La lucha de clases en El Salvador transita por veredas y senderos insospechados. El nuevo periodo histórico abierto con la victoria popular de marzo de 2009, que modificó el balance de fuerzas en una dirección progresista, ha provocado el surgimiento de procesos inéditos, tanto en la derecha como en la izquierda, tanto en la oligarquía […]
La lucha de clases en El Salvador transita por veredas y senderos insospechados. El nuevo periodo histórico abierto con la victoria popular de marzo de 2009, que modificó el balance de fuerzas en una dirección progresista, ha provocado el surgimiento de procesos inéditos, tanto en la derecha como en la izquierda, tanto en la oligarquía como en el movimiento popular y social. La realidad como siempre, supera la fantasía. Las paradojas de la historia se imponen a los paradigmas de la teoría.
El escenario, vestuario y los papeles han cambiado pero son los mismos artistas y es el mismo público. Mientras la derecha va en busca del movimiento popular y social, la izquierda va en busca de insertarse como una fuerza económica decisiva. El desenlace diferido del conflicto armado continúa vigente y se desplaza hacia audaces nuevos territorios, incluyendo el económico. La historia no se detiene.
De nuevo la realidad nacional e internacional se encarga de romper con los dogmas, de cuestionar los paradigmas y de abrirse hacia la imaginación paradójica. A continuación se tratará, desde un enfoque de movimiento social, de rastrear estos nuevos rituales del poder, sus procesos, condiciones, desafíos, ventajas y consecuencias.
El movimiento popular y social y sus fracturas orgánicas e ideológicas
Antes el movimiento popular era la fuente, el oasis en la que bebía la izquierda entonces clandestina, en la que reclutaba simpatizantes, en la que realizaba círculos de estudios de marxismo, en la que buscaba cotizantes… para pagar los locales y estipendios. Antes no había empleados sino militantes.
Era en los Sindicatos y en la Universidad básicamente donde la izquierda sembraba la semilla de su influencia liberadora. La dictadura militar por su parte, mediante la represión, se encargaba de purificar sus filas. Integrarse a la revolución era exponer la vida por un sueño, por un ideal.
Te van a matar le advertían sus familiares a los aspirantes a mártires. Esto llevó a que después de 1932 incluso se negara la existencia de los comunistas por los mismos comunistas, considerando erróneamente que así preservaban la organización.
Luego en los años sesenta y setenta del siglo pasado, los procesos electorales permitieron ampliar esa influencia. El PAR y la UNO fueron una gran escuela de aprendizaje político popular. Y las y los revolucionarios fueron de cantón en cantón llevando el mensaje que solo la lucha popular iba a derrotar a la dictadura.
Y las organizaciones populares de masas, el FAPU, el BPR, las LP-28 fueron otra gran escuela de lucha combativa, de curso propedéutico para la lucha armada. A principios de los ochenta este ciclo de lucha de masas se cerró y los cuadros del movimiento popular se fueron para las montañas. Y cuando regresaron de las montañas después de 1992 se insertaron en las alcaldías. Y han pasado veinte años de virtual abandono, orgánico e ideológico.
En la actualidad el movimiento popular está debilitado en su pensamiento y en su músculo. Es un movimiento popular raquítico. La izquierda dejó de pensar en su fortalecimiento y decidió ampliar y consolidar el aparato político en su vertiente electoral. Y sus principales dirigentes se volvieron diputados, magistrados, alcaldes y hoy hasta ministros. Y parece que casi todos olvidaron sus antiguas raíces populares.
Pero como FMLN se pudo avanzar y se logró derrotar a la derecha. Y se ha logrado un considerable espacio de presencia política, incluso en el ejecutivo. Y se ha abierto una nueva veta de presencia incluso en ramas claves de la economía. Y entonces debemos de preguntarnos : ¿se necesita un movimiento popular ? ¿Podemos seguir avanzando sin movimiento popular ? Es posible, pero riesgoso. No se puede negar que hemos avanzado pero el límite parece acercarse.
En doce meses que faltan para las elecciones del 2014 pueden pasar muchas cosas. Pero todo parece indicar que a diferencia de la campaña presidencial pasada, en la que FMLN, TR y Amigos de Mauricio formaron un frente común contra ARENA, en esta ocasión cada quien bailara su rumba separado, para no decir que se ahorcara en su propio palo.
