Traducido para Rebelión por Gorka Larrabeiti
En quince meses, ocho personas que trabajaban en France Telecom se han suicidado y otras nueve lo han intentado. La noticia la recogía el periódico France Soir. La dirección no puede desmentirlo, pero sí intenta descargarse de responsabilidad: se trata de «auténtica preocupación» para el director de relaciones sociales de la sociedad, Laurent Zylberberg. En la dirección admiten que «no es posible exonerar completamente a la empresa» de los suicidios y los intentos de suicidio. Para los sindicatos la responsabildiad está clara: son «gestos innegablemente relacionados con el trabajo», afirman. El Observatorio de estrés y movilidad forzosa de France Telecom denuncia «el silencio de la empresa», que definen «terrible» y «repugnante».
Algunas personas que se han suicidado han dejado cartas de explicación a la familia. Jean-Michel, de 54 años, casado, con tres hijos, que se tiró al tren, dejó escrito: «no podía seguir en este infierno pasando horas delante de la pantalla como un títere». Los sindicatos subrayan que las condiciones de trabajo han empeorado desde que France Telecom ha sido privatizada. El caso de los suicidios de France Telecom salió a la luz a raíz de que se conociera en los últimos meses una serie de suicidios que habían ocurrido en Renault, Peugeot y EDF. También en estos casos, la responsabilidad recayó en el empeoramiento de las condiciones de trabajo, en las presiones crecientes que la jerarquía ejercía en los trabajadores, fueran obreros o ingenieros, con tal de alcanzar los objetivos impuestos desde arriba y aumentar la productividad.
http://mir.it/servizi/ilmanifesto/franciaeuropa/ (18-5-09)