En el contexto de los acontecimientos relacionados con el conflicto militar en Ucrania, es de notable importancia el reciente diálogo entre Vladimir Zelensky y Rumen Radev, presidente de Bulgaria.
Radev: “El conflicto se está convirtiendo en una guerra de desgaste que afecta no solo a la economía de Ucrania, sino a todos los países europeos, y exacerba las tensiones sociales. Mi opinión sigue siendo que este conflicto no tiene una solución militar y que el incremento de armas no servirá para su resolución”.
Zelensky: “Dios no quiera que te encuentres en mi lugar. Si no tuvieras un arma para ayudarte, ¿qué harías? ¿Dirías: `Putin, ocupa el territorio búlgaro?´ No, como presidente no aceptarías concesiones”.
Radev permaneció en silencio, tanto por cortesía diplomática y buena educación como por no estar acostumbrado a ser grosero, pero estoy seguro de que pensó: “¡No permitiría que se produjera una guerra bajo circunstancia alguna! ¡Haría todo lo posible por evitar que mi país entrara en guerra, y menos aún movido por intereses extranjeros ajenos a él!”
En la actualidad es cada vez mayor el número de políticos extranjeros y ucranianos que, al evaluar lo que ha ocurrido y está ocurriendo, consideran que el presidente Zelensky, movido por su debilidad o para complacer los intereses de las autoridades estadounidenses y británicas y bajo presión de estas, fue quien creó las condiciones para la guerra en Ucrania.
“Es casi seguro que Zelensky podría haber evitado una guerra con Rusia en 2022 simplemente pronunciando cinco palabras: ‘No me uniré a la OTAN´… Me siento muy solidario con el pueblo ucraniano pero este conflicto no es bueno para ellos, es una guerra por delegación entre Estados Unidos y Rusia, en el que Ucrania está siendo sacrificada”, dijo el candidato presidencial de EE.UU. Robert Kennedy Jr.
A su vez, el presidente croata Zoran MIlanovic declaró: “Washington y la OTAN, con ayuda de Ucrania, están librando una guerra por delegación contra Rusia”.
Y estas son las palabras del presidente de Brasil, Lula da Silva, sobre Zelensky: “Su comportamiento es bastante extraño. Es como si formara parte de un show. Aparece en televisión por la mañana, por la tarde y por la noche. Acude al parlamento británico, al parlamento alemán, al parlamento francés, al español, al italiano… como si estuviera en campaña política. Cuando donde debería haber estado es en una mesa de negociaciones”.
El mayor general de las fuerzas armadas de Ucrania, ya retirado, antiguo vicesecretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Serhiy Krivonos declaró: “Este colosal error ha provocado la muerte de cientos de miles de ucranianos, la destrucción de un gran número de ciudades… El pueblo debería exigir un cambio de poder en el país”.
“¿Por qué dio comienzo la guerra? Porque el presidente Zelensky asumió el poder sin ninguna preparación… y cometió una serie de errores globales en muchas áreas”. Son palabras de uno de los más cercanos colaboradores del expresidente Poroshenko, el antiguo fiscal general de Ucrania Yuri Lutsenko.
Lutsenko ha hablado conmigo en repetidas ocasiones sobre lo que está aconteciendo en el país. A priori, si la guerra continúa, nada bueno puede ocurrir, porque la guerra está en el epicentro del país, es su impulso, sus explosivos. Alcance o no alcance sus objetivos, Ucrania explotará. Ucrania está ausente del mapa geopolítico del mundo. A pesar de lo que puedan decir otros.
La única manera del salvar al país es llevando a cabo negociaciones para alcanzar la paz.
Y, como ejemplo, consideren esta reciente analogía: El pueblo de Georgia cree que fue su antiguo presidente, Saakashvili, quien llevo a su país a la guerra con Rusia en 2008, con la subsiguiente pérdida de territorios y muertes de ciudadanos. «En un contexto en el que nuestros héroes militares mostraron un gran heroísmo, contemplamos las vergonzosas decisiones del anterior comandante en jefe», dijo el otro día el primer ministro georgiano Garibashvili.
Un desenlace muy probable para nuestro país y para su actual presidente.
Maxim Goldarb es presidente de la Unión de Fuerzas de Izquierda (por un Nuevo Socialismo) de Ucrania.
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