El FMLN optó por la cohesión interna de sus filas en la selección de sus candidatos cerrando la posibilidad de alianzas y contando con la obvia adhesión de CONPHAS y de la CIRAC; la TR luego de construir su frente social, el MDP hoy estrenara su frente político, el MNP y un sector de los Amigos de Mauricio hoy se han transformado en el Movimiento de Unidad por la Defensa y Profundización de los Cambios. La gran alianza democrática y revolucionaria del 2007 que ganó las elecciones del 2009 aglutinada en el concepto del cambio, se ha roto en tres pedazos, parece ser que con tres candidatos diferentes. En el transcurso del año veremos como evoluciona este panorama.
Al final la ruptura con el sistema exigirá sin duda la movilización consciente de amplias mayorías populares. La construcción de poder popular como orientación fundamental es clave para la transición hacia el socialismo. Si es que estamos pensando en socialismo, en la ruptura y no en la reforma del sistema.
El FMLN y la izquierda empresarial
La historia de la izquierda salvadoreña y su influencia en el movimiento popular ha sido la victoria de la paradoja, una sucesiva y permanente ruptura de paradigmas. En 1932 la izquierda rompió tanto con el paradigma urbano y obrero como con el paradigma de la lucha popular exclusivamente reivindicativa.
Y el PCS por medio de la FRTS se lanzó tanto a organizar obreros agrícolas como sectores indígenas. Y posteriormente en una audaz y hasta sacrificada actitud, participó en elecciones y organizó una insurrección, en el mismo mes, en ese enero inolvidable de nuestra historia. Habría que preguntarse si Farabundo desde entonces había cambiado la segura metáfora moderna del camino por la metáfora postmoderna del mar, de la incertidumbre, de la lucha.
Las consecuencias fueron serias. La derrota se pagó con la vida de centenares de revolucionarios y de miles de indígenas. Pero quedo la valiosa lección de la dignidad de la rebeldía como principio y como guía de nuestras vidas. Es nuestra herencia como pueblo y como sociedad. Es Izalco en el corazón de la patria por siempre.
Posteriormente, durante las jornadas de abril, mayo y diciembre de 1944 se rompieron otros paradigmas. El de la relación con los militares, el de la huelga general, el de la lucha internacional contra el fascismo e incluso el de la lucha armada.
Los sectores populares tuvieron la capacidad de romper el control político del general Martínez sobre las fuerzas armadas, de construir una amplia alianza de fuerzas antidictatoriales, de diseñar una estrategia de lucha exitosa, de aprovechar los vientos de la lucha internacional contra el fascismo y de organizar en Guatemala una invasión armada anti-dictadura . Doce años después del 32 de nuevo se estaban tomando las armas contra la dictadura.
En el 70 y el 72 se rompió con el paradigma de la lucha estrictamente electoral y se pasó a la construcción de organizaciones político-militares que realizaron acciones de propaganda y de recuperación de fondos, las FPL y el ERP ; en el 74 y en el 75 con la creación del FAPU y del BPR se rompió con el paradigma de la lucha exclusivamente legal y reivindicativa y se generalizó la lucha política de masas, con altos niveles de combatividad.
A principios de 1980 se logró romper con los paradigmas de la división al interior de la izquierda, del aislamiento político y de la lucha guerrillera urbana y se constituye la unidad de las fuerzas revolucionarias, su alianza con las fuerzas democráticas y finalmente se construye un ejército popular que asalta y destruye cuarteles y controla territorio rural, en el campo. Y lo que se pensaba iba a ser una escaramuza insurreccional se convierte en una larga guerra de casi doce años.
A principios de 1990 se logró romper con el paradigma del inalterable empate militar y el FMLN desplegó una intensa lucha diplomática que permitió lograr una salida política al conflicto armado y luego de los acuerdos de paz, se rompió con el paradigma del aislamiento y se construyó una poderosa fuerza política de masas de naturaleza electoral.
Las ideas del cambio social pasaron a ser patrimonio de decenas de miles de salvadoreños y salvadoreñas. Y el FMLN de fuerza guerrillera se convirtió en un partido de masas. Y en 1995 rompe con el paradigma de las cinco fuerzas originales, llamado el cinquismo y disuelve sus estructuras para conformar un tipo superior de unidad. A finales de la primera década del dos mil, en el 2009 se logró romper con el paradigma del dominio político de la derecha y surge el primer gobierno de izquierda de la historia nacional. Y antes de eso, en el 2006, surge ENEPASA, una alianza entre municipalidades ganadas por el FMLN y la venezolana PDVSA y se empieza a romper el paradigma del control oligárquico de la economía.
