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Guatemala

No hay enemigo pequeño: ni un paso más

Fuentes: Rebelión

Las últimas declaraciones de Rafael Curruchiche como jefe de la Fiscalía contra la Impunidad de que sigue la investigación en contra de Semilla, ahora ampliando la acusación ya no solo por firmas falsas, por afiliados muertos y vinculando a digitalizadores como supuestos afiliados del Movimiento Semilla, negando el derecho que tienen los ciudadanos de ser afiliados de cualquier partido político.

Estas amenazas de los criminales guatemaltecos que, como se ha vuelto costumbre, anticipado por los «netcenters» de la Fundación Contra el Terrorismo, Guatemala Inmortal, Liga Pro Patria, AVEMILGUA y que la candidata de la UNE, en el cierre de su campaña en Cobán y Petén y el fiscal nacional de la UNE, hicieran referencia, horas antes que este repudiable y criminal fiscal lo anunciara. Nos da la certeza de que los criminales guatemaltecos no están dispuestos a que volvamos por la ruta de la democracia.

Si llegar al 20 de agosto fue un calvario, no solo por la forma cómo el Ministerio Público, la Corte Suprema de Justica y la Corte de Constitucional encararon este tiempo político a favor del grupo criminal guatemalteco, además de las noticias falsas generadas y mensajes de odio, desde las redes sociales, llegar al 14 de enero va a requerir de mucha más fuerza social movilizada en las calles.

No olvidemos que este grupo criminal no se manda solo, también reproduce los mensajes de odio que envía la derecha transnacional desde Europa, Estados Unidos, pasando por los grupos de extrema derecha de América Latina y Centroamérica. A estos grupos no les dan miedo ni vergüenza las llamadas de atención que les hace Estados Unidos a través de sus diferentes instituciones. Incluso los informes como el reciente de Almagro, donde se condena la “persecución política” que han impulsado contra Semilla y afirmando que los ministerios públicos en todo América Latina se han convertido en otro partido político. Eso, ni les importa.

Aunque alegan no injerencia y que Guatemala es “soberana e independiente”, como lo manifestó en su torpe intervención el Canciller Búcaro en la reunión del 10 de agosto donde discutieron la situación de Guatemala, saben que éstas solo son recomendaciones o cartas de coqueteo, que no tienen calidad coercitiva, aunque saben también que estamos en el marco de “nuevas dictaduras” como Nicaragua y El Salvador, pero como eso es lo que buscan, ni les da empacho.

La lista Engel, que es una lista de personas que Estados Unidos no quiere en su territorio y que les niega la visa por interferir en la democracia y su vinculación con la corrupción, tampoco le pasan bola. A no ser que el imperialismo gringo implemente una intervención militar, como lo hizo en 1954, 1973 en Chile, 1955 Argentina, 1961 Cuba, 1967-1969 bombardeos en Guatemala, 1989 en Panamá, o su intervención en Libia, Bosnia, Afganistán, Yugoslavia, Somalia, etc., solo por poner ejemplos.

Acostumbrado a delinquir, a este grupo criminal tampoco le importa si quedamos aislados de la comunidad internacional y mejor sin estamos aislados, porque ya nadie se daría cuenta de lo que nos pasa. O que se queden sin apoyo en armas y equipo para el ejército y la policía, porque saben perfectamente que ahora es el narco quien les compra y les vende armas de todo calibre, es más mucha seguridad de empresas que conforman este grupo criminal, tienen como seguridad, sicarios del narcotráfico.

Cuando decimos “tienen miedo”, “están preocupados”, se ríen de nosotros porque saben que no es así. No olvidemos que estos aprendieron a delinquir cuando se les concedió el privilegio de asesinar, desaparecer a líderes sociales y arrasar aldeas, durante la guerra. Además se les confió la construcción de obras de infraestructura y se les permitió el robo de tierras, que sirvieron para catapultarlos económicamente. El Estado les confío recursos a través de sus fundaciones y ONG para ejecutar obras en las comunidades, como ha sucedido en el llamado “corredor seco”. Y se les permitió la apertura de un sin número de universidades de cartón, que son colegios de educación superior en donde lograron comprar sus títulos no solo funcionarios del Estado (jueces, magistrados), también líderes políticos y supuestos “ingenieros” que se dedicaron a dirigir obras en las municipalidades.

De tal suerte que parece que estamos ante un enemigo que no merece subestimarlo. Y aquí es donde caben las ideas del Che cuando se dirige a la ONU en 1964: “No hay enemigo pequeño ni fuerza desdeñable, porque ya no hay pueblos aislados”. Sí, el Che se refería a América Latina y el mundo, pero ahora nos puede servir para pensar en Guatemala. Y por eso, como lo hemos afirmado innumerables veces, los únicos que pueden hacer retroceder al pacto de criminales son los pueblos organizados.

De ahí que a partir del 21 de agosto en adelante, si realmente queremos cambiar el país, no podemos conformarnos solo con las urnas. Hay que tomar las calles. Porque aquí no es la vida de un partido que está en juego, es la vida y el futuro de los y las guatemaltecas. De ahí también nuestro llamado a conformar un “frente de luchas” y nos atrevemos a llamar a construir un “frente de luchas, de abajo y a la izquierda”.

Kajkoj Maximo Ba Tiul. Maya Poqomchi, antropólogo, filósofo, teólogo, investigador.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.