En este año una gran cantidad de «expertos» en educación y de todólogos de variado signo, se han confabulado para llevar adelante una reforma educativa de claro tinte neoliberal. El caballito de batalla es el PROFIME o Pro-mejora; proyecto que pretende crear liceos para pobres, con un nivel académico deficiente, haciendo competir a los liceos […]
En este año una gran cantidad de «expertos» en educación y de todólogos de variado signo, se han confabulado para llevar adelante una reforma educativa de claro tinte neoliberal.
El caballito de batalla es el PROFIME o Pro-mejora; proyecto que pretende crear liceos para pobres, con un nivel académico deficiente, haciendo competir a los liceos por «fondos concursables», creando aún más desigualdad de la ya existente. Sumémosle la violación del estatuto docente y de la libertad de cátedra.
Este proyecto surge de los acuerdos de la «multipartidaria», frente único neoliberal, y pretende ser impuesto sí o sí. El ejecutivo de la FENAPES (federación -y no central- nacional) sólo se ha opuesto declarativamente, sin mover un dedo para rechazarlo.
Un ejecutivo oficialista, con dirigentes que gozan en muchos casos de «licencia sindical», y que -también en muchos casos- no trabajan en las decenas de liceos del área metropolitana que «funcionan» con superpoblación (cuarenta estudiantes por grupo), en medio de la mugre, el deterioro edilicio, salones que son containers, baños clausurados, etc., etc.
Pero la filial Montevideo de Fenapes y varias filiales del interior sí se han movilizado, reclamando la autonomía como filiales de una federación.
¿Qué ha hecho el ejecutivo de FENAPES? No ha movido un dedo para apoyarlos y, en cambio, se ha encargado de deslindarse de los «métodos» de Ades-Montevideo. Estos manidos métodos no son otros que la ocupación de locales de elección de horas, para impedir que el proyecto se implante.
¿Qué se pide?
Suspender la implantación del proyecto en 2012 y debatir el destino de la educación pública. Sí, solamente la suspensión del proyecto por un año y la negociación de la política educativa. Se ha logrado con este «método radical», postergar 3 veces la elección de horas y una instancia de negociación el próximo 14 del corriente.
En Montevideo centenares de docentes están haciendo una experiencia práctica valiosa y extrayendo conclusiones políticas, visualizando a la burocracia sindical mayoritaria en FENAPES y en el PIT-CNT, como un obstáculo para la independencia de clase y la consecución de los justos reclamos de los trabajadores de la enseñanza.
Muchos docentes frenteamplistas abandonan su fidelidad a las agrupaciones oficialistas y adhieren a las que levantan la independencia de clase. El oficialismo sindical se tambalea en medio de su política de estar en «los dos lados del mostrador».
Muchas de sus declaraciones parecen venir más del gobierno que de pretendidos sindicalistas, pero chocan con decenas y decenas de jóvenes docentes que forjaron su militancia como estudiantes oponiéndose a la «Reforma Rama» de los 90′. A muchos «sindicalistas con trayectoria» les va llegando su hora. Tendrán que sacarse la careta y buscar algún «carguito» en el gobierno como ya lo han hecho innumerables «colegas».