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Alessandro di Battista

«Pronto veremos a la democracia representativa como hoy a la monarquía absoluta»

Fuentes: La marea

La subida electoral del Movimiento 5 Estrellas, en Italia, es por el momento imparable. Desde su fundación en 2009, la formación se ha hecho con varias alcaldías, entre ellas la de la ciudad de Parma, y en las últimas elecciones generales han logrado ser la más votada, pese a ser la primera vez que se […]

La subida electoral del Movimiento 5 Estrellas, en Italia, es por el momento imparable. Desde su fundación en 2009, la formación se ha hecho con varias alcaldías, entre ellas la de la ciudad de Parma, y en las últimas elecciones generales han logrado ser la más votada, pese a ser la primera vez que se presenta, con un 25’5% de los sufragios.

Tanto los partidos políticos tradicionales italianos, los medios de comunicación como algunos sectores sociales los tachan de demagogos, populistas e incluso defensores de la anti-política. Desde fuera de Italia, se les mira con desconfianza o perplejidad. «Si nos hacen la guerra es una señal de que estamos trabajando bien. Yo me preocuparía mucho si nos dejaran trabajar tranquilos», se defiende Alessandro di Battista, el diputado más «viejo» del Movimiento 5 Estrellas, con 34 años.

Lo cierto es que no están exentos de puntos oscuros. El vídeo de una diputada suavizando la época del fascismo italiano -aunque ha matizado su posición y ha declarado que condena aquella época-, la defensa de bajadas de impuestos o de la deuda, que son difícilmente compatibles con el mantenimiento de los servicios públicos, entre otras cuestiones, no ayudan a disipar las inquietudes.

En cualquier caso, tanto Di Battista como el senador italiano Luis Alberto Orellana han participado este fin de semana en el congreso de la Asociación Democracia Real Ya, la polémica escisión de la plataforma del mismo nombre. Los integrantes del Movimiento 5 Estrellas han dejado claro que no se encontraban allí para apoyar a nadie en concreto, sino para compartir experiencias.

Desde la formación aseguran que no son antipolíticos, como se les acusa, sino que tratan de construir otra manera de hacer política. «El sistema de Italia desde la II Guerra Mundial ha desembocado en centros de poder que han separado la política de los ciudadanos», ha denunciado Orellana. «Debería ser una de las cosas más lindas del mundo, pero se ha convertido casi en sinónimo de delincuencia. El político es una persona que se avergüenza de ser político, por eso me asusta que me asimilen a esta figura. Yo soy una persona prestada a la política», ha añadido.

Los dos representantes han criticado la figura del político profesional y han explicado las dificultades con las que se han encontrado en las instituciones. «Es el trabajo más difícil de mi vida, es una guerra cotidiana», ha admitido Di Battista. «En el Parlamento nos miran como si fuéramos marcianos, simplemente porque somos ciudadanos honestos. Nos insultan, nos tratan mal. Es un trabajo muy muy duro, somos la carne de cañón actual, pero lo elegimos y seguimos adelante. Ahora empezamos nosotros, luego volveremos a nuestras vidas y entrarán otros».

La renovación de cargos públicos y dentro de la formación es también, resaltan, una «regla muy firme». «El máximo es de dos mandatos. Todos tenemos que participar de manera activa. Si ya no tenemos cargo, tenemos que seguir trabajando como ciudadanos informados y activos, y dejar paso a otros», ha explicado Orellana.

Defensa de los servicios públicos

El Movimiento 5 Estrellas ha sido aupado por la crisis económica, y su programa recoge algunas de las reivindicaciones de los movimientos sociales. Entre ellas, según ha resaltado Di Battista, la de incluir en el código civil que la primera vivienda sea considerada como inembargable. Del mismo modo, han defendido en el acto la educación y la sanidad públicas, una banca también pública, así como la limitación del desmesurado poder de la Iglesia italiana.

Di Battista ha cargado contra los partidos políticos tradicionales, que «se atacan en el Congreso y luego se van al restaurante y hacen negocios juntos». «Se nos intenta hacer creer que la política es cosa de sólo una clase de personas. No es cierto, podemos dedicarnos cualquiera. Es difícil, pero se aprende», ha asegurado.

