desgraciado» que «Cae justo cuando reina sobre el tema una suspicacia». ¿A qué se deberán las suspicacias?, no será por casualidad a que algunos de los ex guerrilleros que están en el gobierno se han dedicado a encubrir a los militares y a justificarlos a cualquier precio. Dios nos libre y guarde de que ahora la gente de forma «suspicaz» crea que los milicos quieren ocultar algún defalco económico y borrar las huellas del mismo, así como ocultan el paradero de las víctimas y los nombres de los responsables.
Huidobro dijo también que la reforma en las Fuerzas Armadas es muy complicada y que parte de esa complicación es la «dictadura feroz» que practica el ministro de Economía, Fernando Lorenzo, en el momento de asignar los recursos. No me cabe duda de que Huidobro va a luchar con uñas y dientes para conseguir más armamento para los militares, mejores sueldos y condiciones optimas, dándoles así la posibilidad de prepararse para reprimir a su propio pueblo o a otros pueblos a través de las «misiones de paz». Paradójicamente, este hombre que otrora luchó contra todo eso, hoy, dando un peligroso giro lo defiende y fomenta.
Declara que «A la salida de la dictadura hubo un gran rechazo a lo militar que nosotros no compartimos», habría que ver a que se refiere con «rechazo», ¿será que este señor interpreta los intentos por obtener justicia y verdad como un ataque a las FFAA?, cosa que ha llegado a sentir como algo personal.
«Obviamente, en el tema derechos humanos todo el repudio, eso está bien, pero aparte de eso hay otros problemas. No se puede despachar el tema de la defensa por el tema derechos humanos». (El Observador).Yo agrego, no se puede poner el tema de la defensa por encima de los DDHH, ni se puede encubrir ni defender asesinos sin convertirse en cómplice de ellos.
Además, banaliza un tema de principios que está profundamente arraigado en muchos al expresar: «No es fácil romper esa costra, que nada tiene que ver con los derechos humanos, sino que es de principios del siglo pasado. Eso ya estaba instalado y siguió de largo y con la dictadura recrudeció. Creo que la discusión sobre la ley de defensa ayudó mucho, pero el principal instrumento es colocar el tema con seriedad y debatirlo para comprender que la defensa es fundamentalmente civil y que lo militar es solo una parte». (El Observador). Nos han vendido versos y han perpetrado la impunidad. Han demorado todo lo que tiene que ver con la justicia en casos de violaciones de los DDHH hasta un punto crítico, ¿pensarán que su recorrido histórico y su actual situación política les da derecho de hacerlo?, si es así, están muy equivocados.
Hoy aparece en Ultimas Noticias bajo el titular de «Uruguay compró a Rusia blindados para la Guardia Republicana», un artículo que nos informa sobre el dinero que se sigue gastando en armamento, se compraron al módico precio de 280 mil dólares por unidad, blindados 4×4… una ganga. Mientras tanto la educación y la salud se caen a pedazos, se sale a pedir dinero a la calle para construir unos cabañas deficientes o debería decir ranchos mejorados. En este país los únicos que parecen haberse vuelto más cultos (hasta hablan inglés), son los militares, según las propias palabras de Eleuterio. Lo que es la población civil que concurre a escuelas públicas, apenas habla el español y no hablemos de escribirlo. A pesar de las inversiones realizadas por el gobierno, las cárceles para los presos que no pertenecen a la elite «VIP», se encuentran en condiciones deficientes.
Piden más dinero para el Hospital Militar, porque no utilizan el dinero destinado a comprar armamento para la salud?, ¿o esperan algún ataque extraterrestre? Si los extranjeros nos atacan, no tenemos chance. Para reprimir a los uruguayos civiles, no es necesario gastar tanto dinero y ese es el fin verdadero. Los otros, los asesinos del Terrorismo de estado están muy cómodos en sus cárceles especiales o sueltos.
No se para que van a adquirir patrulleros y camionetas que se sumarán al actual parque automotor de la Policía, si según Mujica la culpa de la violencia la tiene la prensa, sería más barato cerrar la prensa. Los 1.050 hombres, y grupos especiales en cada una de las jefaturas policiales del país no han servido de mucho cuando de combatir la delincuencia se trata, a pesar de Bonomi y su sistema de represión.
La policía habla de una inversión de 10 millones de dólares. Tenemos 32.850 funcionarios del Ministerio del Interior, 24.686 policías ejecutivos y 5.500 revisten en la Jefatura de Policía de Montevideo. Les parece poco?
No nos dieron mucho pan, pero si bastante circo; habría que ver hasta que punto es inofensiva para el país esta bizarra situación de expresos jugando a militares.
Blog de la autora: http://www.simplesite.com/
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