Silvio Berlusconi sigue protagonizando la vida política de Italia. El frágil pacto tras las elecciones de febrero, entre la coalición de centro-izquierda del Partido Democrático (PD), e Izquierda, Ecología y Libertad (SEL), con el partido del Pueblo de la Libertad (PDL), coalición liderada por Berlusconi que ha permitido al PD asumir el Gobierno con Enrico […]
Silvio Berlusconi sigue protagonizando la vida política de Italia. El frágil pacto tras las elecciones de febrero, entre la coalición de centro-izquierda del Partido Democrático (PD), e Izquierda, Ecología y Libertad (SEL), con el partido del Pueblo de la Libertad (PDL), coalición liderada por Berlusconi que ha permitido al PD asumir el Gobierno con Enrico Letta al frente, se derrumba. Agosto suma otro capítulo más al culebrón político italiano.
El pasado 1 de agosto el Tribunal de Casación impuso a Il Cavaliere cuatro años de cárcel por fraude fiscal en el caso Mediaset, grupo audiovisual de su propiedad, (aunque seguramente cumplirá un año de arresto domiciliario o trabajos sociales ya que pasa los 70 años de edad) y será la Corte de Apelación de Milán la que recalculará la pena de cinco años de inhabilitación. Entre tanto, Berlusconi ha amenazado con «dinamitar» el Gobierno, si no recibe el apoyo de su socio, incluso ha apelado al presidente de la República, Giorgio Napolitano. El chantaje es romper el pacto y entonces habría que convocar nuevas elecciones, hecho que dejaría fuera del Gobierno al PD y daría muchos más votos al Movimiento 5 Estrellas (M5S) de Beppe Grillo, según las encuestas, lo que desagrada a la troika y a la bolsa.
Los medios de comunicación, la mayoría propiedad de Berlusconi, dan la tabarra a todas horas sobre los riesgos de ‘perder’ a Il Cavaliere. Mientras, la omnipresente noticia eclipsa la situación de crisis que sufre Italia y los ajustes que impone la troika en el país transalpino. Será en octubre cuando el Senado vote la expulsión de Berlusconi de la vida política según la Ley Severino aprobada en enero. Sobre la situación política italiana, entrevistamos a Natale Fioretto, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad para Extranjeros de Perugia.
Se hará sólo después de la reforma de la Ley Electoral que tenemos ahora. Porque si hoy, hipotéticamente, los ciudadanos pudiesen votar, el resultado sería casi el mismo que ahora con un aumento considerable de votos del Movimiento 5 Estrellas. El Gobierno actual está paralizado, existe una gran ingobernabilidad. Como decimos en Italia: «Cuando hay muchos gallos que cantan, no se sabe cuándo amanece». El problema es la Ley Electoral que aprobó Berlusconi, la conocida como Ley porcellum [cerdo], que provocó que ahora no se vote a partidos, sino a las coaliciones. Esto ha supuesto la entrada en el Parlamento de gran numero de empresarios, sobre todo de la industria, sin experiencia política. Por ejemplo, el promotor de la Ley Electoral, que ahora la rechaza, es dentista. Se pensaba que esa norma iba a permitir gobernar mejor, pero ahora se baraja cambiarla.
Berlusconi provoca rechazo, pero sigue teniendo gran apoyo social.
A Berlusconi se le ama o se le odia. Es difícil ser indiferente. Es un elemento muy importante porque parece el capo de la vida política italiana. Ahora él quiere, a toda costa, permanecer en el Parlamento a pesar de que ha sido condenado y declarado culpable. Digamos que la mitad de la población, con formación intelectual, está abiertamente contra él, mientras que una parte, menos formada, está a favor. Es, un poco, el símbolo del padre y del italiano medio, el hombre hecho a sí mismo que se ha forjado una fortuna -aunque de forma ilegal- y que ha tenido éxito. Muchos italianos siguen fascinados con Berlusconi. Además, no hay que olvidar que cuenta con un poder infinito a través de la TV de la que es dueño, y otros medios de comunicación, y a lo largo de sus 20 años en la vida política ha sabido aprovechar su poder.
¿Cómo se ha llegado a este punto en la vida política italiana?
El problema es que la izquierda siempre ha sido muy litigiosa. Es tan fácil que la derecha se una, como imposible que la izquierda se ponga de acuerdo. Ésta no ha sido capaz de crear una alternativa válida. Por ejemplo, esta litigiosidad de la izquierda fue lo que hizo caer Romano Prodi como presidente de la República italiana. Hoy, el Gobierno actual de Enrico Letta es de bajo perfil, lo que llamamos un governiccio. No consigue ni siquiera tener juntas a la izquierda y a la derecha, pero incluso si consiguiera eliminar a Berlusconi de la política, también caería la derecha.
¿La crisis y las políticas de ajuste de la troika están dejándose notar también en Italia?
En Italia, lo mismo que en España, la crisis se ha convertido en algo devastador. La pobreza aumenta, la gente pierde su empleo, los pequeños negocios cierran, etc. Tenemos una situación gravísima a pesar de que nos dicen que existen indicios económicos positivos y que algo se empieza a mover. En Italia, lo mismo que en España, la crisis se ha convertido en algo devastador. La pobreza aumenta, la gente pierde su empleo, los pequeños negocios cierran, etc. Tenemos una situación gravísima
Pero hay que tener presente que la economía italiana está en recesión. La lógica de la troika es ésta: el Estado debe pesar menos. Esto quiere decir que debe ser un Estado menos asistencialista, que se interesa menos por la sanidad pública, educación. Ir eliminando el Estado de bienestar. Eso se ve en detalles como, por ejemplo, en la Universidad ya no se compran tizas, pero es más grave aún, en los hospitales italianos tienes que llevar tu propia medicación y hasta el papel higiénico.
¿Qué alternativas existen? ¿Qué opina del Movimiento 5 Estrellas?
El movimiento 5 Estrellas es una cosa nueva, interesantísima. Pero el único problema que veo para el M5E es Beppe Grillo y Gianroberto Casaleggio [coofundador del M5E], son muy protagonistas. Además, son nihilistas y tampoco dejan espacio a ideas nuevas que puedan surgir. Su gran acierto ha sido atraer el descontento social. Pero, entre un empresario como Berlusconi y un cómico como Grillo, no me quedo con ninguno.