Que no quepa duda, Alexis Tsipras va por la reelección. Sabe bien que necesita fortalecerse en el Parlamento heleno, por lo que una futura reelección lo habrá de fortalecer políticamente y, al mismo tiempo, fortalecería la firma del Memorándum de Entendimiento firmado (19 de agosto) con la Troika (CE, BCE, FMI y el MEDE). Tsipras […]
Que no quepa duda, Alexis Tsipras va por la reelección. Sabe bien que necesita fortalecerse en el Parlamento heleno, por lo que una futura reelección lo habrá de fortalecer políticamente y, al mismo tiempo, fortalecería la firma del Memorándum de Entendimiento firmado (19 de agosto) con la Troika (CE, BCE, FMI y el MEDE).
Tsipras necesita reelegirse lo antes posible porque sencillamente necesita el control del Parlamento, y porque, además, no estaba dispuesto a verse sometido a un voto de confianza, al perder mayoría en el Parlamento el pasado 14 de agosto. Por lo que optó por una jugada riesgosa: dimitir y provocar una futura elección parlamentaria. Decisión tomada, por lo demás, abruptamente sin consultar al Comité Central de su propio partido (Syriza) ni a la totalidad de su propio grupo parlamentario. Resultado de su decisión: 25 parlamentarios de Syriza se distancian del partido para formar nuevo partido, Unidad Popular, convirtiéndose así en la tercera fuerza política de Grecia, desplazando a Amanecer Dorado (17 escaños); y, ahora último, la salida de 53 miembros de su propio Comité Central.
Lo cierto es que la contrariedad dentro del partido ya se estaba arrastrando desde mucho antes, pero pudo verse materializado con la pasada aprobación del primer paquete de medidas de austeridad el pasado 16 de Julio en el Parlamento heleno, cuando se restaron con su voto 32 parlamentarios de Syriza, votando en contra; repitiéndose idéntica escena el pasado 22 de Julio (-31). Pero la fracturación mayor se produjo el 14 de Agosto para la aprobación del Tercer Rescate cuando 47 parlamentarios de Syriza votaron en contra de su aprobación, perdiendo así el gobierno de coalición su mayoría parlamentaria por tercera vez consecutiva, lo que ya hablaba de una fracturación de orden mayor. Nada menor, si vemos que el partido (Syriza) ha venido ganando en el Parlamento con los votos de ANEL, Nueva Democracia, PASOK y To Potami para favorecer los intereses de la Troika.
Syriza claramente abandonó su programa para entregarse al programa de los prestamistas. Que hoy intente convencer de lo contrario sólo será retórica para alcanzar un fin. Lo claro es que el gobierno, conformado por la coalición SYRIZA-ANEL, ha firmado ya la entrega de soberanía a la Troika, contraviniendo así la decisión tomada por el pueblo el pasado 05 de Julio (Referéndum). Será retórica todo lo relacionado con el «rescate» de Grecia por parte de la Troika. Sus intenciones no es «ayudar» ni es «a favor del crecimiento» griego, sus intenciones reales es robar la soberanía de Grecia y que el pueblo pague el costo.
Alexis Tsipras sabe que goza aún de mucha popularidad y mientras más rápido se realicen las elecciones parlamentarias, mucho mejor para él. Le conviene lo antes posible debido a que las consecuencias que ha de traer el Memorándum sobre el pueblo griego aún no ha desembarcado plenamente.
Nueva Democracia (76 escaños) y Unidad Popular, segunda y tercera fuerzas políticas más grandes de Grecia, de ninguna manera podrán alcanzar a formar un gobierno de transición de acuerdo a las directrices de la Constitución griega, ya que no les conviene a estas alturas. Por una parte, no tienen mayoría parlamentaria y, por otra, necesitan organizarse para las próximas elecciones; mientras más tiempo tengan para organizarse, mucho mejor.
Unidad Popular es la nueva fuerza política que demuestra mantenerse en contra de la austeridad y las políticas antipopulares de la Troika y, por sobre todo, siguen fieles al programa original de Syriza; son quienes representan de mejor forma el No que levantó el pueblo en el Referéndum reciente. Pero le falta algo importante dentro de toda propaganda política: la visibilidad de una figura que sepa representar todo ese potencial que le favorece. Porque no basta con tener un partido que represente las cualidades que sea, se hace fundamental tener un rostro que represente al partido. Costas Lapavitsas, por citar un ejemplo, podría ser ese rostro perfectamente. Tiene fuerza, poder de convencimiento, claros fundamentos, pedagogo, economista, intelectual, etc.
Por otra parte, desconocemos el papel que ahora adoptará el partido comunista griego (KKE, 15 escaños) frente a este nuevo escenario político. Hay que recordar que el 28 de Junio votaron en contra del Referendum en el Parlamento heleno. ¿Podría haber alguna posibilidad de alguna alianza táctica, futura, entre Unidad Popular y el KKE, al ser partidos anti-Memorándum?
Lo cierto es que ahora la tarea principal de Unidad Popular será ir a cada rincón de Grecia a dar a conocer lo que el presente gobierno, SYRIZA-ANEL, firmó con la Troika y explicar al pueblo lo que el gobierno al final respondió frente a un pueblo que dijo NO el 05 de Julio en el Referéndum. Unidad Popular tiene la fiabilidad suficiente para hacer frente a los que traicionaron su programa.
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