En medio del escándalo por las escuchas ilegales del diario News of the World, el millonario empresario desistió de hacerse con todo el paquete accionario de BskyB. Los políticos británicos atacaron a Murdoch.
Aislado políticamente, rechazado por la opinión pública británica, Ruppert Murdoch tiró la toalla. En un sorpresivo golpe escénico, el magnate mediático de News Corporation retiró la oferta de adquisición del paquete accionario de BskyB dos horas antes de que la Cámara de los Comunes debatiera una moción de la oposición laborista para exigirle a Murdoch que renunciara a la operación. No era el final de un día aciago para News Corp. Forzado por la velocidad de reflejos de la oposición y la revulsión pública ante la revelación del uso sistemático de escuchas telefónicas, el primer ministro Dave Cameron anunció la formación de una comisión independiente sobre el escándalo, encabezada por un juez con amplios poderes para interrogar bajo juramento a empresarios, políticos, policías y periodistas.
En la Cámara se respiraba un espectáculo impensable hace sólo 11 días. Los mismos partidos que en las últimas dos décadas cortejaban amedrentados el favor del grupo Murdoch, se disputaban ayer la línea más intransigente para atacar al magnate. El líder laborista Ed Miliband corría con ventaja. Desde que el The Guardian reveló el lunes de la semana pasada que el News of the World había interferido el celular de una adolescente asesinada en 2002, Miliband decidió sacarse las cadenas que se habían puesto los dos artífices del nuevo laborismo, Tony Blair y Gordon Brown, y atacar abiertamente al dominical y, por elevación, a toda la corporación. En pocos días el líder laborista pidió la formación de una comisión independiente, el despido de Rebekah Brooks, directora del diario en los años de más escuchas ilegales, y la renuncia de Murdoch a la adquisición de BskyB, tres iniciativas que terminó adoptando el resto del espectro político. El primer ministro Cameron se despertó tarde. Con el anuncio ayer de la comisión independiente, intentó despegarse del grupo que lo había apoyado abiertamente en la última elección. El problema más grave del primer ministro conservador es que está atado a los avatares de este escándalo por un misterioso y potencialmente explosivo cordón umbilical: el ex editor del News of The World, Andy Coulson, figura crucial en toda la saga, fue su jefe de prensa desde 2007 hasta enero de este año.
En el camino quedó enterrado uno de los más importantes negocios de News Corp. Murdoch había puesto sobre la mesa más de 10 mil millones de dólares para hacerse con todo el paquete accionario de BskyB, una compañía que el año pasado dejó una ganancia neta de más de mil millones de dólares. En un intento de salvar esta operación, decidió la semana pasada el cierre del News of the World, un periódico de 168 años de historia y ganancias de 80 millones de dólares anuales, sacrificado de la noche a la mañana para resguardar a la reina. Pero la crisis ya tenía una dinámica propia que resultó imparable y que todavía puede dar muchas sorpresas.
Lejos de disminuir, los flancos de ataque se están multiplicando. Por un lado hay una investigación policial en curso, la operación Weeting, con la que la Scotland Yard, magullada por el escándalo, buscará recuperar el prestigio perdido. Por el otro está la investigación judicial, a cargo del prestigioso jurista Brian Levenson, quien indagará la relación de los medios, los políticos y la policía con vistas a formular un nuevo esquema regulatorio de la prensa y se ocupará en particular del escándalo de las escuchas ilegales de News of the World. El juez Levenson deberá pronunciarse en los próximos 12 meses, pero con los medios desatados y los políticos y la policía buscando desmarcarse, es previsible que habrá más revelaciones.
El ángulo estadounidense es potencialmente el más devastador. Un grupo de senadores estadounidenses quiere investigar a News Corp, el grupo madre, con sede en Estados Unidos, por la posible escucha ilegal de familiares del 11 de septiembre. La iniciativa pertenece al demócrata John Rockefeller, quien exhortó a las agencias correspondientes a «que investiguen si se violó la privacidad de ciudadanos estadounidenses» (ver recuadro). Si además se prueba el uso sistemático de coimas por parte de la organización en el Reino Unido, podría haber una segunda causa judicial en Estados Unidos: su legislación pena a las compañías locales que incurran en prácticas corruptas en el extranjero. En juego están las principales joyas de la corona: la cadena televisiva Fox y el Wall Street Journal.
El impacto sobre la compañía es claro. Ayer se anunció la sorpresiva renuncia de Tom Crone, abogado de News International, propietaria de The Sun, The Times y News of the World, y dueño de más de un secreto en sus 26 años al frente del equipo legal de la compañía. Entre los rumores más asombrosos, circulaba ayer por la «city» el de la venta de The Sun y The Times. Murdoch mantiene el 39 por ciento del paquete accionario de BskyB, pero el valor de las acciones de la compañía cayó en un 20 por ciento desde que se desató el escándalo, equivalente a una pérdida de alrededor de cinco mil millones de dólares. El emperador no está muerto, pero su ocaso está más cerca.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-172195-2011-07-14.html