Una de las cosas que más orgulloso me hacía sentir sobre ser costarricense, es que en este país todo niño está asegurado, sea tico o extranjero, residente o visitante. Esto debido a que contamos con un buen sistema de Seguridad Social desde inicio de los años 40s. La mayoría de los ticos de todas las […]
Una de las cosas que más orgulloso me hacía sentir sobre ser costarricense, es que en este país todo niño está asegurado, sea tico o extranjero, residente o visitante. Esto debido a que contamos con un buen sistema de Seguridad Social desde inicio de los años 40s.
La mayoría de los ticos de todas las esferas sociales, hemos recurrido a la Caja Costarricense del Seguro Social por algún motivo, desde partos y operaciones de alto riesgo, hasta uñas encarnadas.
Sin embargo, algo que pocos sabemos es que a partir del 1 de enero rige lo peor del TLC con Estados Unidos, que pone precisamente en riesgo a esta benemérita institución.
Para comentar sólo lo básico y para ponerlo simple: En este momento tod@s cotizamos y aportamos a la Caja, y la Caja atiende a tod@s, porque uno de sus principios solidarios es la cobertura universal, es decir, una cobertura para todos, asegurados o no.
Sin embargo, al entrar nuevas aseguradoras, la Caja y el INS dejarán de recibir la cotización de muchas empresas, por lo que se reducirá su presupuesto, y por lo tanto se debilita su capacidad de cobertura. Desde ya, la Caja está recortando las guardias (disponibilidades de l@s doctores), no porque haya menos emergencias, sino por falta de presupuesto.
Con la entrada de las nuevas aseguradoras privadas, será la Caja quien continuará atendendiendo a quienes no están asegurados, pero lo hará con cada vez menos plata. Continuará su labor solidaria hasta ahogarse y desaparecer. Y cuando esto ocurra, ¿qué harán quienes no puedan acceder a seguros privados?
La Seguridad Social es actualmente un tema caliente en varios países, incluyendo a los Estados Unidos donde unos 50 millones de personas viven sin seguridad social, y luchan por tener un sistema, aunque sea remotamente parecido al nuestro.
La primera imagen que se me viene a la cabeza es la que inicia el documental Sicko de Michael Moore, en la que un trabajador estadounidense, se cose a sí mismo una profunda herida en la pierna, porque no tiene seguro y no puede pagar sus gastos médicos. El documental continúa con una comparación de varios países que sí cuentan con seguridad social y termina con la historia de varios rescatistas voluntarios del 11 de setiembre, quienes no fueron atendidos por su propio país y a quienes Moore termina llevando a Cuba.
Ahora mismo México lucha por conseguir en 2011 la cobertura universal que Costa Rica disfrutó durante décadas y que tan estúpidamente ponemos en alto riesgo precisamente este año, para el beneficio de la empresa privada.
En las palabras de Jiddu Krishnamurti: «No es saludable estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma».