Alemania quebró el lunes pasado la política de la Unión Europea de acercamiento al gobierno de Cuba, al invitar a los principales opositores de la isla a una recepción con motivo del Día de la Reunificación. El gobierno cubano no hizo comentarios sobre la invitación, pero faltó el lunes anterior al mediodía a una recepción […]
Alemania quebró el lunes pasado la política de la Unión Europea de acercamiento al gobierno de Cuba, al invitar a los principales opositores de la isla a una recepción con motivo del Día de la Reunificación.
El gobierno cubano no hizo comentarios sobre la invitación, pero faltó el lunes anterior al mediodía a una recepción especial ofrecida por la sede diplomática alemana.
Informó por otra parte este martes que el embargo económico estadunidense a Cuba ocasionó afectaciones a la salud pública por más de 75 millones de dólares, entre junio de 2004 y abril de 2005.
El embajador alemán, Ulrich Lunscken, dijo durante la recepción que «la unificación de Alemania fue consecuencia del fracaso de la economía socialista planificada».
El diplomático proyectó luego para sus invitados el filme Goodbye Lenin, sobre la transición en Alemania tras el derrumbe del Muro de Berlín.
Por la noche, en los jardines de la residencia del embajador alemán estaban las principales figuras de la oposición, como Elizardo Sánchez Santacruz, de la Comisión Cubana de Derechos Humanos, o Marta Beatriz Roque, de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba.
La participación de la disidencia revistió a la velada de un significado particular, por ser la primera de una embajada de un país miembro de la Unión Europea desde enero pasado, cuando el bloque levantó las sanciones contra la isla impuestas en junio de 2003, en represalia por la detención en Cuba de 75 disidentes.
Al suspender la Unión Europea las sanciones a fin de restablecer un diálogo con Cuba -decisión ratificada en junio-, el Comité Político de los 25 países recomendó que la participación en las fiestas de las embajadas en La Habana se limitara a diplomáticos y ciudadanos europeos, lo que excluye al gobierno y la disidencia cubanos.
Pero fue Francia el que primero quebró el acuerdo, pues el pasado 14 de julio invitó al gobierno cubano a la celebración de su fiesta nacional y excluyó a la disidencia.
De su lado, el ministro de Salud Pública, José Ramón Balaguer, aseveró que «en el sector, en el periodo comprendido entre junio 2004 y abril 2005, el bloqueo (estadunidense) provocó afectaciones valoradas en 75.7 millones de dólares».
Agregó que esa cifra «no incluye el incalculable daño ocasionado por las carencias de medicamentos, equipos y material gastable en todas las instalaciones de la red nacional de la salud».
Esa política restrictiva que mantiene Washington sobre la isla desde 1962 «ha causado enormes sufrimientos al pueblo cubano. Sectores altamente sensibles para el bienestar de la población han estado entre los principales blancos de esta política genocida», apuntó el ministro.
El informe anual de Cuba al secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, presentado a la prensa la pasada semana en La Habana, señaló que «el daño económico directo causado al pueblo cubano por la aplicación del bloqueo (desde su inicio), a partir de cálculos conservadores preliminares, supera los 82 mil millones de dólares, con un promedio de mil 782 millones de dólares anuales».