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[Sales y soles] Italia descubre el fútbol sin público

Prohibida la afición

Fuentes: Gara

Sobra la gente. Ese es el problema. Si no fuera por las personas, el mundo rodaría a las mil maravillas. Nuestro más preciado bien, la democracia, es el mejor ejemplo: votas un día y desapareces cuatro años. Todo un invento. Un éxito. En Italia han descubierto el fútbol sin público, a puerta cerrada. Hace diez […]

Sobra la gente. Ese es el problema. Si no fuera por las personas, el mundo rodaría a las mil maravillas. Nuestro más preciado bien, la democracia, es el mejor ejemplo: votas un día y desapareces cuatro años. Todo un invento. Un éxito.

En Italia han descubierto el fútbol sin público, a puerta cerrada. Hace diez días, el policía Filippo Raciti fue asesinado por varios seguidores del Catania durante un partido contra el Palermo. Harto de tanta violencia, el Gobierno no va a permitir a partir de ahora la entrada de aficionados en los estadios que no cumplan todas las medidas de seguridad en vigor. Sólo cinco de la Serie A, la Primera División italiana, tendrán a su hinchada en la grada. Los campos, desiertos. El jugador número 12, la multitud, se queda en casa. Enganchada al televisor.

«No es posible jugar partidos sin espectadores», ha asegurado el presidente del Palermo. Sabe lo que dice. Los espectadores son las cuotas de socios, los ingresos por taquilla, la publicidad, los presupuestos… El presidente de la Liga, Antonio Matarrese, se siente discriminado. «Cuando Fiat tuvo problemas, no cerró las fábricas para relanzarse. ¿Por qué tenemos nosotros que cerrar los estadios?». Matarrese va aún más lejos y señala a los responsables. «El fútbol no puede detenerse, el que haya de vez en cuando un muerto forma parte del sistema. El fútbol no tiene la culpa, las responsabilidades habría que buscarlas, en todo caso, en la policía, que aún no es capaz de controlar el fenómeno que rodea al fútbol, y en los dirigentes». Los muertos son parte del sistema. En el fútbol, en la guerra, en el tajo, en la pareja… Daños colaterales. No hay de que preocuparse. Vamos ganando.

Lo importante era participar. Jugar. Disfrutar. Ahora deciden los resultados, la cuenta de resultados. Elecciones sin votantes. Encuentros sin aficionados. Todo vale. Lo último, el fuera de juego. La afición a distancia. Invisible. En las urnas. En el fútbol. En la calle. Sobra la gente.