Miles de obreros del consorcio francés PSA Peugeot Citroën marcharon este 25 de julio hasta la sede del grupo para rechazar la supresión de miles de empleos anunciada por la empresa para compensar el descenso en sus ventas. Jean-Pierre Mercier, delegado de la Confederación General del Trabajo (CGT), recordó que la firma tuvo grandes ganancias […]
Miles de obreros del consorcio francés PSA Peugeot Citroën marcharon este 25 de julio hasta la sede del grupo para rechazar la supresión de miles de empleos anunciada por la empresa para compensar el descenso en sus ventas.
Jean-Pierre Mercier, delegado de la Confederación General del Trabajo (CGT), recordó que la firma tuvo grandes ganancias el año pasado y no tomó medidas para enfrentar una eventual baja en los mercados como consecuencia de la crisis de la deuda.
No es a los asalariados a quienes corresponde pagar la factura, sino a los accionistas, que deben apretarse los cinturones, aseguró el dirigente gremial.
Según el representante de la CGT, en los últimos 20 años la Peugeot Citroën suprimió cerca de 20 mil empleos en todo el país, mientras sus propietarios recibían grandes utilidades.
En la protesta participaron delegados de la fábrica de Aulnay-sous-Bois, amenazada con el cierre en 2014, así como sindicalistas de Rennes, donde se eliminarán mil 500 puestos.
La demostración tuvo lugar mientras en el interior del edificio, ubicado en la avenida parisina de La Grande Armée, se realizaba un consejo de dirección para analizar el plan de reestructuración de la firma, que pretende ahorrar mil 500 millones de euros hasta 2015.
Este proyecto prevé la clausura de la planta de Aulnay, donde trabajan más de tres mil personas, además del despido de otros cinco mil asalariados en todo el país.
Según la PSA, en el primer semestre de 2011 sus pérdidas ascendieron a 819 millones de euros por la caída de la demanda de automóviles.
El representante de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo, Philippe Petry, señaló que no se puede negar la mala coyuntura económica en el continente, pero exigió un informe de un experto para conocer si las cifras publicadas por la corporación son reales.
En todo caso, destacó Franck Don, representante de los sindicatos franceses cristianos, el plan de reestructuración de la Peugeot es desproporcionado y hace caer todo el peso sobre el sector laboral.
Mientras, un comunicado de la agrupación Fuerza Obrera señala que la dirección del consorcio aplicó durante los últimos años una serie de políticas equivocadas, cuyas consecuencias agravaron la situación.
En lugar de despedir a los empleados deben realizarse varias reformas para recuperar los mercados, como aumentar la garantía de los automóviles de dos a cinco años y abandonar métodos de gestión importados de Estados Unidos y Japón, afirma la organización.
Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=529027&Itemid=1