Otra gran paradoja explicable únicamente por los avances de la izquierda venezolana con Chávez a la cabeza. Empieza la disputa desde la izquierda por el control del mercado de combustible. Es disputa popular estratégica ni siquiera contra la oligarquía sino contra las transnacionales del petróleo.
Es una nueva situación y hoy la disputa, la guerra está planteada ya no solo en el campo de los combustibles sino también en el de los granos básicos, y en el de los créditos a micro y pequeños comerciantes. Y pronto será en el transporte público, y en los medios de comunicación. Y en otros campos.
Ante se luchaba por créditos para los campesinos, hoy se otorgan y administran esos créditos. Y el que fue candidato a alcalde de San Salvador se convierte en el gerente de la nueva financiera de Alba Petróleo, Tu Financiera. Alba Petróleo es un proyecto a la vez frágil y poderoso.
Frágil por su clara determinación externa y poderosos porque hic et nunc es la alternativa popular frente a Fomilenio y Asocio por el Crecimiento, del proyecto imperial de Obama. Es una disputa contra el imperio. Y en un mundo en el que existe en la República Popular China el socialismo de mercado. Y existe el BRICS. Y Cuba Socialista. ¿Cuál es la actual visión estratégica ? Parece ser que consiste en ir por una parte, acumulando fuerza institucional (Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Municipal, Parlacen, PNC, etc.) y por la otra, acumulando fuerza económica (Combustibles, Semillas, Créditos, Transporte, etc.) Con base en una maquinaria política electoral eficiente y experimentada.
ARENA en la oposición
La dirección de ARENA todavía no se acostumbra del todo a jugar el papel de oposición y a diseñar estrategias que le permitan recuperar lo que nuestro pueblo sabiamente relaciona con una apetitosa y nutritiva guayaba. El golpe popular del 2009 todavía los mantiene mareados, confundidos, dispersos. Pero la restauración oligárquica es posible.
Y esto está relacionado con las modificaciones al interior del bloque dominante, en el que el capital transnacional ha pasado a ocupar la posición hegemónica y la oligarquía nacional ha sido desplazada. No se trata solo de política, se trata sobre todo de economía.
Cristiani enfrenta por tercera ocasión, una complicada situación en la que el candidato presidencial de su partido no es el candidato de su predilección. Primero le paso con Saca, luego con Ávila y hoy con Quijano. Existen en ARENA tres corrientes históricas, vinculadas a los expresidentes, que pugnan por la conducción del proceso.
Quijano no es un hombre de confianza de Cristiani. Pero es el candidato presidencial y puede tomar las riendas si las condiciones se lo permiten, con la asesoría de Calderón Sol y con la neutralidad o complicidad de Flores. Tienen un año para arreglar sus pesadas y explosivas cargas.
La ANEP y Aliados por la Democracia
La oligarquía y sus instrumentos gremiales como la ANEP han pasado también a la oposición. Y bajo el manto de Aliados por la Democracia pretende coordinar una estrategia de desgaste del actual gobierno así como de las candidaturas tanto de Sánchez Ceren como de Saca. Y últimamente su enemigo a muerte es Alba Petróleo. Y no se equivoca.
No obstante el peso de la ANEP, parece ser que existen voces disonantes en Aliados por la Democracia que ha bloqueado la posibilidad que se realice una alianza con ARENA. En Aliados por la Democracia coexisten tres sectores, la ANEP, el sector de universidades encabezado por la UTEC y el sector de ONGs representado por CEMUJER e ISD. No es un ente monolítico, hay fisuras y visiones diferentes. No va ser fácil instrumentalizarlo.
La ANEP como instancia máxima de representación empresarial ha sido desplazada por el poderoso Consejo para el Crecimiento, en el que los principales capitalistas se sientan con el GOES para consensuar posiciones de país empresarial de cara a la negociación con Estados Unidos.
El imperio benefactor
La vieja escuela enseñaba que el imperialismo era el enemigo de la humanidad. Y que los proceso revolucionarios enfrentarían con toda seguridad la oposición y la respectiva agresión de los centros imperiales. Y se mencionaba a Vietnam, a Cuba, para fundamentar esta tesis.
La nueva escuela enseña que se puede coexistir con el imperialismo hoy llamado eufemísticamente imperio. Incluso en nuestra experiencia desde el gobierno del presidente Funes y del FMLN, se habla del aliado estratégico, se maneja la tesis del imperio benefactor. Y se sueña con el Fomilenio II y el Asocio para el Crecimiento. Es parte de las diferencias entre Funes y el FMLN. Ojala que entre Fuñes y todo el FMLN.
