Un grupo de siete mujeres jóvenes se ubican en una parte vacía del Campo Victoria. Cada una tiene enfrente una caja de cartón. Con el ritmo de tambores, poco a poco van entrando en las cajas; para luego salir de las mismas: salir libres de etiquetas y libres de prejuicios. Este sábado 26 de abril, […]
Un grupo de siete mujeres jóvenes se ubican en una parte vacía del Campo Victoria. Cada una tiene enfrente una caja de cartón. Con el ritmo de tambores, poco a poco van entrando en las cajas; para luego salir de las mismas: salir libres de etiquetas y libres de prejuicios.
Este sábado 26 de abril, organizaciones de la diversidad sexual y feministas se dieron cita, en diversas regiones del país, para conmemorar el Día Internacional por la Visibilidad Lésbica; un día en contra de los prejuicios sociales, que tiene como objetivo reclamar la inserción de las lesbianas en el espacio público y el reconocimiento de sus derechos plenos.
En León, las participantes fueron invitadas a una Fiesta lúdica pedagógica, organizada por la Casa de los Colores. Música, teatro, juegos y dinámicas animaron la tarde, a la que asistieron más de cien mujeres del occidente de Nicaragua. «Celebrar como vivís tu orientación sexual con libertad, poder demandar reconocimiento de derechos abiertamente y el placer de hacer lo que nos gusta» comenta Helen Alfaro López, coordinadora de la Casa de los Colores. La jornada de celebración de este año está centrada en la vivencia del placer de ser lesbiana, bajo el lema «Ser lesbiana no es delito, es un deleite».
En Matagalpa, Casa Abya Yala organizó Cunnilingüis, una noche de poesía erótica, proyección de cortos y micrófono abierto. La actividad tuvo el objetivo de visibilizar y homenajear a las escritoras, poetas, cantautoras y cineastas que han aportado a la construcción de identidades lésbicas con sus creaciones; pero que han sido olvidadas o minimizadas. «Las mujeres lesbianas necesitamos conocer a quienes vinieron antes de nosotras, tener referentes. La representación nos ayuda a adquirir un sentido de comunidad y fortaleza colectiva» explica Karen Rodríguez, promotora de la actividad.
La celebración del Día de la Visibilidad Lésbica es relativamente nueva, nace en el 2008 como una iniciativa de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) de España, como una fecha para promover la aceptación social del amor entre mujeres, motivar a las mujeres lesbianas a aceptarse públicamente y demandar una ciudadanía plena. En Nicaragua, la fecha se celebró por primera vez en el 2012, en Masaya, como iniciativa de la colectiva lésbica Somos Tribadistas.
«Las lesbianas existimos y transgredimos la norma heteropatriarcal, eso no nos hace especiales, raras o anormales, sin embargo nos expone a actos discriminatorios avalados por el no reconocimiento de nuestra identidad» dice textualmente el comunicado que el Grupo Lésbico Feminista ARTEMISA preparó para esta fecha. Uno de los reclamos históricos de las colectivas lésbicas ha sido la creación e implementación de políticas públicas sobre salud, trabajo y educación que incluyan a las mujeres lesbianas, así como el rechazo a cualquier forma de discriminación, rechazo o represión hacia las mujeres.
Aunque en su análisis no contempla la orientación sexual e identidad de género como factores de exclusión, la Convención Internacional sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer (CEDAW), establece en su artículo 2, que los Estados Partes «convienen en seguir, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, una política encaminada a eliminar la discriminación contra la mujer».
Las organizaciones lésbicas feministas demandan que el Estado de Nicaragua firme y ratifique el Protocolo Facultativo de la CEDAW y la suscripción a los Principios de Yogyakarta, sobre la aplicación del Derecho Internacional de Derechos Humanos a las cuestiones de orientación sexual e identidad de género; como primeros pasos en la construcción de un marco jurídico que garantice la ciudadanía plena de las mujeres lesbianas.
El día termina en Matagalpa con los acordes de una guitarra y la voz de Chavela Vargas cantando Macorina. En las afueras del lugar preguntan que se celebraba.
«Es una celebración lésbica»
«¿Y ustedes por qué son lesbianas?»
«Porque me gusta y me da la gana»
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