Profesores de todo el país se han negado a participar de una medida burocrática e ineficaz de evaluación, dictada por el Ministerio de Educación, que pone en riesgo la calidad de la enseñanza.
Comprobada la unidad, hay tres buenas razones para creer en la victoria de los profesores.
1. Los profesores no están aislados
El gobierno intentó una caricatura, decir que los profesores hacen de todo por un privilegio, para escapar a cualquier evaluación. Pocas semanas bastaron para desmontar esa idea. Este modelo de evaluación es un tsunami de burocracia que bloquea la escuela y aleja los profesores de sus funciones (preparar buenas clases, apoyar a los alumnos, participar en la vida pedagógica). Finalmente se trata de los intereses de los estudiantes y de una idea de lo que es la escuela pública. La población y en particular los padres, lo comprendieron perfectamente.
2. Los profesores no esperan
Como categoría profesional, los profesores no pueden prescindir del sindicato. Es un instrumento fundamental, donde se deben organizar para la lucha y representarse en sus reivindicaciones. Pero se dio vuelta una página: la rutina sindical, la tutela y la conciliación, no sobreviven a la capacidad de iniciativa de los movimientos de base. Internet acabó con el monopolio de las estructuras sindicales sobre la información de lo que sucede en las escuelas a nivel regional y nacional. Se abrió de esta manera el camino para alternativas a la indecisión, para la difusión de convocatorias y de ejemplos concretos de resistencia. Fue esa dinámica de muchas pequeñas entidades que impuso una reacción rápida y una manifestación gigante el sábado pasado. Fue esa dinámica la que impulsó las primeras oposiciones a la aplicación de la evaluación.
3. Los profesores no obedecen
Los profesores tienen la razón y tienen la fuerza. Al impedir el abuso de autoridad, al resistirse a aplicar una ley injusta, los profesores firmaron el certificado de defunción de este modelo de evaluación. Para vencer, la desobediencia precisa del apoyo sindical y de los sectores sociales y políticos en defensa de la escuela pública. Pero, sobre todo, precisa que los profesores insistan en la brillante lección de firmeza que han dado al país.
Traducción Insurrectasypunto
Texto original en portugués: www.esquerda.net