En el contexto actual, las migraciones internacionales se han incrementado [1] y han estado relacionadas y provocadas por múltiples procesos producidos por la globalización neoliberal (el incremento de la desigualdad y el deterioro de la estructura productiva, el aumento de la pobreza y la concentración de la riqueza, la carencia de empleos y salarios bien remunerados, el crecimiento de la violencia, entre otros).
A nivel de las regiones de Centro y Norteamérica, y como lo muestran las datos y hallazgos del Informe 2019 (Migraciones en México: fronteras, omisiones y transgresiones) de la Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes (REDODEM) [2], México, que tradicionalmente había sido un país de origen/expulsión de millones de migrantes a Estados Unidos (EU), se ha consolidado como un territorio de tránsito para centenas de miles de centroamericanos, y, en menor medida, como un destino para estas poblaciones. Pero también es un lugar de recepción de migración forzada de retorno de sus propios ciudadanos, y un territorio nacional con procesos de desplazamiento interno forzado.
El Informe 2019 de la REDODEM da cuenta de que, unos de los grupos más numerosos y con mayor vulnerabilidad y riesgo en el tránsito irregular por México, son los migrantes del Triangulo Norte de Centroamérica (siendo los de mayor volumen demográfico los hondureños, y luego los guatemaltecos y salvadoreños), quienes principalmente tiene como destino EU. Esta migración tiene ya una historia de décadas, es provocada por una serie de causas estructurales (económicas y relacionadas a contextos de violencia) [3], y en años recientes han aumentado los flujos de personas involucradas. Esta migración está marcada desde hace años por diversos procesos de exclusión y violencia, donde los centroamericanos sufren varios delitos y crímenes en su tránsito por México. También, en dicho informe resaltaron por sus dimensiones los grupos de migrantes de Haití y Venezuela, así como los de Nicaragua y Cuba [4].
Particularmente, destaca que el 2019 fue el año de las Caravanas Migrantes (principalmente de centroamericanos, y sobre todo de hondureños), donde estos grupos mostraron una fuerte capacidad de agencia social y organización para llevar a cabo de manera un poco más segura sus adversas y riesgosas trayectorias migratorias. Junto a este escenario y resultado de la presión geopolítica y económica del actual gobierno de EU sobre México, se llevaron a cabo en el territorio mexicano diversas acciones de contención migratoria (securitización de fronteras, despliegue de efectivos de la guarda nacional, detenciones, entre otras); asimismo, EU impuso el Programa de Quédate en México, el cual obliga a los migrantes forzados (sobre todo a los centroamericanos que quieren pedir asilo a EU) a permanecer en México mientras llevan a cabo su trámite de petición de asilo en EU. Con esto, el gobierno de EU de facto generó un proceso de externalización de sus fronteras, así como de dinámicas políticas de extra-territorialización del procedimiento de asilo. El Informe 2019 de la REDODEM es un documento útil, con información relevante y sumamente actual para entender algunas de las migraciones forzadas entre Centroamérica y Norteamérica de los últimos años.
El Informe 2019 de la REDODEM es de libre acceso, es público y puede descargarse en el siguiente link: http://redodem.org/wp-content/uploads/2020/09/REDODEM_Informe_2019.pdf
NOTAS
[1] Según cifras de la ONU para el 2020 había poco más 270 millones de migrantes a nivel mundial.
[2] El Informe 2019 de la REDODEM puede descargarse en el siguiente link:
http://redodem.org/wp-content/uploads/2020/09/REDODEM_Informe_2019.pdf
[3] Informe 2018 de la REDODEM http://redodem.org/wp-content/uploads/2019/09/REDODEM-Informe-2018.pdf
[4] Boletín de Prensa del Informe REDODEM 2019 http://redodem.org/wp-content/uploads/2020/09/Boleti%CC%81n-Informe-REDODEM-2019.pdf
Guillermo Castillo es profesor de licenciatura y posgrado de la UNAM