«Control popular»

«El contacto con la gente es una forma de control que tenemos muy importante, porque los peligros de contaminación a los representantes políticos son un éxito: plata, poder, vanidad, mujeres lindas. Gracias a un control popular que el pueblo está ejerciendo alrededor de nosotros, nos equivocamos menos». De este modo explica Di Battista la filosofía del Movimiento 5 Estrellas en cuanto al contacto con el electorado. Además, añade que, pese a la visibilidad de Beppe Grillo, éste sólo tiene la condición de altavoz.

Para ejercer este «control», la formación utiliza sus propias herramientas en internet, principalmente Unicavox, una especie de red social en la que se pueden hacer propuestas a nivel local y estatal, y en la que la gente las puede ir votando positiva o negativamente. Aquellas que obtienen una media de votos muy positiva salen adelante, según aseguran.

En este sentido, rechazan tener muy en cuenta a los medios de comunicación. «Prestamos mucha atención a los medios que son los nuestros, que se mueven en Internet, y no pasan a través de los filtros oficiales, de los que nosotros tenemos muy mala percepción. Al menos en Italia, los medios distorsionan y no dan una visión cierta de lo que ocurre», ha sostenido Orellana.

Sueldos altos

Di Battista ha contado que, antes de dedicarse al Movimiento 5 Estrellas, pasó dos años recorriendo Latinoamérica a dedo. «Gasté 7.000 euros en esos dos años. Llegué al Parlamento y en sólo un mes y medio de trabajo gané casi 20.000 euros», ha denunciado. «Cuando llegó el dinero, pasé un par de horas de confusión. Lo comenté con mis amigos, que son activistas, y me dijeron: «Si vas a cobrar, te mato»», ha comentado, entre risas.

«Finalmente, devolví la mayor parte del sueldo, y ahora tenemos que ver a quién lo vamos a dirigir, si a desempleados, a pequeñas empresas que están cerrando, o al Estado directamente, con la condición de que abra una cuenta especial», ha desarrollado.

«Democracia directa»

Nueve millones de votantes han conseguido, resalta Di Battista, que «173 personas que nunca habían entrado en las insituciones, lo logren». Además, los diputados de la formación tienen una media de 28 años. «Es difícil cuando se comienza, pero lo podemos conseguir. Lo único que hay que hacer es organizarse, y hoy con Internet es posible. No somos unos bichos raros ni nos pasamos todo el día frente al ordenador, simplemente lo usamos como herramienta», ha afirmado.

El objetivo del Movimiento 5 Estrellas es, según afirman, conseguir la «democracia directa» para que sean los ciudadanos los que gestionen la política. «No tenemos a nadie detrás, ni mafia, ni grupos de poder, ni económicos, ni religiosos. Nada, sencillamente nosotros, nuestro dueño es el pueblo», ha mantenido.

«No pienso que los políticos tradicionales sean diablos y nosotros los santos, para nada, pero la estructura del partido tradicional prácticamente destruye las ganas de organizarse de la gente, porque siempre habrá una persona arriba que manda y puede ser contaminada por un puñado de personas que quieren que sus intereses sean defendidos. Nosotros no. Por eso tengo tanta esperanza en esto», ha defendido. «Dentro de un tiempo y no demasiado lejos, en Italia vamos a ver la democracia representativa como hoy miramos a la monarquía absoluta: como algo absolutamente superado y pasado».

Salida de la UE

El Movimiento 5 Estrellas es usualmente tachado de anti-europeísta, algo que niegan sus integrantes, que recuerdan que el artículo 11 de la Constitución italiana asegura que el país «consentirá, en condiciones de igualdad con los demás Estados, las limitaciones de soberanía necesarias para un ordenamiento que asegure la paz y la justicia entre las naciones».

Respecto a este punto, Di Battista ha resaltado que Alemania «cuenta más» en la Unión Europea. «Si las instituciones europas no consideran a los Estados que la forman en condición de igualdad, y no garantiza la paz ni la justicia, creemos que sí hay que plantear la salida», ha zanjado el diputado, entre aplausos de los asistentes.