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Panamá

Perspectivas y cuestiones «decoloniales»

Fuentes: Rebelión

Diferencia entre lo decolonial y poscolonial Los estudios que incluyen perspectivas decoloniales son recientes. Esto está relacionado a la diáspora hacia Estados Unidos, ya que gran parte de la producción de este conocimiento se produjo al calor de las contradicciones en ese país. Hay que aclarar dos cosas. Que prácticas decoloniales siempre han existido, desde […]

Diferencia entre lo decolonial y poscolonial

Los estudios que incluyen perspectivas decoloniales son recientes. Esto está relacionado a la diáspora hacia Estados Unidos, ya que gran parte de la producción de este conocimiento se produjo al calor de las contradicciones en ese país. Hay que aclarar dos cosas. Que prácticas decoloniales siempre han existido, desde el mismo hecho colonial. Pero propiamente como reflexión es reciente, con aportes de pensadores y pensadoras indias, latinas, negras y chicanas.

Lo otro que hay que decir es que es muy frecuente confundir lo decolonial con lo poscolonial, estos últimos son desarrollados fundamentalmente por pensadores indios en universidades angloparlantes, lo que se suele conocerse como Estudios Poscoloniales. La diferencia obvia entre lo uno y lo otro es que parten de momentos y contextos distintos. Lo decolonial estudia el fenómeno de la herencia colonial a partir del siglo XV como un elemento indisociable de la formación del moderno sistema mundial capitalista; esto es lo que Aníbal Quijano llamó «colonialidad» o «el patrón mundial de poder capitalista.»

En cambio los Estudios Poscoloniales surgen de otro contexto; estudian el fenómeno colonial a partir de la segunda mitad del siglo XIX cuando la India estuvo bajo el dominio imperial británico. Los Estudios Poscoloniales tomaron en un primer momento la experiencia de la India. Pero ya va más allá la crítica, y estos estudios centran la atención en el anverso y reverso del sistema colonial que se instauró en el seno de los imperios. Como diría Stuart Hall «Nos está obligando a reinterpretar la propia forma binaria en la que se ha representado durante tanto tiempo el encuentro colonial. Nos obliga a reinterpretar las divisiones binarias como formas de transculturación, de traducción cultural, abocadas a perturbar para siempre las divisiones binarias culturales del aquí y el allí.» (Hall, 2008:128). Es decir, que no es un problema local, sino global.

Tanto en lo decolonial como en lo poscolonial confluye la crítica del dominio y el discurso colonial establecido por los imperios. Con la diferencia que parten de experiencias concretas distintas, pero con el telón colonial de fondo.

El giro decolonial

Lo decolonial es retomado por el Giro Decolonial ; este como reflexión teórica es más reciente aún que los Estudios Poscoloniales. Como concepto – el Giro Decolonial – propiamente es introducido y desarrollado por Maldonado-Torres en artículo titulado Césaire’s Gift and the Decolonial Turn que apareció en el 2006 en la Radical Philosophy Review. Como movimiento intelectual surge con los latinoamericanos en Estados Unidos; gran parte de sus ideas son producto del diálogo con autores como Aimé Cesairé, Frantz Fanon, Enrique Dussel, Immanuel Wallerstein, Aníbal Quijano (y muchos otros más) y la confluencia de prácticas y pensamientos varios, entre los cuales cabe mencionar el Marxismo Negro, Feminismos Negros y los Estudios Chicanos.

De Enrique Dussel podemos decir que toman la paradoja dominación-liberación que ya la había planteado en la década del sesenta; y de Quijano la crítica a la colonialidad del poder ; esto último lo podemos definir de la siguiente manera: «La colonialidad es uno de los elementos constitutivos y específicos del patrón mundial de poder capitalista. Se funda en la imposición de una clasificación racial / étnica de la población del mundo como piedra angular de dicho patrón de poder.»

Pese a que puedan variar las nomenclaturas para referirse a estas cuestiones, con diferentes prefijos (post-meta-trans-de etc…) o adjetivos; el principio material de la crítica es el mismo, la producción y el desarrollo de la vida humana. Esto no es poca cosa sabiendo que hoy millones de personas sufren las consecuencias de la colonialidad. Hoy miles de personas mueren tratando de cruzar una frontera, se vive el racismo a un alto nivel, se discrimina a las personas por sus preferencias sexuales, el deterioro ambiental esta llegando a su tope, que pone en riezgo el futuro de la vida en el planeta.

