«La burguesía peruana intermediaria del capital transnacional, agrupada en la CONFIEP, no da puntada sin hilo» El día lunes 13 de marzo el presidente de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (CONFIEP) afirmó que el Estado peruano debería usar los recursos destinados a los Juegos Panamericanos para reconstruir las regiones de la costa […]
«La burguesía peruana intermediaria del capital transnacional, agrupada en la CONFIEP, no da puntada sin hilo»
El día lunes 13 de marzo el presidente de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (CONFIEP) afirmó que el Estado peruano debería usar los recursos destinados a los Juegos Panamericanos para reconstruir las regiones de la costa norte, en especial Piura, devastadas por los efectos del fenómeno del niño (https://goo.gl/cZzmhk). Ante esta propuesta los partidos políticos sectores más rancios, neoliberales y corruptos (fujimontesinismo y el aprismo) de la política peruana se han sumado a la propuesta del gremio empresarial, a tal punto que el APRA presento una propuesta de Ley para suspender los juegos panamericanos (http://goo.gl/mVfVGk).
Estos acontecimientos no ocurren por casualidad, al contrario evidencian que los empresarios (peruanos y extranjeros) se encuentran en una situación crítica como consecuencia de la crisis y desaceleración económica. En ese sentido, estas empresas que se encuentran en lucha por sobrevivir en medio de la crisis han visto la oportunidad y momento adecuado para lucrar con el desastre de los pueblos de la costa norte (del lobo un pelo), como lo hicieron con la reconstrucción de Chincha, Pisco e Ica frente al terremoto de 2007 y con el pretexto de prevenir el «fenómeno del niño» el 2016. Es decir, que este modus operandi del empresariado enfocado en el lucro no es casual sino es una constante en toda nuestra vida republicana. Un ejemplo de la doble moral de esta burguesía, intermediaria del capital extranjero, es la propuesta de Roque Benavides, de usar los recursos de los Juegos Panamericanos en la reconstrucción del norte, cuando el como dueño de la Minera Buenaventura le debe a la SUNAT el monto de 246 millones de soles. Sobre el mismo, consideramos que si están noble la propuesta del señor Roque porque no paga su deuda para destinarlo a la reconstrucción de las regiones norteñas.
Por otro lado, cuando la Confiep y sus perros más arrastrados de la política peruana: el fujimontesinismo y el aprismo, defienden la transferencia de los fondos de los Juegos Panamericanos a la reconstrucción del norte, lo hacen porque saben que la Ley N° 30225 Ley de Contrataciones del Estado y su reglamento (hecha la ley puesta la trampa) contempla la opción de contrataciones directas con el Estado ante situaciones de emergencia (Art. N° 27, inciso b, de la Ley N° 30225 y Art 85, inciso 2- b del reglamento de la Ley N° 30225). En esa lógica, en esta semana desde el gremio empresarial se viene desarrollando una campaña de sensibilización con tres objetivos claros:
a) Que la opinión pública vea al empresario, detestado por los casos de corrupción de Odebrecht, como el interesado y preocupado por el sufrimiento de nuestros hermanos de las regiones norteñas ante los desastres causados por la naturaleza.
b) Que el gobierno frente a la presión empresarial y de la bancada parlamentaria fujimonetesinista y aprista se vea obligado a transferir los fondos de los juegos panamericanos a un fondo especial para la reconstrucción del norte, el cual sería aprovechado por los «buenos empresarios» para recuperan su tasa de ganancia de marera fácil y rápida a costa del desastre y el sufrimiento humano, mediante el mecanismo de las contrataciones directas con el Estado por situación de emergencia.
c) Distraer a la opinión pública sobre los casos de corrupción (Odebrecht y Lava Jato) porque las empresas multinacionales, los grupos económicos de poder (Grupo Graña & Montero, entre otros) y la partidocracia neoliberal están involucrados en estos hechos. Estos casos tendrían como consecuencia inmediata la vacancia presidencial y el cambio constitucional. De ahí su temor a que el pueblo se informe y salga a las calles, no solo para que se vayan todos los partidos políticos y sus líderes corruptos, sino sobre todo porque estas luchas pueden cambiar el modelo neoliberal y sus reglas de juego (Constitución de 1993) que solo favorecen a unos pocos.
A modo de conclusión, la campaña orquestada por la CONFIEP busca lavar la cara del empresario vinculado a los casos de corrupción de Odebrecht y Lava Jato. Asimismo, presionar al gobierno lobista de PPK para crear un fondo especial para la reconstrucción del norte, el cual sería aprovechado por los empresarios para recuperan su tasa de ganancia de marera fácil y rápida a costa del desastre y el sufrimiento humano, mediante el mecanismo de las contrataciones directas con el Estado por situación de emergencia. Además, de distraer a la opinión pública sobre los casos de corrupción (Odebrecht y Lava Jato) para evitar aumento del descontento popular y el cambio del modelo neoliberal y sus reglas de juego (Constitución de 1993).
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