Traducido del ruso por Carlos Valmaseda
El grupo del Partido Comunista de Ucrania (KPU) en el Consejo Regional de Lugansk pasa en pleno al parlamento de la República Popular de Lugansk (RPL). Informó de ello el jefe del grupo, Aleksandr Andriianov. También informó de que tras el fin de las acciones militares se decidirá sobre la formación del Partido Comunista de la RPL.
El paso del grupo del Partido Comunista al parlamento de la RPL provocó una tormentosa reacción en la Rada Suprema. El grupo parlamentario de Udar exigió «aclarar» por qué el grupo parlamentario del Partido Comunista de Ucrania sigue participando en el parlamento en vista de la noticia presentada del paso de la organización de los comunistas de Lugansk del lado de la autoproclamada República Popular de Lugansk.
«Explíquennos, por favor, sobre qué bases funciona hoy en el parlamento el grupo parlamentario del KPU», declaró desde la tribuna de la Rada el diputado (del grupo parlamentario de Udar) Pavel Rozenko.
Por su parte el líder del PCU, Piotr Simonenko no encontró nada mejor que explicar que la declaración de Andriianov era una «opinión personal». «No se ha tomado ninguna decisión sobre este tema en el grupo del Partido Comunista en el Consejo Regional de Lugansk. Además, este tema no se planteó ni en una sesión del grupo ni a nivel de la organización regional del partido. Por tanto, la posición que expresó Aleksandr Andriianov es puramente su personal punto de vista y nada más que eso», según cita de Piotr Simonenko en el servicio de prensa del PCU.
Los intentos de la dirección del KPU de sentarse a la vez en dos sillas, mantener relaciones con la Junta de Kiev y al mismo tiempo mantener la autoridad en el movimiento de oposición a esta misma Junta, se hacen cada vez más problemáticos.
Mientras el nuevo régimen ucraniano llegado como resultado del golpe de estado se muestra abiertamente nacionalista y anticomunista, el grupo parlamentario del PCU se las ingenia para de alguna forma «trabajar» en la Rada Suprema, votar, proporcionando de esta forma una apariencia de «democracia» y de existencia de una oposición. Pero en realidad de democracia nada: los locales del PCU son destruidos, se desata el terror contra sus militantes. Como dicen burlonamente los izquierdistas ucranianos, para que se vea que la actividad opositora es imposible, basta coger una bandera roja, ir al centro de la ciudad y empezar a contar el tiempo.
Por qué la dirección del PCU participa en esta farsa es incomprensible. Por qué presentó Piotr Simonenko su candidatura a las elecciones del 25 de mayo a pesar de que la mayoría de los militantes y simpatizantes del PCU pensaban que las elecciones convocadas por la Junta de Kiev eran ilegítimas? ¿Por qué dijo que retiraba su candidatura fuera del periodo establecido por la ley, aunque el Partido Comunista tiene docenas de abogados que conocen de sobra estos plazos?
Creo que todos estos porqués se los preguntan también toda una serie de militantes e incluso de líderes locales del PCU. Y no sorprende que el grupo del Partido Comunista en Lugansk haya decidido actuar como una fracción autónoma de la dirección central, envuelta en sus relaciones con el régimen de los oligarcas y los nazis.
Para ser sincero, a veces me parece que prohibir al Partido Comunista sería ventajoso desde todos los puntos de vista. En primer lugar, la Junta mostraría una vez más que el régimen de Kiev no tiene nada en común con la democracia. En segundo lugar, saldrían en desbandada del partido los arribistas y oportunistas que controlan la política del PCU desde hace mucho y firmemente. Quedaría quizá un 10% de efectivos, pero serían auténticos cuadros.
Si las informaciones del SBU [servicios de seguridad ucranianos] de que militantes del Partido Comunista de Lugansk ayudan a organizar entregas de armas a la oposición y reclutan voluntarios para las milicias no son otra desinformación, solo cabe felicitar al Partido Comunista: todavía quedan en él comunistas honrados. Quisiéramos, naturalmente, que justamente ellos, y no Piotr Simonenko, se sentasen en el Comité Central y dirigiesen los trabajos del partido.
Tenemos la esperanza de que el proceso de construcción del Partido Comunista en las Repúblicas Populares lo encabecen comunistas honrados, de carácter revolucionario y decididos. No es una esperanza infundada. En Donetsk el proceso de construcción de un nuevo partido -de momento llamado Partido Comunista de la Unión de Repúblicas Populares- lo han iniciado militantes de base miembros del PCU, de Borotba, de la Unión Obrera y otros grupos de izquierda. Deseamos éxito a los camaradas en el Donbás. Queremos creer que la crisis en Ucrania hará surgir nuevos líderes en el flanco político de izquierda, así como hizo surgir anteriormente líderes poco conocidos del movimiento proruso. En las jóvenes repúblicas hay mucho trabajo, en cuyas decisiones pueden participar los comunistas: sobre todo, la organización económica y agrícola, los problemas del nacionalismo, la construcción de un nuevo aparato estatal, libre de corrupción y de la influencia de los oligarcas.
Fuente: http://borotba.org/viktor_