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La exacerbación del odio anti serbio por la minoría albanesa, se ha puesto de manifiesto por estos días

Otra vez Kosovo, otra vez EE. UU.

Fuentes: Granma

Para analizar la situación de hoy en torno a Kosovo, necesariamente hay que retrotraerse a la fecha del 24 de marzo de 1999, cuando Estados Unidos y la OTAN emprendieron los bombardeos contra la entonces Yugoslavia, bajo el falso argumento de que se estaba cometiendo una limpieza étnica contra los albaneses que viven en esa provincia serbia.

En aquella bárbara acción militar que duró 78 días, unos 3 000 civiles serbios murieron, incluyendo 89 niños y más de 12 500 resultaron heridos, destruyeron buena parte de la infraestructura del país y como resultado fue desintegrada la República Federal de Yugoslavia.

El mundo conoció y denunció los hechos, con la frustración de que ni una condena en la ONU se impuso a los gobiernos estadounidenses y a la susodicha OTAN, por un crimen que ni fue consultado ni fue aprobado por el Consejo de Seguridad.

No se conocía ni se hablaba mucho para esa fecha sobre lo que son hoy las fake news o noticias falsas, que predominan en nuestros días.

Desde entonces, los propios protagonistas de aquella acción han incursionado, con iguales o peores pretensiones, contra Iraq, Afganistán, Libia, Siria, y se empeñan en peligrosas provocaciones contra Rusia, Irán y otros países.

Lo que ocurre en la actualidad en Ucrania es un claro ejemplo del uso del montaje mediático para exacerbar el odio contra Rusia y para mover todas las fichas de la guerra para cercar al gigante eslavo.

Kosovo se autoproclamó república independiente el 15 de junio de 2008, reconocida por algunas decenas de países, encabezados por Estados Unidos. Se construyó allí una gran base militar estadounidense –entre las mayores del mundo–, punta de lanza para la guerra contra la región del Oriente Medio, así como para llevar adelante los planes contra Rusia.

Pero la exacerbación del odio antiserbio, por la minoría albanesa, se ha puesto de manifiesto por estos días, cuando los albaneses de Kosovo tomaron el Ayuntamiento de Kosovska Mitrovica, donde la pasada semana se habían desplegado centenares de policías, en una zona poblada mayoritariamente por serbios, acto que fue condenado por Belgrado.

En tanto, la primera ministra de Serbia, Ana Brnabic, acusó al gobierno de Estados Unidos de «dirigir al mundo en lugar de que lo haga la ONU».

«Veo que el enviado del gobierno de Estados Unidos a la zona, Gabriel Escobar –quien visitó Kosovo el 13 de diciembre–, asumió el papel del Consejo de Seguridad de la ONU y, junto a parte del Parlamento europeo, ha anulado la Resolución 1244 del Consejo de Seguridad, aprobada el 10 de junio de 1999, que autorizaba una presencia internacional, tanto civil como militar en esa región».

Otra vez Kosovo, otra vez Estados Unidos, calientan el ambiente de confrontación en una región donde lo que se necesita es paz y no injerencia foránea.

Fuente original: Otra vez Kosovo, otra vez EE. UU.