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Un documental italiano explica la lucha ciudadana contra el tren de alta velocidad en el Valle de Susa

No TAV, los indios del valle

Fuentes:

Traducido del italiano al castellano para Rebelión por Antonia Cilla, miembro de Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística (www.tlaxcala.es). Esta traducción es (copyleft)

Argumento

NOTAV es una pintada que empezó a aparecer hace 15 años en todos los rincones del valle. Es el grito del Valle de Susa, un territorio al noroeste de Italia, entre Turín y las montañas limítrofes con Francia.

¿Qué significa?

Este valle, consagrado desde hace siglos al tránsito de pueblos y civilizaciones y hoy ya sacrificado por dos carreteras nacionales, una autopista, una línea ferroviaria internacional, además de un río y dos líneas de conducción eléctrica de alta tensión que discurren a lo largo del mismo, todavía quieren convertirlo en un pasillo de servicio en nombre del «progreso».

Los poderes políticos y económicos han decidido que por aquí pasará el TAV, es decir, el tren de alta velocidad Turín – Lyón. Una línea nueva, que será muy costosa para la comunidad (incluida en las futuras grandes obras de Europa), para la que se han proyectado túneles, entre los más largos del mundo, escavados en montañas ricas en amianto y uranio, con un movimiento de millones de metros cúbicos de tierras y rocas que no se sabe donde las descargarán y pueblos devastados para siempre.

Treinta años de obras, de camiones, de polvo, de ruido ensordecedor (un tren de mercancías cada 6 minutos) amplificado por el eco de un valle de montaña estrecho: este es el posible futuro para los habitantes del Valle de Susa.

Durante años nadie les ha invitado a opinar sobre el proyecto. Nadie se ha ocupado de resolver concretamente los riesgos ambientales e hidrológicos, la contaminación acústica, el desastre de las faldas acuíferas y la difusión del amianto en el aire.

Nadie, fuera de aquí, se ocupa del invivible futuro, de la muerte de un territorio.

Pero los habitantes del valle, distribuidos en más de 40 pueblos, se han organizado, exigen la confrontación, resisten a la presión que cada vez es más fuerte.

Llevan años escribiendo libros, documentos, canciones, se organizan en comités, hacen marchas, patrullas de vigilancia, plenos municipales en los prados, tapizan casas y muros con pancartas, forman instalaciones y grandes pintadas por todas partes con la palabra NoTav, incluso en las montañas más altas.

La población del valle protesta allí donde quiera que exista la posibilidad de perturbación del futuro, más allá de las clases sociales, de las tendencias políticas y religiosas, de las diferencias generacionales; desarrolla un laboratorio de democracia directa donde están incluidos los alcaldes, los jóvenes de los centros sociales, los médicos, los viejos partisanos, los sacerdotes, los anarquistas y las amas de casa.

Pero fuera del valle hacen oídos sordos.

Se liquida la protesta con la acusación de localismo, egoísmo o atraso lugareño de los montañeses.

De repente, en el verano de 2005, se encienden los focos de los medios de comunicación y los notav se convierten en un caso nacional: a la llegada de las palas escavadoras para hacer los sondeos, la población se opone con estrategias inusitadas. Impiden, con los alcaldes a la cabeza, el inicio de las obras para defender la irreducible necesidad de «resistir para existir».

El valle queda bajo control militar, pero llegan miles de personas de toda Italia en su defensa porque la resistencia de los vallesusinos despierta la sensibilidad y hace reflexionar sobre temas más generales como la relación entre democracia y economía, entre progreso y vida.

En el documental se narra esta oposición a través de las voces y las acciones de los personajes que revelan un movimiento transversal de una extraordinaria vitalidad, con el fondo de un paisaje contradictorio donde conviven tradición y cambio, autopistas y bosques silenciosos, fábricas y viejas abadías.

La Sacra di San Michele, que domina de forma imponente todo el valle, es una presencia constante, mirada vigilante que dilata el espacio y el pensamiento sobre esta vicisitud.

Objetivos

El proyecto de este film-documental ha nacido a petición de la Comunidad Montañesa que desde hace años coordina y sostiene la oposición al TAV y que con mucha dificultad consigue que se oigan sus razones fuera de los confines del valle.

Por lo tanto el primer objetivo es dar a conocer las reivindicaciones del territorio y cómo éstas se expresan. Es una experiencia única en Italia por su originalidad y por la unión compacta de la población (por ejemplo, cuando más de 30 alcaldes se colocaron en las obras para impedir su inicio, apoyados por miles de personas), por la determinación y la claridad en el ejercicio de un derecho como es el de defender la propia tierra, la propia salud, los recursos ambientales y económicos.

El segundo objetivo es proponer desde una historia local, que parece marginal, una reflexión más amplia sobre cuestiones que hoy nos afectan a todos como son las bases del desarrollo sostenible, la gestión democrática de las decisiones económicas, el respeto por las minorías.

Esta historia puede representar un ejemplo aplicable a situaciones que por todas partes se desarrollan con los mismos inquietantes mecanismos.

Documental de Adonella Marena ([email protected])