La vieja escuela enseñaba que para construir una nueva sociedad era necesario construir una vanguardia revolucionaria que desarrollara una estrategia de lucha para derrocar a la clase dominante e instaurar un nuevo poder. La nueva escuela enseña que no se necesita una vanguardia revolucionaria ni tampoco destruir a la clase dominante sino derrotarla en las elecciones y vencerla en el control del mercado. Interesante. ¿Se levantó Bernstein de su tumba?
Ceren, Quijano, Saca y el Equilibrio de Nash
Todo parece indicar que habrá tres candidatos en las próximas elecciones presidenciales del 2014. Cada candidato representa con sus debilidades y fortalezas, un proyecto vinculado a fuerzas sociales. Quijano representa a los sectores del debilitado capital nacional comercial-importador ; Saca a sectores emergentes de la burguesía y del capital transnacional, Sánchez Ceren a los sectores populares. Y parece ser que los tres simbolizan adecuadamente el equilibrio de Nash, que consiste en una situación en la cual cada jugador o candidato ha construido su mejor estrategia así como conoce la estrategia de sus adversarios. Los tres aspiran a maximizar sus fortalezas y disminuir sus vulnerabilidades.
Quijano pretenderá ofrecernos la confianza de una ciudad limpia y ordenada y cumplir alguna de sus promesas de la primera campaña como el asunto de las bóvedas. Sánchez Ceren pretenderá ir adelante arropándose con la política gubernamental de subsidios sociales en la educación y en la salud. Saca pretenderá presentarse como el personaje concertador y alejado de las extremas. Un claro equilibrio de Nash.
Perspectivas
Las lógicas del capital son ineludibles. Y son las lógicas del máximo beneficio, del lucro, de la ganancia. No existe un capitalismo con rostro humano. Las lógicas de la solidaridad chocan con los principios del capitalismo. Pretender obviar estas realidades es una ilusión. Pretender caminar por la senda de un capitalismo edulcorado y popular es repetir fórmulas ya fracasadas.
¿Votaran los deudores por sus acreedores? A ARENA le resultó efectiva esta fórmula por veinte años y parece que al FMLN también le está funcionando. ¿Formaremos ligas de beneficiarios de proyectos crediticios en vez de ligas de luchadores sociales?
Sustituir la militancia social por el clientelismo político es posible pero muy riesgoso. Inaugura una situación de alta vulnerabilidad porque la gente no responde a la organización ni a la conciencia sino a la oferta de productos y servicios. Y si surge un ofrecimiento mejor se irá seguramente con el mejor ofertante. Se sustituye la conciencia por la conveniencia. Pero hay que reconocer que parece ser a corto plazo muy efectivo.
¿Cuál es el programa? ¿Por qué luchamos? Antes esto era muy claro. Derrotar a la dictadura militar. Hoy la respuesta se encuentra complicada. Pudiera decirse que luchamos para eliminar el modelo neoliberal. Pero parece que ni a eso se le apuesta. ¿Será para administrar la crisis?
Existe un círculo fatal en el cual la amplitud de la alianza (como en el caso del actual gobierno Funes-FMLN) necesaria para derrotar al enemigo bloquea luego la profundidad de los cambios. Por otra parte, la correlación de fuerzas no permite avanzar sin alianzas. ¿Cómo romper este impasse? No hay soluciones sencillas pero un movimiento popular fuerte seguramente ayudaría a resolverlo.
Por otra parte, luego de la ofensiva militar del 89 no fuimos fusilados como les había pasado a nuestros camaradas del 32. Era ya otra situación. Y aunque quisieran hacerlo, no podían. Pero hoy existe el peligro de que fusilen nuestros principios. Y nos olvidemos de donde venimos y hacia donde íbamos.
Y que las balas de la comodidad del sistema, con sus privilegios y placeres, nos hagan olvidar la razón de la esperanza. Ojala que esto no suceda. Y que si sucede, sea transitorio. Y que no nos golpee mucho. Y que la gente, nuestro pueblo pobre, sufrido y luchador, nunca nos llegue a perder el respeto. Somos fuertes porque la gente nos vio luchando y confía en nosotros.
Finalmente, la reactivación de las luchas populares es un proceso lento y complejo, con avances y retrocesos, pero indispensable para poder avanzar con paso firme hacia mayores conquistas populares. En lucha siempre.