Ed Milliband ha usado la conferencia del partido Laborista para relanzar su imagen como un líder creíble para el partido y como posible primer ministro británico y atacar tanto la estatura moral de David Cameron como la de las políticas del gobierno que dirige.
En su penúltima conferencia antes de las próximas elecciones generales, el partido laborista ha confrontado la principal dificultad desde su derrota frente a los conservadores en 2007: la falta de conexión con el electorado.
Si bien es cierto que el partido se ha recuperado en las urnas, el incremento de votos no es suficiente como para superar a los conservadores.
Para los analistas políticos, la clave es que la figura de su líder, Ed Milliband, no termina de convencer a los británicos. En una reciente encuesta de opinión, tan solo un 29 % de los electores encuestados cree que Milliband podría ser primer ministro, mientras que un 62 % no lo cree. Así pues, la tarea esencial del laborismo en los próximos meses será intentar dar la vuelta a las encuestas de opinión, y su discurso durante la conferencia del laborismo en Brighton ha sido el primer paso.
Esta conferencia es importante para Milliband, y durante su discurso hizo referencia a los intentos conservadores de hacer de la elección general un enfrentamiento entre sus líderes, con la confianza de que en este caso Milliband saldría perdiendo. Pero el laborista ha aprendido claramente que la mejor defensa es un buen ataque, y durante su intervención ante los delegados laboristas, él mismo contrastó su personalidad con la de David Cameron, afirmando que el líder conservador «puede ser fuerte defendiendo su posición ante los débiles, pero es débil cuando se enfrenta a los fuertes». Milliband invitó a los conservadores a iniciar un debate sobre el carácter de sus líderes, apuntado que los laboristas aún creen en que los políticos pueden ser personas decentes.
Milliband es un buen orador y, como el líder conservador David Cameron, puede obviar las notas a la hora de lanzar su discurso, pero es algo más que palabras en un momento específico lo que el laborista necesita para recuperar la credibilidad del partido y la suya propia ante los británicos.
Durante su discurso ante los delegados laboristas, Milliband denunció las medidas económicas de la coalición de gobierno de Liberales y conservadores, que fomentan las desigualdades entre las clases sociales, haciendo a Gran Bretaña más rica, mientras que las finanzas de muchas familias siguen al borde del colapso. «Dicen que la subida de la marea desencalla todos los barcos», apuntaba Milliband, «pero en este caso la marea parece levantar solo los yates», a la vez que se burlaba de las afirmaciones de la coalición de gobierno que apunta a que la economía mejora, afirmando que hubieran hecho mejor en esforzarse en mantener el nivel de vida. «Venga ya, esta es la recuperación más lenta en los últimos cien años», criticó.
Propuesta económica
La clave para la vuelta del laborismo a las riendas del Ejecutivo británico está en una propuesta económica clara y alternativa a la que presenta el partido conservador. Durante su discurso Milliband anunció que entre los planes de su partido está la congelación de la factura energética hasta 2017.
«Vuestras facturas serán congeladas, beneficiando a millones de familias y millones de negocios. Eso es lo que quiero decir cuando hablo de un gobierno que lucha por vosotros. Eso es lo que significa cuando digo: Gran Bretaña puede hacerlo mejor».
Durante los sesenta minutos que duró su discurso, Milliband reveló su intención de seguir la iniciativa de los nacionalistas escoceses y dar el derecho al voto a los jóvenes de 16y 17 años, así como la construcción de 200.000 viviendas de protección social en los próximos diez años.
Otra de las tareas de los laboristas consiste en probar que sus propuestas económicas tienen una buena base sobre la que sostenerse. Milliband apuntó que el laborismo propone el crecimiento de la economía con la reactivación del consumo, y propone la implementación del salario mínimo, la bajada de los impuestos para las PYMEs, incremento en las plazas de guardería gratuitas, y nuevos programas de aprendizaje.
El líder laborista recurrió a la defensa de la sanidad pública, uno de los puntos de contención de los conservadores. Según el líder del partido laborista, el conservador David Cameron está utilizando a los médicos y enfermeras como cabeza de turco por el fallo de las políticas de sanidad conservadoras.
El laborismo «rompe» con los sindicatos
Desde el principio de la conferencia laborista, el vínculo histórico de la formación política con los sindicatos ha sido parte del debate. El líder laborista, Ed Milliband, se planteó esta posibilidad ante enfrentamientos entre el partido y sindicatos en la elección de candidatos de cara a las elecciones. Los sindicatos británicos no solo fundaron el partido en 1900, sino que juegan un papel esencial en su financiación. El líder del sindicato GMB Paul Kenny, utilizó la tribuna que compartía con Ed Milliband para advertirle de las consecuencias de la exclusión de los sindicatos en la toma de decisiones, amenazando con retirar el millón de libras de donaciones que recibe la formación. «Las voces colectivas de millones de trabajadores y cien años de historia no pueden ser borrados o vendidos por una jugada electoral. -apuntó Kenny- El debate real es sobre empleo, vivienda.. no sobre estructuras de partido que francamente no interesan al público». S.G.