Greenpeace asegura que Europa lidera la deforestación mundial
Greenpeace aseguró hoy que Europa lidera la deforestación mundial y que el consumo europeo ha provocado un pérdida de bosques equivalente a 9 millones de hectáreas entre 1990 y 2008, una área del tamaño de Irlanda.
La ONG ecologista, que cita un informe independiente financiado por la propia Comisión Europea (CE), destaca que los bosques de la Amazonía, Asia sudoriental y África fueron los más perjudicados por estas prácticas.
«Las principales economías industrializadas, junto con China, fueron responsables de aproximadamente un tercio de toda la deforestación que se ha producido a nivel mundial en el mismo período», asegura en un comunicado Greenpeace.
Esta organización responsabiliza de estos efectos a la creciente demanda europea de carne, productos lácteos, así como a la producción de biocombustibles y otros productos que requieren grandes extensiones de tierra.
Según el análisis al que hace referencia, la UE fue responsable de al menos el 10 % de la deforestación mundial, dos veces más que China y Japón y tres veces más que Estados Unidos, y esta tendencia seguirá acentuándose en los próximos años debido al aumento de la demanda de alimentos, la ganadería y el consumo de biocombustibles.
La mayor parte de la deforestación está relacionada con el consumo que tiene lugar dentro de los países o regiones donde se producen las materias primas, sostiene el informe.
El documento identifica como principales impulsores de la destrucción de bosques el consumo de las industrias de alimentación animal y de las industrias de piensos y aceite para alimentación y combustible.
Greenpeace recuerda que ya ha protestado en numerosas ocasiones contra las compañías que utilizan estos productos, como Nestlé, Cargill o Unilever.
La ONG incide además en que la deforestación provoca la destrucción de hábitats y biodiversidad, e impide la neutralización de millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) que sin los bosques van a parar a la atmósfera.
Subraya asimismo que los Veintisiete se comprometieron en 2008 a detener la pérdida mundial de bosques para el año 2030 y por lo menos reducir a la mitad la deforestación tropical en 2020.
El estudio «el impacto del consumo de la UE en la deforestación» ha sido financiado por la Comisión Europea para contar con datos y hechos que guíen la elaboración de una serie de políticas medioambientales en elaboración.