18 % de los jóvenes europeos entre los 15 y los 24 años no tenía empleo en primavera del 2003. La situación para la juventud del sur y este de Europa se presenta oscura. Y en Alemania tampoco es de color rosa. Entre los jóvenes europeos, el grado de desempleo es mayor que entre las […]
18 % de los jóvenes europeos entre los 15 y los 24 años no tenía empleo en primavera del 2003. La situación para la juventud del sur y este de Europa se presenta oscura. Y en Alemania tampoco es de color rosa.
Entre los jóvenes europeos, el grado de desempleo es mayor que entre las generaciones anteriores. En la primavera de 2003, 18% de los jóvenes, entre los que se cuentan tanto hombres como mujeres, entre 15 y 24 años de la Unión Europea no tenía empleo. Así lo informó la Oficina Federal de Estadística en Wiesbaden. De los mayores de 24 años, sólo un 7,8% carecía de un puesto.
Alemania en sexto lugar
El porcentaje de desempleo juvenil en Alemania, comparado con el promedio europeo, no es tan grave, llega sólo al 11%.
Esto la coloca en el puesto 6 de la lista europea, que encabeza Austria con 6,1% seguida por Holanda con 6,6%, Irlanda: 8%, Chipre 8,9% y Dinamarca con 9,8%.
Dos puntos cardinales dramáticos
De dramática se puede calificar la situación en el sur y este de Europa. Un 41,4% de los jóvenes de esa edad carecía de puesto de trabajo en la primavera del año anterior. En Eslovaquia el porcentaje llegaba a 32,9%, en Lituania a 26,9% y en Grecia a 25,1.
Criterios
Este tipo de encuestas están disponibles una vez al año, y se realizan telefónicamente entre 30.000 encuestados. El método se basa en el concepto de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Debido a que la definición de ‘desempleo’ que se maneja es muy simple -al momento de la llamada debe haber cumplido los 15 años, estar sin trabajo pero hallarse en busca activa y estar dispuesto a tomarlo en el plazo de dos semanas-, el método se presta muy bien para comparaciones internacionales.
El caso alemán
En Alemania, las cifras de desempleo juvenil se deben también a que los muchachos necesitan más tiempo para su formación profesional. También los que cursan un estudio universitario ingresan bastante tarde al mundo laboral.
Una comparación con cifras de años anteriores arroja unos resultados desalentadores: mientras que en 1991 el 63% de la población que contaba entre 15 y 29% era económicamente activa, para 2003 el porcentaje bajó a 48%. En el Este alemán, el desarrollo negativo en ese lapso ha sido dramático: de 70% a 40%. Por otro lado, el porcentaje de estudiantes se ha incrementado de un 26% a 39%.