Habría que estar loco para oponerse a la mejora de la calidad de vida de las familias trabajadoras limeñas. Y es que la perdida de horas hombre por el tráfico vehicular en Lima bordea las 4 hrs al día. Es un infierno. No obstante, la adquisición de los trenes (93 vagones y 20 locomotoras), por parte de Rafael López Aliaga (RLA), no traería más modernidad sino mucho humo político y banquete (con marca de subsidio estatal) para sus amigos.
Es que para expertos en ferrovías como Daniel Maguiña no habría algo fundamental para todo desarrollo urbano: Planificación. Y es verdad. Hasta el día de hoy no hay expediente técnico, hay observaciones sobre las interconexiones, la depreciación de los trenes, respecto a que la altura del tren colisionaría con los puentes y no se sabe cuándo realmente entraran en funcionamiento. El descarrilamiento de uno de los vagones, en medio del show electoral de RLA, sería sintomático.
Roxana rocha, presidenta de la Comisión de Desarrollo Urbano del MML, se contradice. Primero señaló que “el funcionamiento sería entre 45 o 60 días, para luego señalar que la prueba con pasajeros sería en noviembre”, (Infobae, 14/07/25). ¿Total? Por su lado, para Marco Montoya, experto en contrataciones públicas, la operatividad de los trenes sería maso menos en un año (selección del proveedor, más la ejecución y la supervisión del contrato).
Y como si fuera poco, para el ingeniero civil y experto en ferrovías, Jim Rivera, “el tren no duraría más de 5 años funcionando”, (Exitosa, 14/07). También está la capacidad de movilidad de pasajeros, que según el periodista Paolo Benza, no sería de 150,000 (según el Plan de Movilidad Urbana de la ATU) sino de 7,000 pasajeros (teniendo en cuenta la adenda presentada por la Concesionaria donde señala que solo usará 29 vagones).
Luego, está la cuestión del Contrato, que, para el militante del Opus Dei, Rafel Rey, tendría varios elementos que aclarar como el costo real de los trenes. Rey fundamenta no solo que no fue una donación, sino que el costo real sería de $10 millones y que después de llamar a empresas fabricantes de trenes como la alemana Siemens, pues, averiguó que la compra de un paquete de 93 vagones y 20 locomotoras costaría $133 millones y no $1000 millones como señala la portátil celeste (¿entonces porque la Municipalidad de Lima aprobó un Contrato por más de S/. 800 millones?).
Además, el dueño de la concesionaria y amigo de RLA, Juan de Dios Olaechea, declaró que, “bien hecho, esto cuesta $500 millones” y ya está pidiendo una adenda para que el Estado subsidie la inversión que lo convertiría en un nuevo multimillonario. Así quien no pecata mía.
Así las cosas, el amor no sería por el chancho sino por los chicharrones.
César Zelada. Director de la revista La Abeja obrera. Escritor y colaborador en varios medios de prensa popular.
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