Críticas conservadoras

Las investigaciones con perspectivas decoloniales son atacadas de la forma más conservadora posible, ni siquiera académicamente, sino como objeto de burla. Pareciera que la inmigración, el racismo, el femicidio y la homofobia fueran bromas (que son ALGUNOS de los temas que estudian las perspectivas decoloniales). Lo más frecuente es descalificar a los feminismos y estudios que centran su atención en las diversas formas de colonialidad y sus consecuencias en la actualidad, como hipótesis descabelladas. Los principales críticos hacen un reduccionismo binario de los planteamientos decoloniales (y los poscoloniales también). Esto es un signo de que todavía pensar diferente es mal visto.

La pedagogía decolonial

Lo único que alienta la crítica conservadora, es que hay que seguir aprehendiendo de las experiencias y compartiendo con las víctimas de la colonialidad. La pedagogía decolonial igual que Freire parte del oprimido. Muy bien anotó Freire que se necesita una pedagogía del oprimido; y que hay que aprehender con el.

El significado estándar de que la pedagogía se ocupa de la enseñanza, educación y trasmisión de conocimiento no funciona para las perspectivas decoloniales. No es solo trasmitir conocimiento, sino cuestionarlo desde su propia génesis, esto resulta más enriquecedor, ya que se tiene que conocer todo el canon occidental usando el concepto de Harold Bloom para poder criticarlo – si cabe -, es decir, que no se trata de una crítica fácil. Con este horizonte entonces hay que entretejer alternativas decoloniales; una pedagogía con el propio actor, el ser humano, con las colectividades en su accionar liberador.

Esta muy bien la crítica de las perspectivas decoloniales y la producción del conocimiento en esa dirección. Pero también es necesario compartir ese conocimiento y seguir aprendiendo de la praxis de la gente, de las colectividades, para eso en lo pedagógico no puede haber un divorcio entre lo práctico y lo teórico. La pedagogía decolonial trata de «subvertir la colonialidad» diría Catherine Walsh.

En el caso de Panamá

En Panamá aún no se empieza a discutir esto ampliamente, pero no dudamos que se hará. Hay esfuerzos individuales valiosos y espacios que se empiezan a abrir. Cabe mencionar el reciente Seminario Interculturalidad, Identidades y Políticas Publicas organizado por la FLACSO. Recientemente en un artículo, Luis Pulido Ritter señaló que: «Estas teorizaciones […….] problematizan el tema del eurocentrismo, clave para comprender qué aportes teóricos, desde las llamadas periferias, son pertinentes para lograr discursos propios, visibilizaciones de agendas y temas ocultos, que deberían ser debatidos en la actualidad.»(Pulido, 2016:113). Consideramos que este es un tema neurálgico para la Universidad del siglo XXI, que tiene que estar abierta a la diversidad y al pensamiento crítico.

 

Bibliografía

Hall, S., 2008. ¿Cuándo fue lo postcolonial? Pensar al límite. En: S. Mezzadra, ed. Estudios postcoloniales Ensayos fundamentales. Madrid: Traficantes de Sueño, pp. 121-144.

Hill, P., 2000. Black Feminist Thought. New York and London: Routledge.

Jabardo, M., 2012. Feminismos negros. Una antología. Madrid: Traficantes de Sueño.

Maldonado-Torres, N., 2006. Césaire’s Gift and the Decolonial Turn. Radical Philosophy Review, 9(2), pp. 111-138.

Maldonado-Torres, N., 2008. Against War: Views from the Underside of Modernity. Durham: Duke University Press.

Mignolo, W., 2007. El Pensamiento Decolonial: Desprendimiento y Apertura.Un manifiesto. En: El giro decolonial. Reflexiones para una diversidad epistémica más allá del capitalismo global. Bogotá: Siglo del Hombre Editores / IESCO-UC / Pontificia Universidad Javeriana, pp. 25-46.

Pulido, L., 2016. Problematizando al eurocentrismo en la época transnacional: el tutelaje y la teoría de la decolonialidad. Cuadernos Inter.c.a.mbio sobre Centroamérica y el Caribe, Volumen 13, pp. 111-134.

Robindson, C., 2000. Black Marxism. Chape Hill & London: The University of North Carolina Press.

Salas, M. & Valle, E., 2002. Cultura, poder e identidad; la dinámica y trayectoria de los intelectuales chicanos en los Estados Unidos. En: D. Mato, ed. Estudios y otras prácticas intelectuales latinoamericanas en cultura y poder. Buenos Aires: CLACSO.

Spivak, G., 1998. ¿Puede hablar el sujeto subalterno?. Orbis Tertius, Volumen 6, pp. 175-235.

Walsh, C., 2014. Lo pedagógico y lo decolonial: Entretejiendo caminos. Querétaro: En cortito que´s pa´ largo en esta.



[*] Una versión de este artículo salió impreso en la página de la FLACSO en la Estrella de Panamá el 22 de mayo del 2016.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.